El Movilh por fin lo consiguió: en un hecho impensado para muchos el Quinto Juzgado del Crimen de Valparaíso decidió reabrir el caso gracias a contundentes investigaciones efectuadas por el movimiento homosexual. El logro ya se coronó como el más emblemático para los derechos humanos de las minorías sexuales chilenas.
Por G.C

8 de octubre, 2003 (OpusGay).- El mes pasado el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) dio un ultimátum al Quinto Juzgado del Crimen de Valparaíso: “si no se consideran nuestras pruebas para reabrir el caso de la discoteca Divine, efectuaremos una huelga de hambre y la toma de un organismo internacional en noviembre próximo”, sentenció el organismo.
Pero ni la toma, ni la huelga de hambre se efectuarán. Y es que aún cuando parezca mentira, es cierto: el juez del Quinto Juzgado del Crimen de Valparaíso, Jorge Gándara, decretó la reapertura del expediente para aclarar la causa del incendio que el 4 de septiembre de 1993 destruyó por completo la discoteca gay Divine y dejó como dramático saldo a una veintena de personas muertas y decenas de heridas.
“Las diversas pruebas que venimos aportando desde hace años para demostrar que no se agotaron todas las diligencias y nuestra permanente esperanza e insistencia en el caso, finalmente fueron consideradas por el juez. Estamos felices porque la justicia se acerca y muy orgullosos por el trabajo ´detectivesco´ que realizamos”, indicó el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, al dar a conocer hoy la noticia en compañía de Amnistía Internacional.
Tras el gran avance judicial, los familiares de las víctimas fatales están por primera vez dispuestos a dar la cara para obtener justicia, mientras el Consejo de Defensa del Estado estudia sumarse a las investigaciones. El Movilh, en tanto, ya tiene preparada su nueva estrategia para dar con la verdad del caso que fue cerrado el 23 de marzo de 1994 por el juez Gándara sin culpables ni procesados y en medio de graves denuncias sobre violaciones a los derechos humanos y omisión de diligencias claves.
LOS MOVIMIENTOS DE UNA INTENSA JORNADA
Fue el 29 de septiembre anterior cuando Gándara decidió reabrir el expediente, respondiendo de esa manera en forma favorable a una solicitud presentada por el Movilh días atrás y que incluía nuevas pruebas sobre el siniestro.
La información fue proporcionada al Movilh por las procuradoras Pamela Morales, María Angélica Castro, Jovanina Vásquez, quienes en el último mes se sumaron en forma voluntaria y gratuita a lucha del movimiento homosexual realizando diversas gestiones en Valparaíso.
En menos de 24 horas el presidente el Movilh visitó el Quinto Juzgado del Crimen de Valparaíso, donde fue definitivamente confirmada la reapertura. “La alegría fue tremenda. No podíamos creerlo, aún no lo asimilamos”, señala el activista gay Juan Hernández. Desde ahí, los hechos “fueron ocurriendo a una velocidad increíble”, agrega.
“Nos entrevistamos con el abogado procurador del Consejo de Defensa del Estado de la Quinta Región, Rodolfo Contardo, para avanzar en la sumatoria de esa instancia al caso. Luego conversamos con el ministro visitador del Quinto Juzgado, Patricio Martínez, quien expresó su disposición a revisar que el proceso se lleve en forma correcta cuando efectúe la supervisión anual. Como si fuera poco, y casi como un milagro, familiares de las víctimas nos llamaron para coordinar trabajos conjuntos” , explican desde el Movilh.
La mayoría de las pruebas aportadas por el movimiento homosexual que permitieron la reapertura del caso son parte del “Informe Movilh-Divine: La justicia que merecen las víctimas”, texto entregado a Gándara el año pasado, y se relacionan con la ubicación este año de Juan Espinoza, ex taxista apodado como el “vietnamita” y que, según diversos testigos, es el principal sospechoso de haber provocado el siniestro.
Espinoza jamás fue citado a declarar durante las investigaciones cursadas en 1994 debido a que las autoridades nunca dieron con su identidad o paradero. La negligencia de ese hecho quedó finalmente al descubierto cuando el Movilh, junto al Programa Testigo de Canal 13, ubicaron el pasado 17 de julio en menos de tres horas al sospechoso
“Nosotros no aseveramos que el incendio se produjo por un atentando o un desperfecto eléctrico, ni tampoco sindicamos al vietnamita como responsable. Sólo queremos demostrar que no se agotaron todas las diligencias y que el proceso estaba viciado desde raíz, lo cual ameritaba la reapertura”, indica el Movilh.
Pero la omisión de diligencias no es la única denuncia del “Informe Movilh-Divine”, pues ese documento aporta decenas de pruebas que demuestran: ” a) Violaciones contra los derechos humanos de los testigos, familiares de las víctimas y las víctimas; b) no protección de los testigos; c) la constante insistencia de los tribunales por conocer la sexualidad de las víctimas y de los testigos, desenfocando los trámites de los elementos realmente importantes, y d) La inexistencia de un informe que revele el número exacto de personas que fallecieron en el siniestro”
LA ESPERANZA DE VICTIMAS Y FAMILIARES
Jorge Eduardo Valverde Cifuentes, una de las víctimas fatales, falleció el mismo día que cumplió 28 años. El 4 de septiembre anterior, y con motivo de los 10 años del siniestro, la familia de Jorge tomó la decisión de desterrar el cuerpo para cremarlo y llevar las cenizas a su hogar.
“Mi madre quería tenerlo cerca, pero no nos dejaron desterrarlo porque su cuerpo no estaba descompuesto, aunque habían pasado 10 años” , indica la hermana de la víctima, Patricia Valverde.
A su juicio ese antecedente revela una vez más el desinterés de las autoridades con las víctimas, ” pues la descomposición no se produjo porque mi hermano fue enterrado en bolsas plásticas cerradas”.
“Hoy con la reapertura tenemos la esperanza de alcanzar justicia. Por ello agradezco la labor del Movilh, porque nunca tuvimos algún tipo de ayuda. Ahora estoy dispuesta a dar la cara para obtener justicia. No me importan las indemnizaciones, sólo la justicia”.
Marcelo, quien sobrevivió al incendio con quemaduras en la cara, calificó, por su parte, ” de un alivio lo que ha pasado. Por mucho tiempo tuve rencor y pensé en la venganza porque no creía en la justicia. Quienes investigaron (el caso) escuchaban lo que querían. Desde hace tiempo estaba más aliviado y aunque la reapertura me pone un poco nervioso es una luz de esperanza”.
A diferencia de Patricia, Marcelo descarta por ahora defenderse públicamente ” porque no estoy preparado para eso porque muchas personas no saben que soy homosexual. Buscaré, sin embargo, otras formas de contribuir”.
Una opinión distinta tiene Nelson Arellano, quien fue el dueño de la Divine y ha sido identificado por algunos testigos de ser el verdadero responsable del incendio por no implementar en la discoteca medidas básicas de seguridad.
“La reapertura más que producirme satisfacciones me conlleva gastos porque podrían citarme a Valparaíso y yo ahora vivo en el sur del país y estoy pasando por un período complicado anímicamente. Que 10 años después vengan a reabrir el caso para supuestamente ubicar al vietnamita me parece tirado de las mechas, porque eso lo denuncié en 1994”, dice
Aunque valora los esfuerzos del movimiento homosexual para la reapertura y el interés de los medios en el tema sostiene “que la única, gran y remota esperanza que pudiera haber con la reapertura es una indemnización monetaria “. Incluso, agrega, “no voy a darle entrevistas a ningún canal a menos que me paguen con plata. Yo prefiero mantenerme tranquilo acá, feliz y sin ningún problema”.
La postura de Arellano no despierta ningún interés en Patricia. “No tengo idea cual fue la responsabilidad del dueño de la Divine en el incendio. Lo que más me importa es que se reabrió el caso y voy a dar la cara porque ya me aburrí de estar escondida” , remata.
LOS EFECTOS DE LA REAPERTURA
Amnistía Internacional (AI) fue el único grupo de derechos humanos “ajeno” a las minorías sexuales que prestó su apoyo a las investigaciones del Movilh, llegando incluso a respaldar sus informes en momentos cuando nadie se interesó en ello.
Por esa misma razón, el Movilh dio a conocer la reapertura en compañía del director de AI-Chile, Sergio Laurenti, quien calificó “de un gran avance la decisión tomada por el juez Gándara”. En la misma línea. AI estudia la posibilidad de otorgar al movimiento homosexual asesoría legal para el caso.
En la actualidad el Movilh no es parte formal del proceso que se inicia por cuanto ninguno de sus integrantes fue víctima directa del incendio. Sin embargo, dado que sus estudios permitieron la reapertura del caso puede sumarse al proceso
“En los próximos días nos haremos parte formalmente del caso a fin de conocer cada una de los trámites que está emprendiendo y emprenderá el juez Gándara y para dar curso a las querellas y peticiones de diligencias que vayan siendo necesarias. Para ello contamos con la colaboración de tres procuradoras, pero nos falta un abogado que podría ser de Amnistía Internacional u otro organismo”, indicó el Movilh en un comunicado público.
Como efecto, la reapertura también posibilitará que el Consejo de Defensa del Estado se involucre, lo cual quedará definido tras una entrevista que el Movilh desde ya gestiona con esa instancia.
Los familiares de las víctimas y los sobrevivientes, por su lado, podrán desde ahora presentar nuevas querellas o acciones judiciales para avanzar hacia la justicia que vienen reclamando y que algunos ahora están más dispuesto que nunca a exigir públicamente.
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