Denuncian “brutal ofensiva” de Iglesia Católica contra brigada escolar gay/lésbica del Movilh
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El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció hoy lo que consideró “una de las más brutales campañas promotoras de la odiosidad a las minorías sexuales entablada por la Iglesia Católica”, cuyo fin es impedir la presencia de la «Brigada Escolar Gay y Lésbica» en los establecimientos educacionales.
Se trata de una misiva y un manual enviado por la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) a directores de variados liceos y colegios del país donde se pide rechazar que los escolares homosexuales se organicen y efectúen foros antidiscriminatorios, tal y cual lo tiene previsto la Brigada Escolar del Movilh creada oficialmente el mes pasado.
En la carta firmada por el presidente del Area Educación de la CECH y obispo de Arica monseñor Héctor Vargas (en la fotografía), se señala que la Brigada Escolar es un programa “del Movilh y no del Ministerio de Educación”, cuyo secretario de Estado, Sergio Bitar, “se ha pronunciado en pleno desacuerdo con esta iniciativa”.
“Efectivamente la Brigada es un área del Movilh, pero la afirmación de la CECH es falsa por cuanto el ministro Sergio Bitar ha valorado públicamente la propuesta siempre y cuando no se transforme en proselitismo”, señaló la directora del Area Académica y Cultural del movimiento homosexual, Sofía Velásquez.
Uno de los aspectos que más inquietud causó en el Movilh fue que en declaraciones pasadas a la prensa el obispo Vargas había calificado de positiva la generación de la Brigada Escolar, pero “en privado está desarrollando una campaña siniestra para impedir que efectuemos en los colegios y liceos foros contra la discriminación”, agregó el organismo.
Apuntó, en todo caso, que “lo más repugnante” de la campaña de la Conferencia es el lenguaje que utiliza para impedir la presencia de las brigadas en los colegios. “Utilizan palabras falsas, tóxicas, agresivas, virulentas, enfermizas e ignorantes que promueven la violación a los derechos humanos de los menores de edad que se declaran homosexuales y al mismo tiempo dificultan el desarrollo integral de los mismos”, sentenciaron el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, y el vocero de la Brigada Escolar, Danilo Fica.
Especificaron que en la carta y el documento del Vaticano que envió la CECH como manual para enfrentar la Brigada, denominado “Atención Pastoral a las Personas Homosexuales”, no sólo se trata de inmorales, peligrosas y dañinas a las personas homosexuales, pues también se invita a impedir la asociación de las mismas y se dan consejos para revertir o mantener inactiva la orientación sexual.
En su carta, el obispo Vargas indica que “resulta imprescindible invitar a reflexionar (a los jóvenes gays y lesbianas) para poder cambiar la percepción que tienen de la identidad sexual y, por ende, de las conductas que se derivan.,
Junto con afirmar que la homosexualidad es producto de “confusiones o experiencias negativas”, la Conferencia expresa su rechazo total a los foros de la Brigada del Movilh al asociar esa actividad con “conductas promiscuas” y al calificar de “inaceptable” que los alumnos homosexuales se organicen “con la finalidad de promover su condición como si fuese una opción de vida homologable a la heterosexual. Debe evitarse por ello cualquier instancia o actividad que, sin proponérselo, pueda terminar motivando, atrayendo o confundiendo a compañeros por la condición homosexual”.
ATENCION PASTORAL
La CECH envió a los colegios el texto “Atención Pastoral a las Personas Homosexuales”, elaborado por Joseph Ratzinger en 1986, con el fin de que los profesores y directores puedan enfrentar los casos de homosexualidad en los colegios.
“Este texto es, sin duda, el más violento emitido por la Iglesia Católica y no comprendemos como se atreve a entregarlo como un manual a los colegios, toda vez que denigra y ofende a las minorías sexuales, generando odio hacia los jóvenes escolares”, sentenció el Movilh.
En el texto la orientación homosexual es calificada como un “intrínsecamente mala” y “desordenada” “desde el punto de vista moral”, pues sólo busca la “autocomplacencia” y amenaza “seriamente la vida y el bienestar de un gran número de personas”, poniendo “los derechos de la familia en peligro”. Por ello, “en ningún caso puede recibir aprobación”.
Potenciando la oposición a la organización de minorías sexuales, el texto sostuvo que “ningún programa pastoral auténtico podrá incluir organizaciones en las que se asocien entre sí personas homosexuales, sin que se establezca claramente que la actividad homosexual es inmoral”.
Se deberá, en consecuencia, “retirar todo apoyo a cualquier organización que busque subvertir la enseñanza de la Iglesia, que sea ambigua respecto a ella o que la descuide completamente. Una especial atención se deberá tener en la práctica de la programación de celebraciones religiosas o en el uso de edificios pertenecientes a la Iglesia por parte de estos grupos, incluida la posibilidad de disponer de escuelas y de los institutos católicos de estudios superiores”, puntualiza el texto.
POSTURA DEL MOVILH
Junto a la denuncia de la campaña el Movilh indicó que:
“1.- Responsabilizamos desde ahora a la Iglesia Católica de cualquier atropello que sufran los escolares homosexuales en el sistema educacional.
2.- Calificamos a la Iglesia como una institución nefasta que mediante la falsedad y la perversión vomita basura para contaminar la democracia, la libertad, y la igualdad de derechos ante la ley.
3.- Aseveramos que tras nuestra denuncia quedó en clara evidencia que la Iglesia tiene contradicciones inmorales entre sus discursos públicos y privados.
4.- Que nos mantendremos firmes en la decisión de que nuestra Brigada Escolar desarrolle foros antidiscriminatorios en los colegios, pese a que las políticas de la Iglesia están dificultando nuestros planes.
5.- Agradecemos a los representantes de colegios católicos que valoran nuestras políticas y nos han informado del inmoral accionar de la Iglesia.
6.- Anunciamos, por último, que para las próximas semanas diversos homosexuales estudiamos renunciar al catolicismo de la Iglesia quemando en un lugar público nuestros certificados de bautismo y/o de primera comunión”.
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