GRAVES CONTRADICCIONES EN VERSION DE EX CARABINERO SOSPECHOSO DE ASESINAR A JOVEN GAY

Primera Parte
A dos años de la muerte del joven basquetbolista Mauricio Ortega Julio, las investigaciones judiciales y policiales aún no aclaran el caso. Con un reportaje especial divido en tres partes, OpusGay inicia este ciclo con la versión del principal sospechoso del asesinato, la ex pareja del fallecido y ex carabinero, Víctor Hugo Pérez Soto.

Por Alberto Roa

Víctor Pérez Soto y Mauricio Ortega
Víctor Pérez Soto y Mauricio Ortega

24 de mayo, 2004 (OpusGay).- El 29 de mayo del 2002 el arriero Francisco Rojo Rivero, de 43 años, encontró a eso del mediodía en la ribera del Río El Volcán, en San José de Maipo, el cadáver semidesnudo de Mauricio Ortega Julio, de 25 años.

En pocas horas la totalidad de la familia Ortega Julio se enteró que el fallecido había dejado antes de morir a dos amigos diversas copias de un video que registraba una relación sexual con su pareja, el ex cabo segundo de la Tenencia Mauricio Rivera López de La Granja, Víctor Hugo Pérez Soto (31).

La familia también supo que Pérez Soto mantuvo en forma paralela una relación amorosa con Abel Ismael Molina Olave (23), según versiones de todos los cercanos a la pareja, aunque ambos lo desmienten hasta ahora.

Tales antecedentes, sumados a otros recolectados por la familia, centró al instante las sospechas sobre la participación de Pérez Soto, en eventual alianza con Molina Olave, en la muerte de Mauricio.

En sus variadas declaraciones ante el Segundo Juzgado del Crimen de Puente Alto y la Policía Civil, Pérez Soto ha mostrado contradicciones, incrementado las dudas en su contra, a pesar de contar con una buena coartada para la fecha del crimen.

Hasta ahora ningún medio ha obtenido alguna declaración del inculpado, quien ha escapado reiteradamente de la prensa. Sin embargo, en el expediente del caso es posible conocer su versión de los hechos.

LAS ERRADAS FECHAS

El 4 de octubre del 2002 Pérez Soto indicó a la Brigada de Homicidios de Investigaciones que “conocí a Mauricio en octubre del 2001 en el Mall Plaza Vespucio. Mientras me encontraba en el lugar se acercó a saludarme y nos pusimos a conversar. Me dio la dirección de su domicilio para que concurriera a dicho lugar, lo que fue así pasados unos días”.

Mauricio, quien vivía en casa de su amigo J.A.M.G (63) en Puente Alto, “me llamó la atención por su manera de ser, por lo que pasadas las semanas iniciamos una relación sentimental, la que al principio fue sin problemas”, agregó el ex uniformado.

La fecha cuando Pérez Soto dice conocer a su ex pareja es una de sus primeras contradicciones, pues posteriormente en una declaración del 21 de febrero del 2003 indica que “conocí en octubre del 2000″ al joven basquetbolista.

En su casa “manteníamos nuestras relaciones sexuales, lo cual se fue prolongando con el tiempo. Como esta unión me traería problemas profesionales opté, a fines del año 2001 , por conversar con Mauricio para explicarle que yo deseaba seguir una vida normal, lo que no entendió manifestándome que estaba enamorado y que nunca me dejaría”.

Los distintos días que Pérez Soto identifica como el inicio de su relación, no son sólo importantes en cuanto evidencian contradicción, sino también porque octubre del 2001 coincide con la fecha cuando el entonces carabinero conoció a Abel Molina iniciando al instante una intensa amistad que, para la decena de testigos consultados, era en realidad un vínculo amoroso.

Sobre la materia la ex pareja de Molina, I.D.M.T (28) es enfático, pues indica que su amorío con Abel “llegó a su termino porque comenzó una relación sentimental, con el entonces pareja de Mauricio, es decir un sujeto que trabaja en Carabineros de Chile de nombre Víctor”.

En cuanto a fechas la contradicción más relevante de Pérez Soto es, sin embargo, otra y se relaciona con el momento cuando el ex carabinero tomó conocimiento sobre el video filmado sin su consentimiento por Mauricio.

Mientras en el 2002 Pérez Soto señalaba que la filmación se produjo enoctubre del 2001, después indica que tuvo lugar en abril del 2001, “un mes antes de la muerte” del joven gay, aún cuando está comprobado que la cinta fue grabada a comienzos de marzo.

Mauricio “nunca entendió el hecho de que yo pudiera tener otras amistades y con ello se fue deteriorando nuestra relación hasta aproximadamente un mes antes de su muerte, cuando me mostró un video donde en forma oculta había grabado nuestra relación sexual del día anterior”, especificó Pérez Soto en su última versión.

A diferencias de declaraciones anteriores, el ex cabo se muestra particularmente interesado en aclarar que mantuvo su relación con Mauricio, pues este lo amenazó con exhibir el contenido de la cinta “en mi familia y en mi trabajo”.

OLVIDOS CLAVES

La última vez que Pérez Soto supo de Mauricio es, quizás, uno de sus errores más graves.

La víctima desapareció la tarde del 28 de mayo y se estima que su muerte se produjo esa noche, por lo que aclarar lo sucedido ese día es vital para las investigaciones que se cursan.

En una primera instancia Pérez Soto señaló que el último contacto con Mauricio ocurrió “la tarde del 27 de mayo del 2002, a eso de las 17:00 horas. Nos juntamos con mi pareja y nos dirigimos a su domicilio”.

Varios meses después, sin embargo, las compañías de teléfonos entregaron un informe que reveló el intercambio de llamadas efectuadas el 28 de mayo desde y hacia la Tenencia Mauricio Rivera López y el domicilio de Mauricio.

Al ser consultado en declaración judicial, Pérez Soto señaló que “no recuerdo haber tenido contacto con Mauricio ese día en forma telefónica”. Al conocer que existían pruebas sobre la materia agregó que “ahora sí recuerdo que él me llamó, no recuerdo la hora, al parecer durante la mañana y dijo que yo nunca más lo iba a ver y que no me iba a molestar nunca más”.

Agregó que en todo caso sólo hubo un contacto telefónico, ocurrido porque su pareja efectuó el llamado.

Al enterarse que las llamadas registradas eran dos de Mauricio y cinco de él, modificó nuevamente sus dichos señalando que “llame a esa casa en más de una oportunidad hablando con Mauricio cuyas llamadas no recordaba. Sólo lo llamaba para darle consejos que no atentara contra su vida y que saliera adelante, pero no concordé ninguna entrevista y me dijo que se iba a San José de Maipo y que nunca más me iba a molestar”.

Aunque en sus versiones Pérez Soto declara con exactitud de horas que hizo el 28 de mayo (fecha de desaparición de la víctima), teniendo como coartada una visita a la discoteca Naxos en compañía de Abel Molina, no recuerda desde que teléfono acordó con él ir a ese lugar,

“Salí desde la Tenencia Rivera López alrededor de las 21:30 horas (su horario era hasta las 20:00 horas). El trayecto fue como de 45 minutos, llegando como a las 22:15 o 22:30 horas a un restaurant en Santa Rosa con Alameda, donde estaba Abel (…) Nos ingerimos un shop, estando allí hasta las 23:00 o 24 horas, que fue cuando llegamos a la discoteca Naxos”, señaló.

Agregó que “no recuerdo de que teléfono lo llamé (a Abel para acordar la visita a la discoteca) No sé di desde mi teléfono (celular) o de la Tenencia. No recuerdo la hora que llamé a Abel ni su número de teléfono”.

Abel Molina, por su lado, dice que Pérez Soto “me llamó de su trabajo a mi celular”, pero no sabe cuál era el número de su propio teléfono. “Al parecer es el que se me indica”, señaló cuando le mostraron un número.

CAREOS

Tenencia donde trabajaba Pérez Soto cuando conoció a Mauricio
Tenencia donde trabajaba Pérez Soto cuando conoció a Mauricio

El 15 de julio del 2003 Pérez Soto es sometido a diversos careos debido a que otras de sus versiones se contraponen con la entregada por testigos, entre los cuales se cuentan familiares de la víctima, carabineros y conocidos. Sólo con un funcionario de la Tenencia Mauricio Rivera López cambio sus dichos, mientras en careo con otras personas los mantuvo.

La hermana del fallecido, Eugenia Sandra Ortega Julio (quien sabía de la relación de la víctima), indica que el 29 de mayo cerca de las 17:00 horas llamó a Pérez Soto “para avisarle que Mauricio estaba desaparecido, pero me dijeron que estaba durmiendo y que estaría disponible a las 20:00 horas”.

“Cerca de las 20:00 horas, Víctor me llamó y al decirle que tenía una mala noticia él me preguntó si mi hermano había aparecido y le dije que sí. Como a las 21:00 lo llame para decirle que Mauricio estaba muerto y que lo habían encontrado con una chaqueta y él me dijo “azul”. señala Eugenia.

El hecho de que Pérez Soto, según Eugenia, identificara el color de la chaqueta es particularmente relevante, pues parte de las prendas que vestían a Mauricio fueron ubicadas tres meses después por un matrimonio, y entre esas se contaba una chaqueta de buzo reversible, azul por un lado y negra por el otro.

Sandra dijo además que el ex uniformado le señaló que Mauricio tenía un golpe en la cabeza y que se había enterado de la desaparición tras hablar con unos amigos de la víctima

En el careo el ex uniformado negó el tenor de esa conversación con Sandra Ortega, aclarando que “no es efectivo que le dijera que los amigos de Mauricio me informarán de la desaparición, tampoco le dije que él andaba con chaqueta azul ese día o que tenía un golpe en la cabeza”.

En declaración policial anterior había dicho, sin embargo, “que alrededor de las 10 horas horas me contacté con un amigo de Mauricio, señalándome este que él había salido el día anterior en la tarde y no había regresado, por lo que sugerí que lo fueran a ver a casa de sus familiares y además que fueran a preguntar a carabineros”.

Aunque Pérez Soto también desmintió la versión de I.D.M.T, según quien lo vió en la discoteca Naxos el 28 de mayo en evidente estado de ebriedad, debió variar su versión de otros hechos en un careo con el carabinero Luis Tapia Astorga, de la Tenencia Mauricio Rivera López.

Según señaló Pérez Soto en una declaración del 2002, la mañana del 29 de mayo Tapia le ordenó hacer el aseo de la Tenencia, lo cual en un careo de julio del 2003 no corroboró ese funcionario.

En respuesta, Pérez Soto indicó que “me quedé en mi dormitorio y me puse a hacer el aseo, no es que él (Tapia) me hubiera dado la orden”.

PUNTOS A FAVOR DE PEREZ SOTO

Pérez Soto nació en Puerto Montt el 27 de noviembre de 1972 y al terminar el tercero medio inició su preparación como Carabinero. En un primer momento se desempeñó en la Cuarta Comisaría de Cauquenes y en el 2000 fue trasladado a la Tenencia Mauricio Rivera López.

Afirma que “para no tener problemas con la familia” de Mauricio, solicitó su traslado a la 18 Comisaría de Ñuñoa tras la muerte de su pareja.

Al enterarse que la familia Ortega Julio lo estaba inculpando de la muerte y, al mismo tiempo, daría a conocer el video filmado por Mauricio, afirma que decidió solicitar su baja voluntaria el 17 de julio del 2002, siendo aceptada el 1 de agosto del mismo año.

Tres meses después Chilevisión divulgó la polémica cinta, entrando desde ahí el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) a colaborar activamente con la familia para aclarar el caso.

Al margen de las contradicciones de Pérez Soto, lo cierto es que existen otras pruebas que demostrarían su inocencia. La principal es que hasta ahora no existe claridad respecto a las condiciones cómo murió Mauricio e incluso algunos peritajes aseveran que la víctima evidenciaría rasgos suicidas.

Amigos de Mauricio han señalado, por su parte, que el joven basquetbolista estaba obsesionado con el carabinero, mientras Abel Molina y una ex polola de Pérez Soto, H.D.C.C, sostienen que eran hostigados permanentemente por la víctima.

Cercanos a Pérez Soto sostienen incluso que Mauricio en muchas veces anunció un suicidio, pero algunas amigas del fallecido descartan de plano tal versión.

Juega a favor de Pérez Soto además el hecho de que su turno en la Tenencia el 28 de mayo fue de 8:00 a 20:00 horas, tras lo cual se juntó con Abel Molina en el centro de Santiago para ir a la Naxos.

El problema para Pérez Soto es que la Tenencia Mauricio Rivera López demoró meses en aclarar su turno, al punto que en una primera instancia informó horarios errados. En tanto, la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros (Dipolcar) ha cometido serias irregularidades en este caso que no ha aclarado en tribunales, contenidos a ser expuesto en la segunda parte de este reportaje.