LEGALIZAN HOMOSEXUALIDAD EN ESTADOS UNIDOS GRACIAS A LESBIANA CHILENA

Una chilena hija de un pastor evangélico consiguió, tras demandar al Estado de Arkansas, legalizar el mes pasado las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, hecho considerado por los movimientos homosexuales de Estados Unidos como uno de los logros legales más importantes de su historia

Por Alberto Roa

La profesora chilena Elena Picado, residente en Estados Unidos, se convirtió en una de las lesbianas más famosas de ese país cuando en 1997 inició diversos trámites legales para derogar una ley que prohibía en Arkansas las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.

Su demanda contra el Estado de Arkansas, conocida en todo Estados Unidos como el “Caso Picado”, rindió frutos el pasado 5 de julio, fecha cuando la Corte Suprema de esa localidad declaró inconstitucional toda prohibición a las relaciones sexuales entre gays y lesbianas.

Con esa determinación otros 13 estados de Estados Unidos que criminalizan a los homosexuales podrían modificar sus normativas legales teniendo como referente al “Caso Picado”.

“Mi hija nos hablaba de su lucha en Estados Unidos con tanto entusiasmo y deseo que sólo nos quedaba apoyarla en un cien por ciento” , señala el padre de la profesora, Sergio Picado, un pastor evangélico que oficia en un iglesia ubicada en la comuna de Quinta Normal.

LOS HOMOSEXUALES YA NO SON CRIMINALES

En 1977 la Corte suprema de Arkansas decretó una ley que prohibía las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, aún cuando fueran efectuadas por mayores de edad en lugares privados. Quienes transgredían esa norma eran sancionados con un año de cárcel y/o una multa de mil dólares.

Esa normativa facilitaba a la policía efectuar allanamientos arbitrarios en espacios de concurrencia homosexual y era permanentemente utilizada por abogados conservadores para negar a gays y lesbianas derechos civiles básicos, como son la estabilidad laboral y estudiantil.

Elena Picado comenta desde Estados Unidos que “muchas personas han sido encarceladas por el “crimen” de tener relaciones sexuales” haciéndose incluso públicos los nombres y direcciones de los afectados.

Uno de los casos más conocidos data de 1998 cuando oficiales de Texas (un estado que aún penaliza la homosexualidad) allanaron el hogar de los ciudadanos Juan Lorenzo y Tyron Garner y los detuvieron por tener relaciones sexuales.

Apoyada por Lambda (organización estadounidense defensora de los derechos de los homosexuales) y por la firma “Mitchell, Blackstock, Barnes, Wagoner and Ivers”, Picado inició y lideró en 1997, junto a otros seis demandantes, los trámites legales para despenalizar las relaciones homosexuales en Arkansas.

Los otros demandantes del Caso Picado fueron el pastor Randy McCain, la analista en computación Robin White, el consejero de escuelas públicas Bryan Manire, el inspector de una firma en computación Vernon Stokay, la comerciante Charlotte Downey y el enfermero George Townsand, todos los cuales contaron con el infatigable apoyo de los abogados Suzanne B. Goldberg, Susan Sommer, David Ivers y Gary Sullivan

Tras una intensa campaña a través de la prensa, la lucha de Picado vio su primera luz verde en enero del 2001, fecha cuando el juez David Bogard declaró inconstitucional considerar como delito a las relaciones homosexuales.

Luego de esa determinación ” grupos de poder muy conservadores y religiosos presionaron al fiscal representante del estado de Arkansas, quien rechazó la decisión de Bogard. Entonces tuvimos que apelar a la Corte Suprema “, comenta Picado.

Recibiendo desde Chile el aliento constante de sus padres, Elena demandó al Estado de Arkansas y la Corte Suprema de ese Estado debió declarar en julio anterior anticonstitucional las sanciones contra la homosexualidad.

“La fuerza policial no se debe usar para imponer la moral mayoritaria a personas cuyas conductas no dañan a otros”, fue el veredicto de la Corte Suprema

Días después del triunfo en la Corte Suprema uno de los abogados de la causa, Gary Sullivan, señaló en una misiva a Elena que “eres pionera y heroína. Gracias por representar a todos las lesbianas y gays de Arkansas. Tu nombre será usado por siempre en todos los casos referidos a los derechos de privacidad, pues tendremos como precedente al Caso Picado. Tu nombre será grabado y recordado en la historia y tus hijos y nietos serán los encargados de proclamarlo”.

LA HISTORIA DE ELENA

Elena Picado nació en Valparaíso en 1955. Doce años después se trasladó con sus padres a Estados Unidos, pero regresó a Chile en la década de los 70. Durante su permanencia en este país, contrajo matrimonio con un chileno y tuvo dos hijos.

“Tengo dos hijos, Carlos (20) y Sarita (15), quienes son el maravilloso producto de un casamiento con un chileno. Mi matrimonio duró 11 años, pero tengo la gran fortuna de tener el apoyo de mis hijos y mi ex marido “, comenta Picado

Fue en 1992, y en Estados Unidos, cuando Elena asumió su homosexualidad con completa transparencia e inició una “hermosa relación” con la terapeuta norteamericana April Armstrong.

“Decidí defender mis derechos porque quiero que mis hijos y todo joven con quien tenga contacto vea mi vida como algo lleno de gozo, de amor y de libertad. La libertad de vivir mi vida plenamente y abiertamente, como cualquier otro ser humano”, explica.

Los progenitores de Elena, quienes viven en la comuna de Quinta Normal, comentan que al enterarse de la orientación sexual de su hija se sintieron “muy desorientados” . La madre, Elena Montero, recuerda que “no tenía ningún conocimiento acerca de homosexualidad. Entonces le pedí a mi hija que me ayudara. Ella me compró varios libros, me hizo asistir a reuniones de pareja y fui comenzando a entender a los homosexuales”.

"Los padres de Elena, Sergio Picado y Elena Montero, en su casa de Quinta Normal"
“Los padres de Elena, Sergio Picado y Elena Montero, en su casa de Quinta Normal”

El padre de Elena agrega que “para mí fue una sorpresa más que todo. Debido a mi formación religiosa, contraria a la mayoría, siempre he estado a favor los homosexuales. Encuentro que la Biblia en ninguna parte se pronuncia contra la homosexualidad. Aún así el que me hija fuera lesbiana era lo que menos esperaba en mi vida. Al principio traté de disuadirla, por si era algo temporal, pero no lo era”.

En la actualidad los padres de Elena celebran, con orgullo y lágrimas en los ojos, los logros históricos alcanzados por su hija en Estados Unidos y aseveran que si ella hubiera permanecido en Chile, igualmente habría defendido los derechos de las minorías sexuales.

“Mis padres son tan maravillosos. Son mi orgullo y mi apoyo frente una sociedad que nos castiga tan duramente. Han mostrado la cara en todo instante. Mi mamá incluso me acompañó a una marcha gay efectuada en Santiago”, recuerda Elena.

IGLESIA AL SERVICIO DE LAS MINORIAS

El padre de Elena es un pastor evangélico que oficia en una Iglesia de Quinta Normal. Tras conocer la orientación sexual de su hija, junto a su esposa se puso en campaña para ayudar a las minorías sexuales chilenas.

En tiempo récord lograron conformar un grupo de unas 34 personas, la mayoría lesbianas, quienes durante un año se reunieron en la Iglesia del pastor para intercambiar experiencias.

“Mi intención fue ayudar a las personas a armonizar sus vínculos con la religión, porque me di cuenta que muchas se sentían mal y con miedos”, explica Sergio Picado tras clarificar que su idea jamás consistió en convertir a los homosexuales en evangélicos, sino sólo en explicarles que en “ninguna parte la Biblia los sanciona”

Aunque el desarrollo de ese trabajo fue apoyado directamente desde Estados Unidos por Elena Picado, el grupo finalmente se disolvió, pues algunos de sus integrantes malinterpretaron los objetivos de la iniciativa.

“El grupo no siguió porque sus integrantes no podían creer que nosotros lo único que queríamos era aceptarlos y darles un lugar para reunirse sin esconderse. Ellos pensaron que nuestras intenciones eran engañarlos y traerlos a la Iglesia, lo cual no podía estar nada más lejos de la realidad “, aclara Montero.

A pesar de ese situación, la defensa de los derechos de las minorías sexuales por parte de los padres de Elena continuó con mensajes a favor de la diversidad y del respeto efectuados en la Iglesia.

“En la Iglesia todos saben que mi hija es lesbiana, pues hablamos de ella. Le contamos además a la gente los triunfos de Elena en Estados Unidos. Las personas han aceptado esa situación”, apunta Sergio Picado.

LOS EFECTOS DEL CASO PICADO

El triunfo del Caso Picado en Estados Unidos posibilitará la derogación de leyes que prohíben las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en otros 13 estados de ese país, cuales son Kansas, Missouri, Oklahoma, Texas, Idaho, Utah, Louisiana, Mississippi, Alabama, Florida, Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur. El éxito de Picado beneficiaría incluso a las parejas heterosexuales, pues increíblemente nueve de esos estados prohíben además las relaciones sexuales orales y anales entre personas de sexo distinto.

Casos relacionados con el derecho de padres y madres homosexuales de educar y criar a sus hijos también se verán favorecidos por la lucha emprendida por Elena, toda vez que hasta antes de la determinación de la Corte Suprema a favor de las minorías, los gays y lesbianas de Arkansas eran considerados delincuentes o criminales.

En contraposición a los festejos, la despenalización de las relaciones sexuales entre homosexuales ha derivado en diversas contramanifestaciones protagonizadas por grupos conservadores, en especial religiosos.

El fanatismo religioso de algunas minorías de Arkansas preocupa a la madre de Elena porque “puede haber tanto loco suelto en Estados Unidos. Por ejemplo algunos religiosos han señalado que Dios odia a los homosexuales y que por eso son homosexuales. Eso me parece horroroso, porque sencillamente no puedo entender como las personas pueden vivir con tanto odio “.

Al respecto Elena Picado coincide en que “el mayor problema” de su lucha fue ” que Arkansas está gobernado por fanáticos religiosos, quienes nos miran como pecadores y merecedores del infierno. Lo importante es haber dado nuestro primer paso. Ya no se nos puede catalogar como criminales. Y tal como dimos ese paso, vendrán otros que nos liberarán hasta llegar a igualar a nuestros hermanos y hermanas heterosexuales”

Una muestra palpable del conservadurismo existente en Arkansas se grafica con una legislación que prohibió desde 1838 hasta 1975 las relaciones sexuales anales y orales entre personas homosexuales y heterosexuales. Dos años después la ley volvió a instaurarse, pero esa vez sólo contra gays y lesbianas.

La homofobia se expresa también en diversas espacios laborales y estudiantiles. Así es como una profesora prohibió a la hija de Elena hablar en público sobre “sus dos madres”. El problema logró superarse tras un enfrentamiento entre la maestra y Elena, quien se tituló de profesora en Arkansas, tras estudiar dos años en la Universidad Católica de Chile.

Los padres de Elena están completamente seguros de que su hija sabrá resolver esos y cualquier otro impedimento contra su felicidad y la de las minorías sexuales, en especial ahora que marcó un hito en la historia del movimiento homosexual estadounidense.

Como señala la misma Elena en una de las tantas cartas enviadas a sus padres ” el coraje y la perseverancia la aprendí de ustedes, pero la terquedad es mía”.

EN CHILE TAMBIEN

En 1998 el parlamento chileno despenalizó las relaciones sexuales entre hombres mayores de edad que eran sancionadas por el artículo 365 del Código Penal con penas presidio.

Para contribuir a la concreción de ese avance, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) efectuó una intensa campaña a nivel nacional e internacional.

Durante las elecciones parlamentarias de 1997, el Movilh comprometió a 14 candidatos al Congreso, la mayoría de los cuales fueron electos, con la derogación del artículo 365. En una carta compromiso, los aspirantes al Parlamento señalaron que “legislaremos contra todo tipo de discriminación. Por eso decimos sí a la despenalización de la sodomía”.

A comienzos de 1998, el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, denunció además al Estado Chileno ante las Organización de las Naciones Unidas (ONU) por la existencia del artículo 365.

Tras esa denuncia, y luego de la presencia de dirigentes del Movilh en todos los debates legislativos que se efectuaron en el Congreso para discutir la modificación del artículo 365, la sodomía entre mayores de edad fue despenalizada, constituyéndose ese hecho en el logro legal más importante de las minorías sexuales chilenas.

En la actualidad el Movilh centra sus esfuerzos en la aprobación de un proyecto de ley que sanciona en la Carta Magna la discriminación contra las minorías sexuales, entre otros grupos sociales, y en el desarrollo de una iniciativa tendiente a legalizar las parejas homosexuales con el fin de permitir a las personas dejar sus bienes a quienes más deseen en caso del fallecimiento de unos de los miembros de la “unión homosexual “.

LOS HOMOSEXUALES YA NO SON CRIMINALES

En 1977 la Corte suprema de Arkansas decretó una ley que prohibía las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, aún cuando fueran efectuadas por mayores de edad en lugares privados. Quienes transgredían esa norma eran sancionados con un año de cárcel y/o una multa de mil dólares.

Esa normativa facilitaba a la policía efectuar allanamientos arbitrarios en espacios de concurrencia homosexual y era permanentemente utilizada por abogados conservadores para negar a gays y lesbianas derechos civiles básicos, como son la estabilidad laboral y estudiantil.

Elena Picado comenta desde Estados Unidos que “muchas personas han sido encarceladas por el “crimen” de tener relaciones sexuales” haciéndose incluso públicos los nombres y direcciones de los afectados.

Uno de los casos más conocidos data de 1998 cuando oficiales de Texas (un estado que aún penaliza la homosexualidad) allanaron el hogar de los ciudadanos Juan Lorenzo y Tyron Garner y los detuvieron por tener relaciones sexuales.

Apoyada por Lambda (organización estadounidense defensora de los derechos de los homosexuales) y por la firma “Mitchell, Blackstock, Barnes, Wagoner and Ivers”, Picado inició y lideró en 1997, junto a otros seis demandantes, los trámites legales para despenalizar las relaciones homosexuales en Arkansas.

Los otros demandantes del Caso Picado fueron el pastor Randy McCain, la analista en computación Robin White, el consejero de escuelas públicas Bryan Manire, el inspector de una firma en computación Vernon Stokay, la comerciante Charlotte Downey y el enfermero George Townsand, todos los cuales contaron con el infatigable apoyo de los abogados Suzanne B. Goldberg, Susan Sommer, David Ivers y Gary Sullivan

Tras una intensa campaña a través de la prensa, la lucha de Picado vio su primera luz verde en enero del 2001, fecha cuando el juez David Bogard declaró inconstitucional considerar como delito a las relaciones homosexuales.

Luego de esa determinación ” grupos de poder muy conservadores y religiosos presionaron al fiscal representante del estado de Arkansas, quien rechazó la decisión de Bogard. Entonces tuvimos que apelar a la Corte Suprema “, comenta Picado.

Recibiendo desde Chile el aliento constante de sus padres, Elena demandó al Estado de Arkansas y la Corte Suprema de ese Estado debió declarar en julio anterior anticonstitucional las sanciones contra la homosexualidad.

“La fuerza policial no se debe usar para imponer la moral mayoritaria a personas cuyas conductas no dañan a otros”, fue el veredicto de la Corte Suprema

Días después del triunfo en la Corte Suprema uno de los abogados de la causa, Gary Sullivan, señaló en una misiva a Elena que “eres pionera y heroína. Gracias por representar a todos las lesbianas y gays de Arkansas. Tu nombre será usado por siempre en todos los casos referidos a los derechos de privacidad, pues tendremos como precedente al Caso Picado. Tu nombre será grabado y recordado en la historia y tus hijos y nietos serán los encargados de proclamarlo”.

LA HISTORIA DE ELENA

Elena Picado nació en Valparaíso en 1955. Doce años después se trasladó con sus padres a Estados Unidos, pero regresó a Chile en la década de los 70. Durante su permanencia en este país, contrajo matrimonio con un chileno y tuvo dos hijos.

“Tengo dos hijos, Carlos (20) y Sarita (15), quienes son el maravilloso producto de un casamiento con un chileno. Mi matrimonio duró 11 años, pero tengo la gran fortuna de tener el apoyo de mis hijos y mi ex marido “, comenta Picado

Fue en 1992, y en Estados Unidos, cuando Elena asumió su homosexualidad con completa transparencia e inició una “hermosa relación” con la terapeuta norteamericana April Armstrong.

“Decidí defender mis derechos porque quiero que mis hijos y todo joven con quien tenga contacto vea mi vida como algo lleno de gozo, de amor y de libertad. La libertad de vivir mi vida plenamente y abiertamente, como cualquier otro ser humano”, explica.

Los progenitores de Elena, quienes viven en la comuna de Quinta Normal, comentan que al enterarse de la orientación sexual de su hija se sintieron “muy desorientados” . La madre, Elena Montero, recuerda que “no tenía ningún conocimiento acerca de homosexualidad. Entonces le pedí a mi hija que me ayudara. Ella me compró varios libros, me hizo asistir a reuniones de pareja y fui comenzando a entender a los homosexuales”.

El padre de Elena agrega que “para mí fue una sorpresa más que todo. Debido a mi formación religiosa, contraria a la mayoría, siempre he estado a favor los homosexuales. Encuentro que la Biblia en ninguna parte se pronuncia contra la homosexualidad. Aún así el que me hija fuera lesbiana era lo que menos esperaba en mi vida. Al principio traté de disuadirla, por si era algo temporal, pero no lo era”.

En la actualidad los padres de Elena celebran, con orgullo y lágrimas en los ojos, los logros históricos alcanzados por su hija en Estados Unidos y aseveran que si ella hubiera permanecido en Chile, igualmente habría defendido los derechos de las minorías sexuales.

“Mis padres son tan maravillosos. Son mi orgullo y mi apoyo frente una sociedad que nos castiga tan duramente. Han mostrado la cara en todo instante. Mi mamá incluso me acompañó a

una marcha gay efectuada en Santiago”, recuerda Elena.

IGLESIA AL SERVICIO DE LAS MINORIAS

El padre de Elena es un pastor evangélico que oficia en una Iglesia de Quinta Normal. Tras conocer la orientación sexual de su hija, junto a su esposa se puso en campaña para ayudar a las minorías sexuales chilenas.

En tiempo récord lograron conformar un grupo de unas 34 personas, la mayoría lesbianas, quienes durante un año se reunieron en la Iglesia del pastor para intercambiar experiencias.

“Mi intención fue ayudar a las personas a armonizar sus vínculos con la religión, porque me di cuenta que muchas se sentían mal y con miedos”, explica Sergio Picado tras clarificar que su idea jamás consistió en convertir a los homosexuales en evangélicos, sino sólo en explicarles que en “ninguna parte la Biblia los sanciona”

Aunque el desarrollo de ese trabajo fue apoyado directamente desde Estados Unidos por Elena Picado, el grupo finalmente se disolvió, pues algunos de sus integrantes malinterpretaron los objetivos de la iniciativa.

“El grupo no siguió porque sus integrantes no podían creer que nosotros lo único que queríamos era aceptarlos y darles un lugar para reunirse sin esconderse. Ellos pensaron que nuestras intenciones eran engañarlos y traerlos a la Iglesia, lo cual no podía estar nada más lejos de la realidad “, aclara Montero.

A pesar de ese situación, la defensa de los derechos de las minorías sexuales por parte de los padres de Elena continuó con mensajes a favor de la diversidad y del respeto efectuados en la Iglesia.

“En la Iglesia todos saben que mi hija es lesbiana, pues hablamos de ella. Le contamos además a la gente los triunfos de Elena en Estados Unidos. Las personas han aceptado esa situación”, apunta Sergio Picado.

LOS EFECTOS DEL CASO PICADO

El triunfo del Caso Picado en Estados Unidos posibilitará la derogación de leyes que prohíben las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en otros 13 estados de ese país, cuales son Kansas, Missouri, Oklahoma, Texas, Idaho, Utah, Louisiana, Mississippi, Alabama, Florida, Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur. El éxito de Picado beneficiaría incluso a las parejas heterosexuales, pues increíblemente nueve de esos estados prohíben además las relaciones sexuales orales y anales entre personas de sexo distinto.

Casos relacionados con el derecho de padres y madres homosexuales de educar y criar a sus hijos también se verán favorecidos por la lucha emprendida por Elena, toda vez que hasta antes de la determinación de la Corte Suprema a favor de las minorías, los gays y lesbianas de Arkansas eran considerados delincuentes o criminales.

En contraposición a los festejos, la despenalización de las relaciones sexuales entre homosexuales ha derivado en diversas contramanifestaciones protagonizadas por grupos conservadores, en especial religiosos.

El fanatismo religioso de algunas minorías de Arkansas preocupa a la madre de Elena porque “puede haber tanto loco suelto en Estados Unidos. Por ejemplo algunos religiosos han señalado que Dios odia a los homosexuales y que por eso son homosexuales. Eso me parece horroroso, porque sencillamente no puedo entender como las personas pueden vivir con tanto odio “.

Al respecto Elena Picado coincide en que “el mayor problema” de su lucha fue ” que Arkansas está gobernado por fanáticos religiosos, quienes nos miran como pecadores y merecedores del infierno. Lo importante es haber dado nuestro primer paso. Ya no se nos puede catalogar como criminales. Y tal como dimos ese paso, vendrán otros que nos liberarán hasta llegar a igualar a nuestros hermanos y hermanas heterosexuales”

Una muestra palpable del conservadurismo existente en Arkansas se grafica con una legislación que prohibió desde 1838 hasta 1975 las relaciones sexuales anales y orales entre personas homosexuales y heterosexuales. Dos años después la ley volvió a instaurarse, pero esa vez sólo contra gays y lesbianas.

La homofobia se expresa también en diversas espacios laborales y estudiantiles. Así es como una profesora prohibió a la hija de Elena hablar en público sobre “sus dos madres”. El problema logró superarse tras un enfrentamiento entre la maestra y Elena, quien se tituló de profesora en Arkansas, tras estudiar dos años en la Universidad Católica de Chile.

Los padres de Elena están completamente seguros de que su hija sabrá resolver esos y cualquier otro impedimento contra su felicidad y la de las minorías sexuales, en especial ahora que marcó un hito en la historia del movimiento homosexual estadounidense.

Como señala la misma Elena en una de las tantas cartas enviadas a sus padres ” el coraje y la perseverancia la aprendí de ustedes, pero la terquedad es mía”.

EN CHILE TAMBIEN

En 1998 el parlamento chileno despenalizó las relaciones sexuales entre hombres mayores de edad que eran sancionadas por el artículo 365 del Código Penal con penas presidio.

Para contribuir a la concreción de ese avance, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) efectuó una intensa campaña a nivel nacional e internacional.

Durante las elecciones parlamentarias de 1997, el Movilh comprometió a 14 candidatos al Congreso, la mayoría de los cuales fueron electos, con la derogación del artículo 365. En una carta compromiso, los aspirantes al Parlamento señalaron que “legislaremos contra todo tipo de discriminación. Por eso decimos sí a la despenalización de la sodomía”.

A comienzos de 1998, el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, denunció además al Estado Chileno ante las Organización de las Naciones Unidas (ONU) por la existencia del artículo 365.

Tras esa denuncia, y luego de la presencia de dirigentes del Movilh en todos los debates legislativos que se efectuaron en el Congreso para discutir la modificación del artículo 365, la sodomía entre mayores de edad fue despenalizada, constituyéndose ese hecho en el logro legal más importante de las minorías sexuales chilenas.

En la actualidad el Movilh centra sus esfuerzos en la aprobación de un proyecto de ley que sanciona en la Carta Magna la discriminación contra las minorías sexuales, entre otros grupos sociales, y en el desarrollo de una iniciativa tendiente a legalizar las parejas homosexuales con el fin de permitir a las personas dejar sus bienes a quienes más deseen en caso del fallecimiento de unos de los miembros de la “unión homosexual “.