MISS CHILE GAY “ME PROVOCA TERNURA SER EL TRANSFORMISTA MAS JOVEN DEL AMBIENTE”

Por R.A

Es el más joven de los transformistas del “ambiente”. Tiene 19 años y en julio anterior obtuvo la corona de Miss Chile Gay. Se llama José Ordenes, mientras su nombre artístico revela la parodia, el glamour y el humor que caracteriza a su arte. ” Me rebauticé como Connie D´Cardill. Connie porque en el colegio me decían cono ya que comía muchos barquillos. D’Cardill es una transformación rara de Bacardi que la escogí porque me gusta mucho ese ron” , indica con una pícara sonrisa.

Desde hace un año y medio que está arriba de las tablas y en el transcurso de su incipiente carrera debió aprender diversos trucos para dotar a Connie de una personalidad “súper femenina, lola y tímida, pero sólo porque se hace la tonta” .

El apoyo de Paul Bichon (Paulette Favres) en esa labor ha sido el más importante. “Para mí la Paulette es glamour. Me enseñó todo, desde el maquillaje y la vestimenta hasta la confección” , dice.

Tres veces ganador de concurso de talentos en diversas discotecas y una de las figuras centrales de la pasada marcha homosexual, “gracias a una invitación cursada por la Corporación Chilena de Prevención del Sida” , José aclara que su irrupción en el mundo del transformismo no le ha significado ningún problema con sus personas más cercanas.

¿A qué atribuyes la buena aceptación por parte de tu familiares y amigos?

Mi familia es de mente muy abierta y mis padres son muy jóvenes. Mi papa tiene 35 y mi mamá 34. Aunque al comienzo quedaron impactados porque haría transformismo, lo aceptaron a tal punto que me acompañan a algunos de mis espectáculos. A veces mis hermanas me llaman por Connie. Con mis compañeros de colegio tampoco hubo problemas y muchos de ellos han visto mis interpretaciones. Además en el San Damián tuve la suerte de tener por compañeros a tres gays y tres lesbianas. ¡Y éramos 32 en el curso!

¿Cuál es la marca que quiere dejar en este trabajo?

Quiero romper el mito de que los transformistas somos travestis o queremos ser minas. Yo solo hago un personaje, Connie, el cual es completamente distinto a José. Romper ese mito es difícil tanto en los homosexuales como en los heterosexuales.

¿Los gays discriminan a los transformistas?

Sí y lo primero que eliminaría sería la discriminación. Algunos gays no sólo discriminan a los transformistas, sino también a los heterosexuales, pues en algunas discotecas no los dejan entrar. Sin embargo, personalmente no he tenido problemas. La gente me ha aceptado y yo conversó con todo el mundo.

¿En tu corta carrera cuáles cosas han pasado que jamás pensaste podrían suceder?

Varias. Jamás pensé interpretar a Marilyn Monroe o Marta Sánchez y cuando lo hice me salió espectacular. Lo mismo pasó cuando doble a Joaquín de Pimpinela junto a la Paulette, que hizo de Lucía. Pero lo más gracioso es cuando en la discoteca Queen se efectuó un concurso de talentos y estaba como participante Arianda Sodi. Cuando estábamos en el camarín lo miré y le dije “yo a ti te conozco”. Me dijo “soy Ariel”. Era mi ex pololo! Ahí todos nos empezaron a molestar y nos decían cosas como lesbianas y tortilleras.

¿Te gustaría en el futuro apadrinar a alguien, como lo está haciendo Paul contigo, o animar un espectáculo?

Claro. No creo que exista un transformistas al cual no le gustaría eso, pero no pienso mucho en esos desafíos. Voy por etapas y como soy tan joven ni siquiera he pensado en fijarme una edad de término. Por ahora me provoca ternura que mis compañeros de trabajo me quieran ayudar y me traten aún como una guagua.