José Antonio Kast es electo presidente de Chile
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Apoyado por corrientes de diversas derechas, Kast obtuvo el 58,16% de los votos.
El candidato de las derechas José Antonio Kast, resultó ayer electo presidente de Chile con el 58,16%, equivalentes a 7.254.850 sufragios, frente al 41,84% de Jeannette Jara, correspondiente a 5.218.444 votos.
Frente a los resultados de los comicios, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) señala:
“Nos declaramos en estado de alerta, atendida la trayectoria pública y política Kast, caracterizada durante décadas por una oposición sistemática a leyes y políticas públicas orientadas a la igualdad y la no discriminación de las personas LGBTIQ+.
Si bien a lo largo de este año en su calidad de candidato Kast evitó referirse explícitamente a temas vinculados a la diversidad sexual y de género, y dichas materias no fueron abordadas en su programa presidencial, su historial de posicionamientos abiertamente contrario a los derechos de las personas LGBTIQ+ genera una legítima y fundada incertidumbre respecto de la eventual intención de debilitar o erosionar avances construidos durante décadas en favor de la igualdad.
Instamos al presidente electo y a los sectores de ultraderecha que lo acompañan a comprender e internalizar que los derechos de las personas LGBTIQ+ se inscriben en la universalidad de los derechos humanos y no constituyen una ideología ni una tendencia política. Este no es, ni nunca ha sido, un tema de izquierdas o derechas, aunque de lado y lado algunos se han esmerado en señalar lo contrario, sin otro fundamento que sus propias aspiraciones partidistas o electorales.
Instamos a la derecha liberal, en especial a la piñerista, a defender con fuerza el legado que el fallecido presidente Sebastián Piñera dejó en temática sLGBTIQ+, a no transar las convicciones que en el pasado mostraron, cuando fueron gobernantes, con los principios de no igualdad y no discriminación para las diversidades sexuales y de género.
Toda persona, con independencia de su orientación sexual, identidad o expresión de género, o de sus características sexuales, merece los mismos derechos y deberes, sin discriminaciones arbitrarias de ningún tipo. En Chile no pueden existir ciudadanos y ciudadanas de segunda categoría, como sugieren algunas ideologías o creencias. Quien ejerce la Presidencia de la República debe gobernar en beneficio de todas las personas, sin exclusiones.
En amplios sectores de las personas LGBTIQ+, especialmente entre quienes no participan del activismo, existe hoy incertidumbre y temor ante la posibilidad de retrocesos en derechos ya conquistados. La lucha sistemática por la igualdad comenzó en 1991 y muchas personas conservan aún una memoria viva de tiempos en que la mayoría debía ocultarse, mientras el Estado criminalizaba y patologizaba sus existencias. Ese pasado causó un profundo daño, arrebatando la felicidad y el desarrollo pleno a miles de infancias y adolescencias.
Por ello, llamamos al presidente electo a comprometerse con la promoción y protección de los derechos humanos de todos los niños, niñas y adolescentes, sin restringir su desarrollo ni su bienestar en razón de la orientación sexual o identidad de género que van reconociendo a lo largo de sus vidas.
La democracia se ha expresado. José Antonio Kast ha sido electo presidente de Chile.
Como Movilh, seguiremos defendiendo, con convicción y responsabilidad, la plena igualdad de derechos para todas las personas LGBTIQ+, de las parejas del mismo sexo y de las familias homoparentales.
Los derechos conquistados no son concesiones: deben ser respetados, garantizados y protegidos por el Estado. Ninguna persona debiera enfrentar discriminación por su orientación sexual, identidad o expresión de género, ni por sus características sexuales.
La lucha por la igualdad LGBTIQ+ se ha desarrollado con persistencia y de manera sistemática desde la recuperación de la democracia, bajo todos los gobiernos, y continuará guiada por la convicción de que los derechos humanos son universales, indivisibles e irrenunciables.
Este camino comenzó cuando ser LGBTIQ+ en Chile era delito y enfermedad, cuando la mayoría de la sociedad y de sus instituciones optaban por el silencio. Hoy el país es distinto: no perfecto, pero más justo.
Tenemos historia, tenemos fuerza y tenemos sueños ya cumplidos. Llamamos a todas las personas LGBTIQ+ a no decaer: aún quedan más sueños por alcanzar.
El camino continúa, con firmeza y con cuidado.
Que en 2026 las banderas del Orgullo se sientan como nunca.
Movilh”
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