NEPTUNO

Un estudiante universitario de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación envió a este Rincón un poema que relata la “desdicha de perderlo todo por una palabra”.

Por Dámaso Bahamondes

Aquel amanecer
juró que iba a volver,
salió corriendo,
sangrando, muriendo
dejando huellas rojas,
tiñendo el anochecer&

Jugando con el viento
trato de consolar
un llanto, una pena,
a mi alma que desespera
y asesina a la mente.

Sentir distinto,
encontrar la adversidad
en cada gesto y emoción,
luchando por un día
sobreviviendo a la soledad
similar a la muerte.

Y Neptuno abandonó su reino
dejando un corazón roto
sobre su extenso mar,
aun espero el horizonte
de olvidarte sin vacilar.

Pienso sin crear ilusión
sin soltar la cordura,
dejando libre a la vida,
jugando con la arena
y ese resto de mar
entre mis pies.

Y si Neptuno resucita
vuelve para dañar,
cada vez más fuerte
acompañado de soledad&

Morir en el recuerdo
y como un vegetal recordarte,
saludar a la locura
danzando con los mares
en días de tristeza,
llorando sobre tu cuerpo
alimentando de agua
tu sangre.

Silencio,
total y estúpido silencio,
volver a esa mudez condenada
por todos en cualquier lugar,
maquillando mi cara
para vivir entre la multitud,
esa es mi vida&

Y si Neptuno regresa
verá restos de mí
tirados en su mar,
si Neptuno regresara
nada sería igual.