TRANSAMERICA: LAGRIMAS Y RISAS EN EL CAMINO HACIA LA REASIGNACION SEXUAL

Tras recibir variados premios y ser rodada en regiones conservadoras, incluida una iglesia mormona, llega a Chile Transamérica, una historia de gran humanidad y bajo presupuesto. A su criollo Avant Premiere fueron invitadas especialmente activistas trans, mientras desde España la transexual más conocida de habla hispana, Carla Antonelli, aplaude la cinta.

Por D.U

9 de noviembre, 2006 (OpusGay).- Coincidiendo con el año de la creación de la Primera Alianza Nacional Trans, llega a las salas criollas de Chile “Transamérica”, una conmovedora historia sobre una tímida transexual que lucha por someterse a una reasignación sexual que la transforme físicamente en quien realmente siente que es: una mujer.

La cinta; que valió el Globo de Oro 2006 y la nominación al Oscar a su productora y protagonista, Felicity Huffman; es, como bien lo han indicado las críticas, una historia “para reír a carcajadas y conmoverse hasta las lágrimas”.

La sensibilidad de la película con la que debuta el director quizás se explique porque está inspirada en un hecho real. “Hace años conocí a una mujer encantadora que me dijo, cuando ya llevábamos varios meses de amistad, que era una transexual: se había hecho depilación eléctrica, cirugía de feminización facial, había tomado hormonas durante años… todo, excepto la operación genital final”, ha dicho Tucker.

Esa misma mujer transexual fue la que sorprendió al director no sólo por una cruda historia de rechazo social y familiar, sino también por su permanente “valentía y sentido del humor” para enfrentar las adversidades.

La historia donde Huffman encarna a Bree se enmarca en ese espíritu. El más profundo deseo de Bree es someterse a una cirugía que le extirpe un órgano que le resulta ajeno. Tiene todo listo para dar el paso final. Sus exámenes médicos y psiquiátricos avalan su decisión y cuenta con el dinero necesario que ha ahorrado durante años con el esfuerzo de dos trabajos.

A días de la operación, una llamada telefónica de último minuto cambia el rumbo de su vida y de sus intereses. Desde su modesta casa en Los Angeles, la Policía le informa que un joven ha sido detenido por tráfico de drogas. Toby (Kevin Zegers), resulta ser su hijo, el producto, como la misma Bree indica, de una relación “trágicamente lésbica” que mantuvo con una compañera de universidad.

Los especialistas aconsejan a Bree que resuelva este nuevo hecho antes de la operación y, desde ese momento, la mujer comienza una nueva historia que despertará su pasado de exclusión familiar y también de un inédito instinto materno.

¿QUE OPINAN LAS TRANS?

Estrenada hoy en diversas salas del país, “Transamérica” tuvo su Avant Premiere el pasado lunes en el Centro Cultural Alameda. Para la ocasión, fueron especialmente invitadas por MC Films las transgéneros del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).

“Me vi en la película. Las preocupaciones de Bree, que más van allá de la resignación sexual, son muy similares a las nuestras. Reí y lloré. Es una cinta buenísima“, comenta la activista trans del Movilh, Karin Avaria.

Desde España la activista trans más conocida de habla hispana, Carla Antonelli, también destaca el acierto de esta cinta que su director rodó en diversos lugares conservadores de Estados Unidos.

“Transamérica resalta por su humanidad. Demuestra que se puede hacer comedia sin reírse de las y los transexuales. Desde la perspectiva humana llegas a involucrarte
completamente con el personaje principal, sus anhelos y lucha por lograr ser
ella misma”,
 lo cual contribuye a visibilizar la realidad trans en el mundo, dijo a OpusGay Antonelli.

Aunque Carla aclara que cada persona es un mundo distinto, piensa que “toda la película en sí y por base es un fiel reflejo de lo que le
podría suceder a una mujer transexual”.

Llamativo es en “Transamérica” la combinación de personajes poco comunes en la pantalla grande, y su respectiva historia alternativa de centro, con conflictos trágicamente comunes en varias familias y sociedades. La prostitución, la drogadicción, la violación, la pornografía, los maltratos familiares, la soledad y el abandono con algunos de sus ingredientes.

Como bien lo indica Tucker, “decidí hacer “Transamérica” como una road movie porque quería mostrar a estos dos personajes extraordinarios (Bree y Toby) con el telón de fondo de una América y unos americanos comunes y corrientes”.

Agrega que “en mi opinión, “Transamérica” es subversiva en la medida en que el personaje principal es una mujer transexual, pero no es una película sobre la transexualidad: en el fondo es una anticuada historia acerca de un padre, un hijo y los lazos familiares”.

Pero no todas las trans aplauden esa historia. A algunas les molesta que Bree tenga una personalidad tímida, conservadora y recatada.

Para Heather, quien es la transexual más conocida del país debido a su participación en programas del espectáculo de la pantalla chica, Transamérica es sólo “una estudiada y estratégica película alternativa”.

“La cinta no es un aporte significativo para las trans. Es superficial, vista desde el mundo hétero conservador, es una idea parcial de un mundo mil veces más complejo y doloroso, lleno de experiencias traumáticas difíciles de digerir”, apunta.

ANECDOTAS DE TRANSAMERICA

Gustos a favor o en contra, lo concreto es que Transamérica no deja indiferente y cumple con los requisitos de una buena película. No en vano, al Globo de Oro y a la nominación al Oscar, se suman exitosas presentaciones en diversas ciudades tras su Premiere Mundial en el Festival de Cine de Sundance.

En Berlín obtuvo el Premio Teddy a la mejor película gay y lesbiana y en Deauville destacó como mejor guión. Estos reconocimientos fueron antecedidos por ricas anécdotas durante el rodaje.

A falta de recursos económicos, recuerda Tucker, “tuvimos que recurrir a menudo a la hospitalidad de las iglesias locales y de los centros comunitarios cuyas instalaciones utilizábamos como platós. Recuerdo que me puse especialmente nervioso por una iglesia mormona en medio de Arizona“, pues ahí se grabó una de las más tragicómicas e impactes escenas de la cinta.

Para evitar los problemas, agrega Tucker, el productor Sebastián Dungan “dio instrucciones al equipo técnico para que cuando le preguntaran dijera que la película trataba del viaje a través del país de una mujer y su hijo. No se trataba exactamente de una mentira sino de no decir toda la verdad”.

Las preocupaciones llegaron a tal nivel que en la locación de la iglesia mormona “pusimos carteles recordando que no se fumara, que no se dijeran insultos, etcétera, pero yo tenía miedo de que nuestros bulliciosos técnicos neoyorquinos se olvidaran de ellos. En un momento dado, vi a uno de los miembros del equipo bromeando con uno de los penes artificiales que íbamos a utilizar en la escena siguiente. Había una imagen de Jesús en la pared… Tuve que acabar con la diversión”, apunta.

Como se ve desde el rodaje y hasta el producto final Transmérica es una película para reír y llorar que desde hoy puede verse en las salas Cinemark Alto las Condes, Showcase Parque Arauco, Cine Hoyts La Reina, Cine Hoyts San Agustín y Movieland La Dehesa.