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Presentan querella contra carabineros por maltrato homofóbico, robo y cohecho

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Una pareja gay fue víctima de burlas y humillaciones en razón de su orientación sexual en la Primera Comisaría de Santiago. Palabras como “mariconcitos”,  gestos y gritos burlescos,  cohecho e incluso robo padeció la pareja. En tanto, un hombre gay con discapacidad también denunció discriminación de parte de vecinos

Con el patrocinio de la abogada  Karen Bielefeldt y el respaldo del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) un hombre gay presentó hoy una querella criminal por delitos de vejamen, apropiación indebida y cohecho contra funcionarios de la Primera Comisaría de Santiago que lo agredieron a él y su pareja en razón de su orientación sexual.

Los hechos afectan al joyero Erick Bravo Castro y su pareja, Jorge Magaña,  quienes fueron detenidos el pasado 11 de noviembre por funcionarios policiales, tras una riña con el conserje del edificio donde viven.

“Desde el momento mismo de  la detención las policías agredieron verbalmente a la pareja y la sometieron a humillaciones en la Primera Comisaría. El procedimiento fue tan irregular, que la pareja fue víctima de robo policial, así como de cohecho, en medio de constantes burlas e insultos por su orientación sexual”, explicó el presidente del Movilh, Rolando Jiménez.

En efecto, cuando llevaron a la pareja gay a constatar lesiones  a la Posta Central, un funcionario de apellido Calluqueo “comenzó a insultarme. “Perdón por no tener aire acondicionado mariconcito.”  me dijo.  Cuando le pedí al médico que me tomara una radiografía,  el mismo funcionario señaló frente médico de turno que “a estos les gusta sacarse fotos piluchos. Si te gusta yo te las saco””, relató Bravo.

Una vez en la Comisaría “los carabineros de turno nos hicieron a Jorge y a mí sacarnos la ropa. Nos obligarnos a ponernos en cuclillas y con voz fuerte nos dijeron en tono burlón “es para ver si se les sale alguna cosita…””, denunció Bravo.   Por el contrario al conserje, que también había sido detenido, en ningún momento le pidieron que se desnudara.

Horas más tarde, añadió Bravo, un funcionario policial “nos amenazó con que quedaríamos detenidos hasta el día lunes. Luego frotó sus dedos, en gesto de pedirnos dinero, señalando que “si quieren salir, yo me porto bien pero ustedes también se portan bien””

“Durante todo el tiempo que estuvimos en el calabozo, fuimos víctimas de desagradables demostraciones de homofobia, como gritos  (uuuuuuuy) y gestos groseros por parte de la policía”, precisaron los afectados.

La pareja logró ser liberada seis horas más tarde, pero no le hicieron entrega de todas sus pertenencias. “A Jorge no le devolvieron un aro de medio millón de pesos. Intentamos estampar un reclamo, pero no nos dejaron”, puntualizó Bravo.

Junto con repudiar la homofobia policial y anunciar que “por estos mismos hechos presentaremos una acción de no discriminación, apelando a la ley Zamudio”, el presidente del Movilh denunció que “ya se está volviendo habitual que frente a cualquier riña que involucre a personas homosexuales, Carabineros saque a relucir su homofobia. Esto no lo toleraremos y esperamos que tribunales apliquen la máxima sanción a los responsables”.

Persona con discapacidad

Este no fue el único caso de discriminación denunciado por el Movilh en el transcurso de la última semana. El domingo pasado el organismo dio cuenta de los atropellos padecidos por un hombre gay de 51 años con discapacidad.

El afectado, que tiene secuelas físicas producto de una poliomelitis, ha sido permanentemente insultado por parte de la comunidad del edificio donde vive en razón de su orientación sexual. Más lamentable aún, semanas atrás el edificio fue remodelado, sacándose el pasamanos de acceso, lo que obstaculiza el desplazamiento del hombre debido a su discapacidad

“El  afectado debe esperar por largos momentos de pie en el hall de acceso del edificio  para que alguien lo ayude a entrar o salir. Esto se ha transformado en una tortura para él, hemos sido testigos de ello,  y cuando ha pedido que se corrija la situación reinstalando el pasamanos ha recibido insultos en razón de su orientación sexual”, precisó  el Movilh.

“La doble discriminación es una realidad cotidiana, pero muy desconocida y poco abordada. Esta invisibilidad, incrementa el impacto negativo frente a quienes padecen este tipo de exclusiones, siendo necesaria la denuncia y el repudio para evitar que ocurran”, apuntó el Movilh.

Tras las denuncia, la administración del edificio se comprometió a solucionar los problemas en los próximos días, lo que de no ocurrir podría derivar en acciones legales.

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