Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería se reunió con el Movilh
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El Movimiento de Integración y Liberación homosexual (Movilh) se reunió con la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Ministerio de Relaciones Exteriores para conocer la disposición del gobierno en torno a la futura “Convención Interamericana contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación e Intolerancia”.
En la cita, el director (s) de Derechos Humanos, Miguel Angel González, indicó que la postura del gobierno es que la Convención aborde el tópico de la discriminación de la manera más general e integral posible, pues centrarse o dar predominancia sólo a algún tipo de fenómenos, como el racismo o la xenofobia por ejemplo, implicaría dejar fuera la variedad de realidades de cada país.
En relación a la propuesta del Movilh de incluir las categorías de “orientación sexual” e “identidad género” en la Convención, González apuntó que el éxito de tal demanda se vincula con la movilización de la sociedad civil en la materia, tanto a nivel local como regional. En todo caso, se adelantó una buena disposición de Chile respecto al tópico.
El 7 de junio del 2005 la Organización de los Estados Americanos aprobó la formación de un Grupo de Trabajo para la Convención, cuya redacción definitiva debería estar lista en el primer semestre del 2006.
Hasta ahora el país más activo en torno al tema ha sido Brasil, mientras Estados Unidos y Canadá se han mostrado reticentes, por cuanto estiman que los instrumentos existentes a la fecha ya abordan el fenómeno de la discriminación.
Las acciones que está cursando el Movilh en Chile para generar climas favorables a la inclusión de las minorías sexuales en la Convención, ya la está ejecutando a nivel regional la Comisión Internacional de Derechos Humanos de Gays y Lesbianas (IGLHRC).
El mes pasado el Movilh ya había enviado por escrito su propuesta a la Cancillería, la cual junto al tópico de la orientación sexual y la identidad de género, aconsejó que la norma establezca la necesidad de generar leyes locales en contra de la discriminación, así como la creación de una red ciudadana de apoyo a la misma.
También se propuso que la Convención modifique su actual título, pues el mismo da una relevancia superior al racismo, como si tal fenómeno fuera más grave o más urgente de resolver que otro tipo de discriminaciones arbitrarias.
