Asociación Chilena de Ong´s protesta contra golpe de Estado en Honduras

En la Embajada de Honduras en Santiago, la Asociación solidarizó con el derrocado presidente Manuel Zelaya y pidió a las fuerzas armadas y policías de ese país a terminar con la represión que afecta a las manifestaciones ciudadanas.

Bajo el lema “Ni una dictadura en América Latina”, la Asociación Chilena de Organismos no Gubernamentales, Acción,  se manifestó ayer en el frontis de la Embajada de Honduras, en Santiago, para repudiar el golpe de Estado que el pasado 28 de junio pasado terminó con la expulsión de su país del presidente Manuel Zelaya.

Acción, de la cual es parte el Movilh, exigió “mecanismos para restaurar el orden institucional de Honduras” y denunció “la extrema vulnerabilidad de los actores de la sociedad civil, organizaciones de mujeres, Ong´s y medios de comunicación que han rechazado el golpe de Estado y han defendido la democracia en su país”.

“Denunciamos que el régimen golpista está cometiendo graves violaciones a los Derechos Humanos, incluidas las detenciones de dirigentes sociales y políticos, la destitución de autoridades locales, la limitación grave de las libertades públicas por medio de la imposición del Estado de excepción y la vulneración al derecho a la información y expresión de la ciudadanía”, señaló el presidente de Acción,Alvaro Ramis.

Ya en declaración pública emitida el mismo día del golpe de estado, Acción y otras 17 organizaciones extranjeras agrupadas en la Mesa de Articulación de Asociaciones Nacionales y Redes Regionales de ONG de América Latina y el Caribe habían formulado similares exigencias.

Durante la protesta en Santiago, que contó con la asistencia de la candidata presidencial Pamela Jiles, Acción abogó por el respeto de los derechos humanos en Honduras y llamó a las Fuerzas Armadas y la policía de ese país “a desobedecer las peticiones que tengan por fin reprimir las protestas de sus ciudadanos”.

Esta jornada el derrocado mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, fracasó en su intento de regresar a su país en medio de amenazas del gobierno interino de interceptar su aeronave y luego de que fuerzas de seguridad dispararan contra sus seguidores.

En las inmediaciones del aeropuerto de Tegucigalpa miles de seguidores de Zelaya se enfrentaron con los soldados que custodiaban la pista de aterrizaje, quienes abrieron fuego y dejaron al menos dos muertos.