El cantante se autodefine como inclasificable y distinto a toda la humanidad. Quizás por ello entre sus seguidores hay muchos homosexuales que corean sus letras en los circuitos alternativos y desprecian a la prensa por homogeneizar el interés musical de gays y lesbianas en artistas de la talla de Kilye Minogue.
Por A.R
9 de marzo, 2004 (OpusGay).- Entre sus seguidores y admiradores la “línea homosexual” no es para nada despreciable. Son aquellos gays o lesbianas que desde un universo minoritario aborrecen, o al menos dicen aborrecer, la música y la estética seguida por otros homosexuales amantes de Cher, Paulina Rubio, o Kilye Minouge.
Ellos y ellas no tienen una edad definida y se enloquecen “introspectivamente” con Morrissey, siguiendo cada polémico y “solitario” paso de quien consolidó el prestigio y la fama de los Smiths, entre 1982 y 1987, año que marcó una seguidilla de éxitos como solista.
Por ello, y con las mismas ansias (aunque duela lo de “mismas”) que el público homosexual de gusto masivo busca cada nuevo disco de Madonna, los fanáticos de Morrissey esperan “You are the quarry”, el nuevo álbum del (auto)denominado “artista único” que será expuesto al mundo el próximo 17 de mayo, cinco días antes de cumplir los 45 años.
Una semana antes el príncipe de la melancolía pretenderá cautivar a sus seguidores con el single “Irish blood, english heart”, el mismo que interpretará en su gira promocional y que hasta ahora sólo cuenta con tres actuaciones confirmadas, una en Maschester, cuyas entradas ya están agotadas, y otras en el Slane Castle de Dublín y en el Hultsfred Festiva Sueco.
Otros temas del álbum; que ha contado con la colaboración del productor de grupos punk, Jerry Finn; son “América is not the world,” I have forgiven Jesús” y “The world is full of crashing bores”, todos los cuales vienen a llenar el “vacío” existente desde el lejano Maladjusted (1997).
El intérprete, quien odia la prensa británica, señaló en las pocas entrevistas dadas a los medios que “You are the quarry” “es el mejor álbum que he hecho jamás. No hay ninguna referencia al pasado porque volver a hacer lo mismo otra vez sería muy aburrido”.
Una frase nada de rara pues para el artista todo lo que dice o hace es lo peor o mejor de la humanidad y siempre su último paso es superior a los dados, sólo por él mismo, antes. Y es que la
autosuficiencia, el autoritarismo y la agonía (aunque cada vez menos) son características básicas de “ser” Morrissey. Peculiaridades que los chilenos sentimos de cerca cuando en el 2000 con su tour tour “Oye Esteban” visitó por primera vez Sudamérica y expresó particular inconformidad durante su estadía en Santiago.
Al pisar el aeropuerto pidió cambio de la van por una a su altura (con vidrios polarizados y asientos de cuero) y sólo estuvo una noche en el hotel Plaza San Francisco porque no fue su agrado. El resto del tiempo lo pasó recluido en su habitación del Hotel Carrera, a excepción de una visita breve al Cerro San Cristóbal. Sus escasos seguidores, que madrugaron en las afueras del hotel para ver al menos un poco de Morrissey, perdieron sus esfuerzos, mientras ningún periodista sacó la más mínima frase al cantante.
Esa personalidad y su genialidad musical es, sin embargo, lo que mantiene la fidelidad de sus seguidores, siendo todo perdonable. Así es como durante muchos fines de semanas al año, Morrissey es uno de los rostros más atractivos para las promociones de las discotecas alternativas, que en Santiago tienen como expresiones máximas a la Blondie y la Ba-le-duc.
Ahí es posible ver a heterosexuales y homosexuales unidos en una misma música que emociona y atrapa los sentido. Y ese efecto Morrissey lo conoce.
“Estoy consciente de las emociones y estados de ánimo que provocó. Parecen muy fuertes. Creo que se debe a que habló de forma real y sincera. Este no es el caso de todos los cantantes pop. La mayor parte de ellos son artificiales, mantienen poses vulgares. Muchos se comportan sobre el escenario como si estuvieran delante de la ventana de su habitación. Yo tengo algo de verdad y ésa puede ser la respuesta a que mis discos no se emitan en la radio. ¿Qué está hoy de moda? Todo lo que sea encantador, ostentoso y sintético. Yo canto lo que soy y solamente aquello que soy”, ha señalado el artista.
OTRAS FRASES PARA EL BRONCE
Uno de las inspiraciones de las letras de Morrissey es nada más ni nada menos que el autor homosexual Oscar Wilde, el mismo que escribió en una de sus cartas a su amante que el dolor “es el modelo más original y la piedra de toque del gran arte”.
Tomando al pie de la letra tal cosmovisión, Steven Patrick Morrissey transformó al dolor en su fuerza artística y vital, llegando a afirmaciones extremas del tipo “no soy feliz, cualquier aspecto de la vida me deprime”.
Tal postura; para algunos real, para otros ficción; ha llevado incluso a considerar a Morrissey como un personaje digno de diversas tesis doctorales interesadas en dilucidar el misterio del cual el cantante y poeta usa y abusa en cada discurso ególatra que emite y que el mismo “parodia” al afirmar que si tuviera hijos les pondría “Morrissey 1, Morrissey 2, y Morrissey 3” . Si fuera un hija se llamaría ” Morrissete “. El Morrissey sin número, el punto de partida es sin duda él mismo.
Hastiado de la prensa y de sus clásicas “preguntas noticiosas”, Morrissey ha potenciado una autoimagen de paria en las artes musicales y lejos de atormentarse por no ser un artista masivo, enaltece todo aquello que lo transforme en distinto, único e inclasificable.
Por eso es difícil referirse a Morrisey, siendo sólo posible analizarlo y sentirlo a partir de sus propios dichos que se han transformado para muchos en emblemas. Aquí, algunos de los mejores discursos dados por el vegetariano Morrissey en sus letras o en sus pocos diálogos con periodistas, los cuales son difundidos como principios de vida por sus seguidores en diversos sitios web que el cantante jamás ha visitado, según él mismo dice.
*”Admirarme es toda una labor, porque si dices que te gusta Morrissey, tienes que explicar la razón”.
*”Encuentro a la mayoría de la gente débil. No me apoyo mucho en la humanidad. La compasión que tengo es para mí solo (..) No siento comprensión por nadie. Es un desperdicio de emoción. Prefiero guardarla toda para mí mismo. Dios sabe que lo necesito”.
*”Ninguna persona ha sido atacada como yo y no tengo otra cosa que decir más que muchas gracias, es maravilloso. Algún otro artista pop británico ha sido atacado, pero jamás se ha diabolizado a un artista hasta este extremo. En todo caso, eso me da la sensación de ser único”.
*”Pueden detestarme o adorarme, poco importa. Lo importante es ser único y estar fuera de toda manifestación o comportamiento de masas. Los mejores mundos son exclusivos”.
*”Vendo, pero no mucho, comparado con la media del Top 20. Muchos esperan lo peor de mí y por eso soy veneno en las listas. Aunque Dios sabe que es genial estar así. Si estuviese en lo más alto no tendría sitio para moverme. Odiaría ser el colega de todos. Odiaría estar en el Melody Maker todas las semanas fotografiado con quien sea, sonriendo, en cualquier parte. Siempre me gustaron los artistas que permanecieron aparte y de alguna manera se sintieron superiores”.
*”Antes de la música, llevé una vida muy extraña, por lo tanto mi música está destinada a ser extraña. No sé de ningún otro artista que obtenga la misma respuesta que yo (…) Sé que mi música perdurará, tanto si me muero mañana como si paro dentro de 5 años será recordada como algo único”.
*”La música suaviza los horrores habituales de la vida cotidiana (…) En el verdadero mundo de las canciones pop, el genio tiene que arrastrar a un público reacio”.
*”Algunas grabaciones son magistrales y no es necesario que nadie explique el porqué (…)no existen palabras que expresen la agonía del alma como una canción catártica”.