La homosexualidad en los Simpson, una de las series más exitosas de los últimos años, es tratada con apertura de mente y con un muy buen sentido del humor, al punto que algunas de las escenas más evidentes sobre las minorías sexuales ni siquiera han sido tijereteadas por Canal 13.
Lejos de ser una apología del “mundo gay”, Matt Groening y compañía han insertado el tema desde diversos puntos de vista y dado cabida a todas las opiniones y posibilidades.
En la serie conocido y repetido es el amor que Cástulo Smithers profesa por el Señor Burns. Lo tiene de fondo de pantalla en su computador, lo besa en público ante la amenaza del apocalipsis y lo ve en sueños entrando por su ventana.
Smithers
Burns no entiende, o prefiere no entender ese hecho. Su “vista gorda” es una más de las muchas reacciones ante el tema y ese es el valor de la serie, pues sin presentarnos un mundo idealizado (nada en Los Simpson se acerca a lo ideal) los diversos tópicos son mostrados dentro de un abanico de posibilidades que incluso involucran a Homero.
En uno de sus buenos episodios, Homero se cuestionó la posibilidad de que Bart fuera gay al verlo demasiado cercano al nuevo amigo de la familia, un coleccionista de rarezas, personaje para el cual facilitó su voz el gran director de cine John Waters (Pink Flamingos, Serial Mom), artista abiertamente homosexual.
Frente a la “cruda” realidad de su hijo, Homero opta porque Bart decida quien desea ser, pero mostrándole las posibilidades de la heterosexualidad. Aunque claro, el mal ojo de Homero para buscar ejemplos de “masculinidad” resulta horrible. A mitad de la historia lleva a Bart a conocer a los recios trabajadores del acero de Norteamérica. La fábrica resulta ser una empresa durante el día de trabajo y al sonar la sirena de salida, las luces y la música llenan el lugar para dar paso a una “disco gay”.
Patty y Selma
Las mujeres homosexuales también han estado presentes en la serie, en especial cuando Patty Bouvier, una de las hermanas solteronas de Marge, fue vista saliendo de “La Casa de Burlesque”, local donde se dan espectáculos sólo para varones.
En una de las escasas escenas de contenido lésbico de la serie, las muchísimas conjeturas que la presencia de Patty desató entre la familia no fueron, sin embargo, motivo de preocupación para nadie. ¿A alguien le importa? No. De hecho, ¿debería importarle a alguien?