Comisión de Defensa de la Cámara citará a todos los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas
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Luego de conocerse dos instructivos homofóbicos, así como la discriminación padecida por un ex militar gay, que envió su testimonio al Congreso Nacional. La comisión trató el tema tras una petición escrita del Movilh que fue respaldada por el diputado Patricio Hales.
La Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados acordó hoy citar a todos los comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas para que expongan la manera como están enfrentando la discriminación en sus filas, tras conocerse variados episodios de homofobia denunciados por Canal 13, un ex militar gay y el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
La determinación fue adoptada por el presidente de la Comisión, Germán Verdugo (RN) y los diputados Pedro Araya (PRI), Alberto Cardemil (RN), Patricio Hales (PPD), Roberto León (DC), José Pérez Arriagada (PRSD), Ricardo Rincón (DC), Jorge Ulloa (UDI) e Ignacio Urrutia (UDI), tras variadas peticiones sobre la materia formuladas por el Movilh públicamente, en cartas dirigida al Parlamento y en la reunión sostenida hoy en el Congreso Nacional.
“Al respecto hoy la Comisión nos indicó que preliminarmente se había decidido citar sólo al Comandante en Jefe del Ejército. Sin embargo, insistimos que debía llamarse a todos los Comandantes en Jefe, lo que finalmente fue aceptado”, sostuvo el Movilh.
El 6 septiembre pasado Canal 13 había hecho público un instructivo firmado por el Jefe de la I División, Cristián Chateau, que pide excluir del Ejército a los funcionarios sobre la base de la orientación sexual o la posición socioeconómica, además de denunciar la discriminación padecida por un ex militar gay.
Seis días más tarde, el Movilh denunció que el Reglamento de Medicina Preventiva de las Fuerzas Armadas DNL- 928, dictado el 14 de julio de 1982, trataba a la homosexualidad como una perversión sexual, impidiendo el ingreso de quienes tienen una orientación sexual diversa a todas las FFAA.
En ese sentido, el Movilh valoró la determinación de la Comisión de Defensa, por cuanto “los casos de discriminación conocidos en el último mes, ameritan tratar esa realidad de manera integral en las Fuerzas Armadas, no sólo en el Ejército. Esta es una oportunidad preciosa para contribuir a erradicar la discriminación del mundo militar, además de pertinente para hacer justicia en nombre de quienes han padecido atropellos”.
Para fundamentar su petición de citar a los comandantes en jefe, el Movilh entregó un relato inédito sobre la discriminación padecida por un ex militar gay en el norte de Chile, así como un testimonio escrito por él mismo que da cuenta de los efectos emocionales y psicológicos que ha tenido en su vida la discriminación. También ahondó en la manera como opera la homo-transfobia en las Fuerzas Armas y las formas de enfrentarla
La Comisión trató el tema hoy luego de que así solicitara el Movilh en septiembre pasado con el respaldo del diputado Patricio Hales.
Al Congreso, también fue citada hoy la Fundación Iguales, a petición del diputado y consejero de dicho colectivo, Aldo Cornejo. En la ocasión Iguales destacó que la la homosexualidad no es una enfermedad, y se refirió a la realidad de la diversidad sexual en el sistema internacional y los procesos de reclutamiento, entre otros.
Los hechos que afectan al ex militar
A continuación se reproduce parte la exposición del Movilh ante la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, que incluye un relato del propio ex uniformado, así como nuevos antecedentes de su caso.
“A nombre y a petición de un cabo primero del Ejército que prestó servicios en la institución entre el 1 de enero de 1999 y el 26 de agosto del 2012, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) expone y denuncia ante la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados los siguientes hechos:
El 7 de septiembre del 2010 el cabo fue informado que sería trasladado de lugar, a una unidad inferior, es decir desde la Oficina de Relaciones Públicas del Comando de la 1ra División del Ejército de Antofagasta al Regimiento Logística Número 1 de Tocopilla.
Los superiores le explicaron que el traslado era por mal desempeño, sin embargo, durante todos sus años de servicio el cabo siembre obtuvo “felicitaciones”, ubicándose en la lista 1, es decir entre los funcionarios sobresalientes.
En la ocasión el cabo suplicó no ser trasladado a Tocopilla, pues había sido supervisor de esa unidad, resultando lógico que, en sus propias palabras, le harían la vida imposible. Aunque el cabo sospechó de que el traslado tenía relación con su orientación sexual, ello sólo lo corroboró tiempo después cuando tomó conocimiento de que Inteligencia del Ejército le hizo seguimientos durante su tiempo libre, sólo en virtud de su homosexualidad.
En su nuevo lugar de trabajo, las condiciones fueron deplorables. En efecto, una vez en Tocopilla, trabajó en forma transitoria en la Compañía de Guerra Electrónica del Batallón de Telecomunicaciones y luego, desde el 3 de marzo del 2011, se desempeñó como sargento primero de la Compañía de Telecomunicaciones de Combate.
En esos lugares el funcionario nunca contó una oficina real. Mientras en la Compañía de Guerra Electrónica había sólo mesas y sillas oxidas y debió el cabo comprar materiales de oficina, como tintas, con su propio dinero, en la Compañía de Telecomunicaciones había techos falsos con orificios, sin escritorio, sin computador y con el más baño más cercano a 800 metros de distancia.
El cabo debió preguntar en otras reparticiones si sobraban materiales para armarse de una oficina y accesorios de computación. Esto fue muy distinto a la Oficina de Relaciones Públicas de la 1ra División de Ejército de Antofagasta, donde el cabo tenía internet, intranet, citófono, teléfono de red fija y escritorios acordes para realizar su trabajo diario.
En todo el período el ex militar fue insultado y hostigado verbalmente por sus superiores por cualquier razón, pero sólo desde el 28 de noviembre del 2011 se comienza a hacer referencia específica a su orientación sexual.
En efecto, en esa ocasión hubo una intención de trasladarlo a la Oficina de Relaciones Públicas de la Comandancia del Regimiento, en Tocopilla. Para decidir ello, la discusión de sus superiores sobre la pertinencia del traslado se centró en su orientación sexual, pues para sus jefes alguien gay no podía tener bajo su cargo a personas, según relataron funcionarios de rango inferior. Finalmente el 12 de diciembre del 2011 decidieron mantener al cabo donde estaba, en precarias condiciones.
En tanto, otro grave episodio se vivió el 26 de enero del 2012, cuando hicieron formar a todo el batallón. Ahí el capitán Pedro Pizarro Peroti, quien se despedía del lugar porque lo habían trasladado, dijo frente a todos “cuidado con salir del clóset”, en clara referencia al cabo.
En marzo del 2012, el joven fue trasladado al Regimiento Logística de Tocopilla, donde los acosos e insultos se mantuvieron, incluso frente a su hija en una ocasión que visitó el lugar. En medio de una grave inestabilidad psicológica, el cabo renunció el 29 de agosto
Ese día el cabo entregó la carta de renuncia al coronel Enrique Bödecker de la Fuente. “Esto a mí no me sirve así que llévatelo. Ándate y te llevaré a la fiscalía militar”, le amenazó el coronel lanzando la carta a una mesa de centro. El cabo, debió entregar su carta a la ayudante del coronel, la teniente Carina Seguel.
Se precisa, que el cabo identifica como responsables de constantes acosos y discriminación al coronel Cristian Miranda Díaz, al coronel Enrique Bödecker de la Fuente, al Capitán Pedro Pizarro Peroti, al mayor Cristian Cortes Menares, al sargento 1ro. Luis Bahamondez Barra y a la capitán Giovanina Reyes Grandón, lo que refleja una política coordinada de exclusión y acoso.
El relato del militar
Los efectos psicológicos de lo expuesto, relatados en voz del propio cabo son los siguientes:
“A partir del 07 septiembre de 2010 psicológicamente no he estado bien. Desde esta fecha empezó mi calvario. Me había costado muchos años aceptarme tal como era, pero con lo que sucedido a partir del 07 de septiembre del 2010 todo retrocedió.
Empecé a pelear con mi yo interno nuevamente, con mucha depresión. No quería ir a trabajar. Era un martirio levantarme todos los días en la mañana y saber que llegando al trabajo todos me observarían como el rarito. Porque así es como nos miran.
Además pensaba desde esa fecha que profesionalmente no iba a poder crecer. Mis sueños profesionales me habían sido cortados al mandarme a una unidad inferior. Fue como decirme tu profesión llega hasta aquí
Anímicamente estaba por el suelo. No quería hacer nada. Sólo quería estar encerrado en mi casa y que nadie me viera. Aún me pasa.
Antes salía a divertirme después de mis horas de trabajo, a la fecha no salgo prefiero estar en mi casa solo sin que nadie me moleste, ni siquiera para conversar, no quiero compartir con nadie, no me gusta ver a otras personas
Mi autoestima está muy baja. Yo antes era alegre, tiraba tallas a todos siempre en buena onda y con respeto. Siempre me he caracterizado por ser muy respetuoso, conversaba con todo el mundo donde iba, solía conversar horas y horas. Opinaba ante cualquier persona o en grupo, ahora me da hasta miedo hablar. Para que decir en grupo, llego a temblar. Ni yo sé porque me pasa eso ahora.
Tengo terror de equivocarme delante de los demás. Desde que pasó todo esto en las noches duermo a saltos y me cuesta cerrar los ojos. Tengo trastornos de apetito, he perdido vitalidad, todo esto por las reiteradas humillaciones que pase en estos dos últimos años”.
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