Kaiser incita al odio en cierre de campaña: junto a sus seguidores trató de degenerados a quienes apoyan a niños trans
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Se opuso a los programas de acompañamiento para niños, niñas y adolescentes trans, desinformando con un lengueje abiertamente violento.
Durante el cierre de su campaña, efectuada ayer en Providencia, el candidato presidencial Johannes Kaiser se lanzó en picada contra las personas, instituciones y políticas públicas destinadas acompañar los procesos de transición de niños, niñas y adolescentes (NNA) trans, tratando junto a sus seguidores de “degenerados” a quienes apoyan dichos procesos.
“Se va hacer cargo señor presidente. Ustedes andaban hormonizando menores de edad. O sí. Y metieron el PAIG. Para hacerles el cambio, empezar con el apoyo al cambio de sexo a niños de tres años. Tres años. Con mucho respeto señor presidente, pero ustedes no están bien de la cabeza. Y todos los que estés dispuestos a apoyar algo así, no están bien de la cabeza. Son unos degenerados. Así es, los niños no se tocan… El sistema educacional lo han utilizado para su propio beneficio para adoctrinar a generaciones completas. La verdad es que ya estábamos acostumbrados a esto. Con lo que no estábamos acostumbrados, era el nivel y la frescura con que lo han hecho”, señaló el abanderado, mientras sus seguidores repetidas veces gritaban “degenerados”.
Al respecto al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) señala que:
“Repudiamos dichas declaraciones porque faltan a la verdad y envían un mensaje de odio hacia niños, niñas y adolescentes trans, lo cual es intolerable.
Estas declaraciones son una clara incitación al odio, y bien lo demuestran los gritos de los seguidores de Kaiser acusando de degenerados a quienes apoyan los procesos de transición de NNA trans, mientras sus seguidores replicaban con gritos tal ofensa.
Los discurso de odio de Kaiser, faltan a la verdad porque en Chile las cirugías corporales de adecuación sexual solo están permitidas para personas mayores de 18 años, desde el 2011 con la “Vía Clínica para la adecuación corporal en personas con incongruencia entre sexo físico e identidad de género”.
Y si bien algunos especialistas, con respaldo médico y ético, han recomendado tratamientos hormonales a menores de 18 años, ello ocurre bajo estricta supervisión profesional y con el consentimiento informado de las familias. Jamás, en ningún caso, se ha sometido a un niño o niña de tres años a terapias hormonales o intervenciones físicas de ese tipo.
Tampoco se les impulsa a “cambiar de sexo”, sino que se les acompaña para que desarrollen su identidad de género de manera sana, en un entorno comprensivo, seguro y libre de imposiciones.
Resulta además ofensivo y cruel que Kaiser trate de “degenerados” a quienes acompañan amorosamente la transición de sus propios hijos e hijas. Sus palabras no solo desprecian a las familias que cuidan y sostienen a sus hijos/as, sino que también revelan la fragilidad de sus principios: aquellos mismos que invoca cuando habla del “derecho preferente de los padres”, pero que abandona cuando esos padres no piensan como él.
Asimismo, insulta a los profesionales del Programa de Acompañamiento a la Identidad de Género (PAIG), quienes desde la ciencia —y no desde el fanatismo— brindan apoyo integral a niños, niñas, adolescentes y sus familias.
Kaiser llega aún más lejos: daña directamente a niños, niñas y adolescentes trans al presentarlos como una amenaza o una anomalía, al exponerlos públicamente al odio y la burla, al negarles su dignidad más básica: la de existir y ser reconocidos tal como son. Ese tipo de discurso no es una opinión ni parte del debate político; es violencia simbólica. Una violencia que humilla, que lastima y que pone en riesgo vidas reales.
Por todo ello, el Movilh llama abiertamente a no votar por Kaiser”
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