El primer país latinoamericano que visitó fue Chile y nunca más volvió. Ya han pasado 24 años de su emblemática participación en el Festival de Viña del Mar, pero sigue siendo el icono de los transformistas locales. Hoy la diva, que tiene como vecinos a su ex marido y su actual pareja, estudia hacer un dúo con uno de los más importantes cantautores italianos, Tiziano Ferro.
Por Andrés Garrido
12 de agosto, 2006, OpusGay. –Es tiempo de hablar de Rafaella Carrá. Esa mujer de 63 años que es la reina indiscutida de las fiestas kitsch criollas. Esa bailarina, cantante, animadora y actriz que toda discoteca gay ha tenido como centro de su música y sus espectáculos y que los principales transformistas del país, y también del mundo, admiran y doblan.
El año pasado Rafaella vino a “hacer el amor al sur“. Estuvo en Argentina, en el programa “La Noche del 10” de Diego Armando Maradona y dejó con la boca abierta a todos los trasandinos.
“A Rafaella Carrá había que mirarla mucho y de arriba para abajo. No fue difícil porque, ni bien puso sus pies en el estudio, los ojos de todos se posaron en ella y en su esbelta figura”, comentó en esa oportunidad la prensa trasandina, que al hacer un balance del 2005 la destacó como una de las “visitas célebres” del año.
También visitó el Cusco, en Perú, donde pasó todo un día en las alturas de Machu Picchu, mientras una vez en Lima se dedicó a la labor social al encontrarse con menores huérfanos a quienes “amadrinó”. Y hasta ahí llegó, porque en Chile no puso un solo pie, pese a que se rumoreó que vendría al Festival de Viña del Mar 2006.
Según los transformistas Paul Bichon (Paullete Favres), Mauricio zenteno (Francis Francoise) y la cantante transexual Heather, la Quinta Vergara hubiera tenido sobrepoblación homosexual en su pasada versión, si es que la Carrá hubiera venido..
Las negociaciones estuvieron a punto de traerla a Chile. La misma Rafaella dijo que “he tenido muchas ofertas para volver, pero no sé por qué no se han concretado. De verdad espero volver a reencontrarme con el pueblo de Chile y por eso quiero saludarlo con mucho cariño. Y es que este fue el primer país de Latinoamérica en el que actué”.
Las ofertas de los productores y el “cariño” fueron insuficientes. El Festival no pudo pagar el alto costo que la diva pidió por su presentación. El sueño de muchos jamás se hizo realidad.
LA “ESTETICA CARRÁ”
Carrá, conocida como el “torbellino italiano”, visitó Chile por última vez en 1982 en el marco de un espectáculo que es identificado como uno de los emblemáticos que han tenido lugar en el Festival de Viña del Mar.
En esa ocasión, millones de chilenos vieron en directo como la intérprete de “Fiesta”, “03 03456” y “California” cautivaba con bailes sensuales y atrevidos y con un afeminado ballet de hombres que la seguía y levantaba a los aires con frenéticos pasos. En la Quinta Vergara, ella se cambió, como siempre, mil veces de vestimentas y lideró, desde su reinato de Diva, decenas de coreografías que todo el mundo emuló, en especial los transformistas, que vieron en Rafaella a la “chica perfecta” de donde sacar ideas para sus presentaciones. Por supuesto, fue elegida la reina del certamen, inaugurando este tipo de reconocimientos que seguirían cada año.
Tras ello, la “onda Carrá” pasó automáticamente a las pistas de las discotecas gays, donde literalmente su música y estética se han eternizado.
No en vano Paulette Favres sostiene que han sido los gays quienes “hemos mantenido viva a Rafaella. Ella es una mina completa. Canta, baila, tiene muchos estilos estéticos. Es una mina completa y es muy fácil de imitar para nosotros, los transformistas”.
La cantante, cuyo nombre real es Rafaella Roberta Pelloni, sabe muy bien que en todo el mundo hay figuras que la imitan. “ Mucha gente copió mi estilo y cuando visito distintos países me lo comentan”, ha dicho la Diva que ha liderado rankings incluso en Rusia, Japón y Turquía.
Y es que la Carrá, como dice Francis Francoise “es una ídola. Uno de nuestros mayores íconos. No hay ningún transformista que no la hubiera doblado por su sensualidad y sus trajes”.
Heather también coincide con esa visión y agrega que a estas alturas Rafaella es “un mito. Cuando vino en los 80 marcó un referente. Es nuestra Madonna más cercana. Tiene glamour, es increíble en escena, es rubia. Es, en síntesis, tipo transformista y seguirá vigente por mucho tiempo más”
Y la prueba es que las nuevas generaciones de transformistas tienen una opinión similar de la melena rubia. “Ella es evaluada muy bien en nuestro ambiente porque tiene bailarines gays, baila mucho, tiene mucho movimientos de cabeza. Siempre está presente en nuestras discotecas y evento”, dice Arianda Sodi.
Sin duda que la estética, gestos y en especial la melena son los principales atractivos escénicos de la Carrá, porque buena voz no tiene. Por eso en cada entrevista siempre es consultada sobre estos elementos.
Así ha dicho que el pelo “es la parte de mi cuerpo que cuido más. Se tiene que cuidar con todas las cremas, el shampoo justo, secarlo de vez en cuando y no teñirlo demasiado”.
Sobre su figura, la cantante ha desechado por el momento cualquier intervención quirúrgica, prefiriendo el deporte, en particular la natación. La diva reconoce que “ el tiempo me ha dejado algunas señales en la cara pero no tanto como para preocuparme. Al mismo tiempo tengo tanto miedo al quirófano y al cirujano que en este momento considero que me encuentro bastante bien. Es más fuerte el miedo que otra cosa. Y además esas bocas con inyecciones a mí no me gustan”.
Pero la energía de la Diva no viene de su físico, el cual es el resultado de mezclar su obsesión por el trabajo con la alegría. “Cuando trabajo soy tremenda, no hay tiempo, trabajo sin el reloj. Pero me encuentro bien, no me aburro nunca y eso es lo más importante de la vida. Lo paso bien sin extremos pero lo paso muy bien. Y tengo una vida llena de energías, y mientras a uno lo ayude la salud va todo perfectamente bien”, dijo en sus tantas entrevistas.
¿QUÉ PASA CON RAFAELLA?

Son muchos los seguidores de la Carrá que han mantenido vivo en el mundo su propuesta. Recién este mes, uno de los más importantes cantautores italianos, Tiziano Ferro, anunció que está negociando un concierto conjunto con la diva en el marco del lanzamiento de su más reciente álbum, “Nadie está solo para mí”, el cual incluye un tema titulado nada ni nada menos como “Raffaella es mío”.
”Rafaela Carrá es una amiga y le lancé la idea de hacer un concierto juntos. Escuchó el tema Raffaela es mía y se le ocurrió hacer un dúo. Espero que se concrete”, comentó Ferro.
Y de Rafaella no sólo llama la atención su apuesta artística, sino también su vida privada. Ya es poco común el que no tenga hijos, aunque “de todos modos me ocupo de mis sobrinos”, quienes son huérfanos luego de que el único hermano de la diva, Enzo, falleciera de cáncer.
Es precisamente el negoció inmobiliario de Enzo el que Carrá administra y al cual dedica gran parte de su tiempo.
Pero lo más raro es que la cantante tenga por vecinos en Italia a su ex marido y a su actual pareja, con quien lleva una relación libre de 25 años.
“Mi vida es un poco extraña, en el sentido de que tengo dos maridos. Mi primer compañero y marido, Gianni, con quien estuve 12 años, vive al lado de mi casa. Y mi actual pareja, Sergio, con quien estoy desde hace 25 años, está al otro lado de mi casa. Vivimos divididos pero estamos siempre juntos (…) Luego, de vez en cuando, puedo tener algunas libertades, estar con otras personas, pero no a nivel de matrimonio. El que siempre está conmigo es Sergio”, dice.
Es por ello que Rafaella es vista como una persona que se ha hecho sola, siempre imponiendo su punto de vista desde que en los años 70 irrumpió en la escena pública con “Rumore”, y luego con “Fiesta”, “Hay que venir al sur”, “En el amor todo es empezar” y “Fuerte, fuerte, fuerte”, entre otros.
Nacida en Bologna, Italia, el 18 de junio de 1943 y huérfana de padre de los cinco años, la primera decisión de la Carrá fue ser actriz, y por ello ingresó al Centro Experimental de Cinematografía. Como efecto a los 22 años llegó incluso a actuar al lado de Frank Sinatra en la cinta “El Coronel Von Ryan” (1965) dirigida por Mark Robson.
Luego se inició como animadora en Italia y en España, pero su fama mundial sólo la alcanzó como cantante. Como esa rubia sensual que muchas y muchos siguen imitando en Chile y el mundo.