La discriminación que sufren las minorías sexuales es diaria y de una gravedad que afecta incluso el derecho a la vida. Eso nadie lo niega y contra ello luchan distintos grupos de gays, lesbianas y transgéneros. Pero no todo es negro. El movimiento homosexual ha construido puentes sólidos contra la discriminación que han mejorado la vida de miles de chilenos.Por Catalina Herrera

3 de julio, 2006 (OpusGay).- Comenzaba la década de los 90 y la discriminación contra gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros era una cruda realidad que ningún personaje público de alcance masivo se atrevía a denunciar y menos a combatir, mientras las minorías sexuales estaban todas literalmente escondidas el clóset
Sólo en la década de los 70 y 80 hubo algunas pequeñas señales de visibilidad, pero que fueron esporádicas y contadas con menos dedos de los que tiene una mano.
Mientras a inicios de los 70 se registró en la Plaza de Armas de Santiago una pequeña protesta de un pequeño grupo de transgéneros, en los 80 las performances culturales del colectivo “Las Yeguas del Apocalipsis”, compuesto por los escritores Pedro Lemebel y Francisco Casas, pusieron de alguna manera el tema en circuitos alternativos y se conformaron algunos grupos de gays y lesbianas, pero principalmente para discutir de manera intimista sobre su realidad sexual.
En ese escenario, era recurrente, incluso validado socialmente, que las autoridades de cualquier tendencia política se pronunciarán públicamente contra las minorías sexuales. Eso, aseguraba incluso mayor adhesión popular
Hoy todo es distinto. Las minorías sexuales están visibles en todas las áreas y hasta se han hecho teleseries y programas de televisión donde cada vez es más habitual ver abrazos y besos entre personas del mismo sexo.
A ello se suma que varios personajes públicos, principalmente del mundo de la farándula, la cultura o el espectáculo, han salido del clóset, mientras que los espacios de diversión para minorías sexuales, como bares y discotecas, han pasado de dos a comienzos de los 90, a más de una treintena en la actualidad.
Todos estos cambios comenzaron lentamente a conformarse con el nacimiento del movimiento chileno de minorías sexuales en 1991 y con la consecuente diversificación de estos grupos.
A 15 años de ese hecho, conviene mirar el pasado y rescatar los principales éxitos de las minorías sexuales organizadas.
EL MOVIMIENTO DE MINORÍAS SEXUALES

Desde 1991, cuando se creó el Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh) la homofobia fue cambiando de color, pues dicho grupo se conformó como la primera organización del país con propuestas sistemáticas y de proyección que generaron gran impacto público.
Aunque a mediados de los 90 el Movilh se dividió, el vocero más conocido del grupo, Rolando Jiménez (quien fue sindicado el 2005 por las Naciones Unidas como el activista de las minorías sexuales más influyente del país), continuó con las gestiones y objetivos originales de la organización, haciendo sólo un cambio al nombre original de la organización.
Así se dio pasó al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), mientras los que se apartaron de esa línea fundaron el Movimiento Unificado de Minorías Sexuales.
Aunque el Movilh alcanzó importante logros a finales de los 90, fue sólo desde el 2000 cuando comenzó a “revolucionar” en Chile la histórica y retrógrada concepción que se tenía de las minorías sexuales, proceso que le valió reconocimientos y felicitaciones por parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el 2005, y por Amnistía Internacional, en el 2006.
¿Pero que fue lo que hizo el Movilh? La verdad es que los avances más importantes a favor de las minorías sexuales registrados hasta ahora en Chile se explican en parte, a juicio de las Naciones Unidas se explica, porque el Movilh tiene una “vocación de poder explícita, entendida esta como la pretensión de construir espacios autónomos de representación para los intereses de la comunidad homosexual”.
Con todo, el Movilh no ha sido el único desencadenante de los cambios. “Aquí hubo políticos, artistas y representantes de la sociedad civil que comenzaron a ayudarnos en esta cruzada desde los inicios de los 90 y sin ellos no se hubiera conseguido ni la mitad de lo que tenemos hasta ahora”, indica la activista del Movilh, Sofía Velásquez.
Agrega que “quienes fueron pioneros en apoyarnos antes eran un puñado y eran mal vistos, pero hoy el abanico de adhesión es tan amplio que es políticamente incorrecto referirse, al menos en el espacio público, en contra de nuestro sector”.
Destaca además que “incidieron significativa y particularmente en los cambios la labor efectuada por otras organizaciones. Una de ellas es el Movimiento Unificado de Minorías Sexuales, la cual ya tiene y goza de validez histórica en nuestro mundo por ser, junto al Movilh, la más antigua del país”.
Agrega que otros grupos también fueron marcando historia, en especial por el tipo de tópicos en los que se especializaron y porque “generaron debates de alcance nacional, abriendo las puertas a aristas que el movimiento más histórico no tenía en esos momentos como prioritarios”.

En efecto, en el 2000 se creó la primera organización exclusiva de transgéneros, la ahora extinta Traves Chile, donde la figura de Silvia Parada logró imponerse por unos tres años en el escenario público
Luego, surgió Afirmación Chile, la primera que aglutinó a Mormones Gays y Lesbianas, mientras el 2004 las madres lesbianas hicieron lo suyo al aglutinarse en Las Otras Familias después que la Corte Suprema quitará la tuición de sus tres hijas a la jueza Karen Atala, uno de los hechos de discriminación más graves en la historia de las minorías sexuales
Otro grupo que provocó un intenso debate en el país fue la Brigada de Escolares de Gays y Lesbianas, uno de los brazos del Movilh fundado en el 2005 por el estudiante Danilo Fica, cuyas acciones incidieron en modificaciones en el Plan Nacional de Educación Sexual y Afectividad del gobierno y llevó a casi todo el país a pronunciarse en torno a sus objetivos.
El despliegue de las minorías sexuales organizadas ha sido tal, que desde el 2000 a la fecha ha surgido una treintena de nombres de grupos y asociaciones, la mayoría de las cuales han desaparecido, mientras otras perduran con acciones de carácter principalmente local, comunal o especializado.
Algunos ejemplos que destacan son TravesNavia, Afrodita de Valparaíso, el Centro de Acción por la Diversidad Sexual de La Pintana, la Agrupación de Transexuales Masculinos de Rancagua (la primera de su tipo), la Coordinadora Universitaria por la Diversidad Sexual, la Brigada Gay del Partido Socialista, el Bloque Lésbico, la Comunidad Cristiana Ecuménica Gay y Lésbica, el Sindicato Amanda Jofré y el Equipo Diversidad de Amnistía Internacional.
Desde el año pasado, en tanto, la Corporación Chilena de Prevención del Sida (Sidacción) agregó a su objetivo primordial de la prevención del virus, la defensa de los derechos de las minorías sexuales, a un punto que este mes lanzó una campaña a favor de las familias homosexuales.
Por último, a nivel comunicacional los esfuerzos pioneros fueron el programa Radial Triángulo Abierto, Gaychile.com, el periódico OpusGay y la revista lésbica electrónica Rompiendo el Silencio, todos los cuales, con distinto nivel de impacto, han intentado poner el acento en mensajes serios y no estereotipados sobre las minorías sexuales. Como resultado, en la actualidad hay casi 40 sitios electrónicos chilenos sobre gays, lesbianas, bisexuales o transgéneros.
ARCORIS DE CONQUISTAS

Casi imposible es enunciar la variedad de acciones que ha cursado el movimiento de minorías sexuales favor de la no discriminación en Chile, debido a la gran cantidad de actividades y a las decenas de protestas, marchas, funas y reuniones y/o apoyos obtenidos de autoridades de los tres poderes del Estado, de las fuerzas del orden y de agentes de la sociedad civil que han posibilitado las transformaciones
Sin embargo, el impacto más relevante, el cultural, queda explicitado en estudios de la Fundación Ideas y la Universidad de Chile, los cuales han revelado que los índices ciudadanos de homofobia, lesbofobia o transfobia han disminuido en 20 puntos porcentuales desde fines de los 90 a la fecha.
En dicho cambio, según las Naciones Unidas y Amnistía Internacional, el Movilh ha jugado un rol protagónico.
“El Movilh contiene en su currículo las acciones y logros más emblemáticos e importantes en beneficio de las personas de orientación homosexual (…) Un factor fundamental para su empoderamiento como organización ha sido el retorno de la democracia que ha abierto espacios políticos de interlocución (Estado, Parlamento) y ofrece las condiciones y garantías mínimas para la defensa de las minorías sexuales”, dijo el PNUD basado en una investigación que lo tomó más un año.
En su informe “Desarrollo Humano en Chile. “El poder: ¿para quien, para qué?, el PNUD puntualizó que “sin duda que la acción del Movilh, en el contexto de mayor apertura de la sociedad chilena hacia la diversidad cultural, puede considerarse en buena parte responsable del modo que se ha instalado públicamente el tema de la homosexualidad“.

“Las acciones y logros más importantes y emblemáticos” a los cuales hace referencia el PNUD se dividen en diversas área que van desde lo jurídico, lo político, y legislativo, hasta lo cultural y social. Algunos de esos avances son:
*La despenalización de la sodomía en 1998, lo cual legalizó las relaciones sexuales entre hombres.
*La aprobación en el Congreso del Proyecto de Acuerdo contra los Delitos por Orientación Sexual e Identidad de Género (2005)
*La eliminación en el 2004 de las restricciones que prohibían a gays donar sangre en los servicios públicos de salud
*La inclusión en el 2005 de la no discriminación a las minorías sexuales en el Plan de Educación Sexual y Afectividad del Gobierno
*La instalación en Valparaíso de la primera placa de Chile, y la sexta del mundo, que recuerda a las víctimas de la homofobia
*La eliminación en el 2003, por parte del Metro de Santiago, a la prohibición para la difusión de mensajes sobre minorías sexuales en sus andenes.
*El 2004 el periódico OpusGay gana una demanda entablada por la Prelatura del Opus Dei
*En el 2003 es reabierto el caso de la Discoteca Gay Divine, donde fallecieron 16 personas a raíz de un incendio
* El 2004 es creada la Primera Escuela de Minorías Sexuales y Personas Viviendo con VIH/SIDA, iniciativa dirigida para personas cesantes, de escasos recursos económicos y que no han terminado sus estudios.
*El 2001 el Registro Civil emite un instructivo para que las transgéneros puedan sacar su carnet de identidad sin modificar su estética, mientras el 2002 se consiguió que algunos consultorios del país elaboraran fichas de atención con nombres de las transgéneros acordes a su identidad. (Este logro fue conjunto entre Movilh y TravesNavia)
*Con el voto positivo de Chile, la Comisión de Derechos Humanos e la ONU aprueba una resolución que condena las ejecuciones por homofobia
*El 2006 las autoridades máximas de la Conferencia Episcopal de Chile se reúnen con las minorías sexuales
*En el 2005 es creada la Primera Brigada Escolar de Gays y Lesbianas, teniendo como vocero a Danilo Fica
*En el 2003 ingresa al Congreso el Proyecto de Ley Contrato de Unión Civil entre Personas del Mismo Sexo
*En el 2005 se incorporan al Proyecto de Ley que Establece Medidas contra la Discriminación a la “orientación sexual” y al “género” como categorías protegidas
*El 2005 el programa presidencial de Michelle Bachelet incluye cuatro propuestas de las minorías sexuales organizadas
Como se ve, el camino ha sido exitoso a un nivel que para las mismas minorías sexuales era impensable a comienzos de los 90. Mientras tanto, sin embargo, la discriminación sigue afectando con golpizas, despidos de trabajo, humillaciones, expulsiones de colegios y asesinatos a quienes son identificados como gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros.
Serán entonces las nuevas acciones del movimiento homosexual, sumado a los cambios socioculturales y valóricos que vive el país, los que tendrán la última palabra para llegar a decir, algún día, que las minorías sexuales son respetadas y valoradas en Chile.