URUGUAY: PRIMER PAIS LATINOAMERICANO QUE SANCIONARA CON PRISION A LOS HOMOFOBICOS

La reforma al Código Penal aprobada este mes por el Parlamento sanciona con hasta dos años de prisión a quienes promuevan la discriminación contra las minorías sexuales. La norma es inédita en Latinoamérica, pues leyes similares existentes en otros países no tienen alcance nacional, a diferencia de la uruguaya.

Por Catalina Herrera

 

Diana Mines, líder histórica del movimiento homosexual uruguayo
Diana Mines, líder histórica del movimiento homosexual uruguayo

29 de julio, 2003 (OpusGay).- Hasta ahora Argentina había liderado las principales pautas de la región con normas constitucionales que prohíben la homofobia y con leyes y proyectos que posibilitan las uniones de hecho en algunas de sus provincias. Será Uruguay, sin embargo, el país de donde provendrá la más importante norma contra la discriminación, toda vez que una reciente reforma al Código Penal será aplicable automáticamente a toda la nación.

Se trata de un proyecto de ley presentado en el 2000 por el congresista Washington Abdala y que tras ser aprobado por la Cámara de Representantes (diputados) obtuvo finalmente este 10 de julio el visto bueno del Senado.

El beneplácito del Senado “significa que por primera vez el Estado reconoce la gravedad y reiteración de la violencia enfrentada por muchas personas a causa de su orientación e identidad sexual” , señaló a OpusGay la líder histórica del movimiento homosexual uruguayo y coordinadora del Grupo de Lesbianas, Gays, Travestis, Transexuales y Bisexuales (LGTTB) de Amnistía Internacional, Diana Mines.

La propuesta, que deberá ser promulgada en los próximos días por el presidente Jorge Batlle, modifica el artículo 149 del Código Penal incluyendo a las minorías sexuales como uno de los grupos que es necesario proteger, junto a las minorías étnicas, religiosas y los inmigrantes.

Con la enmienda “quienes sufran discriminación se sentirán respaldados en su derecho de denunciar y, eventualmente, servirá para fundamentar la inconstitucionalidad de disposiciones discriminatorias contenidas en otros proyectos de ley, actuales o futuros”, explica Mines.

LA GENESIS DE UN HITO

Fue el 16 de junio de 1989 cuando el Poder Ejecutivo promulgó la Ley 16.048 que modificaba el artículo 149 del Código Penal. Dicha enmienda dispuso la penalización contra quienes discriminaran a las personas en razón de su raza, religión, color de piel u origen nacional o étnico. Como la norma dejó al margen a las minorías sexuales, el diputado Abdala presentó en el 2000 un nueva enmienda que incluía a ese sector.

La reforma del parlamentario, que desde su génesis contó con el apoyo y los aportes del Grupo Diversidad y el Grupo LGTTB de Amnistía Internacional, especifica que quienes inciten al odio, al desprecio o la violencia moral o física contra ” una o más personas en razón del color de su piel, su raza, religión, origen nacional o étnico, orientación e identidad sexual, será castigado con tres a 18 meses de prisión”. La pena se eleva “de seis a 24 meses de prisión” en aquellos casos cuando se comete el acto violento.

Aunque el primer trámite favorable data de octubre del 2001 cuando la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el proyecto, la ley atravesó en los últimos dos años por un tedioso camino burocrático potenciado por una fuerte oposición proveniente de la Iglesia Católica y grupos pentecostales y evangélicos.

En contraofensiva, el movimiento homosexual desarrolló diversos seminarios y encuentros con los parlamentarios, en especial con Abdala. Los antecedentes previos ya databan de 1998, cuando  convocamos a las cuatro colectividades políticas representadas en el Congreso (Partido Nacional, Partido Colorado, Frente Amplio y Nuevo Espacio) para discutir en un panel sus posiciones con respecto a la diversidad sexual”, recuerda Mines.

En el 2000, agrega la dirigente, Abdala asumió como presidente de la Cámara de Diputados, hizo públicas las reformas al Código Penal y “convocó a un Foro sobre Diversidad Sexual al que fuimos invitadas todas las organizaciones activistas. Representantes de los grupos que conformamos la Coordinadora Uruguaya del Orgullo mantuvimos posteriormente varias reuniones con el equipo asesor de Abdala para elaborar un Manual de Derechos yavigentes y aplicables a la comunidad LGTTB uruguaya”.

ABDALA Y LAS UNIONES DE HECHO

Diputado Washington Abdala

En su proyecto de reforma al Código Penal, el diputado Abdala expuso una fuerte defensa de los derechos de las minorías sexuales por cuanto ” e l Estado uruguayo, en tanto Estado liberal, no puede formular juicios morales sobre los estilos de vida de las personas, salvo que los mismos vulneren derechos de terceros “.

Aún cuando la iniciativa sólo perseguía enmendar el artículo 149, el parlamentario aprovechó el debate para incluir en el proyecto una postura favorable en torno a la uniones de hecho entre personas del mismo sexo, llegando a hablar de un “eventual reconocimiento de ese vínculo”.

“Nuestro derecho no reconoce otro vínculo jurídico que ampare la vida en común de dos personas que el surgido del matrimonio civil entre el hombre y la mujer (…) Esa desprotección jurídica se torna más evidente y clara en el caso de las parejas homosexuales, por cuanto tienen cerrada la vida del matrimonio. Por esa razón no es infrecuente que la disolución del vínculo de pareja signifique el desamparo para alguno de sus integrantes”, indica Abdala.

Para el congresista esa realidad es “particularmente dramática cuando fallece el integrante de la pareja que figura como propietario de la vivienda que han compartido, quedando el concubino supérstite librado a la eventual buena voluntad de los herederos del fallecido”.

La aprobación de las sanciones aprobadas por el Parlamento contra los homofóbicos, es interpretada, en consecuencia, como un avance más sólido hacia las uniones de hecho entre personas del mismo sexo, lo cual significaría para los homosexuales uruguayos un nuevo triunfo.

Pero los debates en torno al “vínculo homosexual” no son los únicos que se potenciarán con las modificaciones al Código Penal, pues otros dos proyectos relacionados con las minorías sexuales también se verán beneficiados: uno referido a la fertilización asistida y otro de un proyecto marco contra la discriminación.

MADRES LESBIANAS

El proyecto de ley de Reproducción Humana Asistida, presentado en 1996 al Congreso por el senador Alberto Cid, deja fuera de sus normativas a las mujeres lesbianas y solteras, lo cual ha despertado las críticas del movimiento homosexual.

El Senado ya aprobó la iniciativa en “términos generales”, debiendo analizarlo “artículo por artículo” en los próximas semanas. Tras ello, el proyecto pasará a la Cámara de Diputados, ” donde esperamos encontrar mejor disposición hacia nuestras objeciones” , indica Diana Mines.

El fin de la dirigente es que las lesbianas pueden acceder al beneficio de la fertilización asistida, sin efectuar ningún tipo de transacciones que obstaculicen dicho objetivo. Ello porque, según Mines, “el propio autor del proyecto (Cid) reconoció que la idea ha sido aprobada en el Congreso gracias a una transacción”, consistente en marginar a las lesbianas y las solteras.

“Esto es doblemente lamentable porque se consideró que los derechos de las mujeres son “transables” y porque se negoció con los sectores vinculados al Opus Dei, aunque no queda claro si hubo otras presiones, incluso internacionales” , alega Mines.

Otra de las preocupaciones de los homosexuales uruguayos en el plano legislativo es la inclusión de la “orientación sexual” en un Proyecto de Ley Sobre Discriminación presentado recientemente y que aboga por el diseño e impulso de ” campañas educativas tendientes a la preservación del pluralismo social, cultural y religioso”.

Hasta ahora la propuesta se centra en el racismo, la xenofobia y la discriminación, pero deja fuera la homofobia. Esa situación pretende ser modificada por el movimiento homosexual, pues si bien las normas en teoría tienen una interpretación amplia, en la praxis ello no sucede.

MOVIMIENTO HOMOSEXUAL

En manos del presidente Batlle se encuentra el último trámite de la reforma pro-gay
En manos del presidente Batlle se encuentra el último trámite de la reforma pro-gay

En junio pasado los uruguayos celebraron por 11 vez los derechos de las minorías sexuales bajo el lema “nadie es, sí prohíbe que los demás sean”. Los actos, dirigidos por la Coordinadora Uruguaya del Orgullo LGTTB durante una semana, incluyeron talleres y seminarios sobre discriminación y sexualidad

La Coordinadora aglutina al Grupo Diversidad, al Grupo LGTTB de Amnistía Internacional, el Encuentro Ecuménico para la Liberación de las Minorías Sexuales, la Diaconía Cristiana en la Diversidad, el Centro de Investigación y Estudios Intersexuales, Las Hermanas de la Perpetua Indulgencia y el Grupo de Docentes, todos los cuales el último sábado de septiembre efectúan además una marcha y una caravana.

De esas organizaciones la más antigua es el Grupo Diversidad, el cual data de 1997 y continuó con la labor ejercida por sus antepasados, entre ellos la asociación Scorpio, el primer grupo homosexual uruguayo que surgió en la década de los 70.

En la actualidad las minorías sexuales organizadas tienen esperanzas de que Batlle promulgue las modificaciones al Código Penal, aún cuando en el 2001 el presidente vertió declaraciones homofóbicas a través del New York Time, y de  acercar a más integrantes de la extendida pero muy oculta población lésbica, gay, transexual y Bisexual uruguaya”, puntualizó Mines.