GIRO DE PRESIDENTE DE CORTE SUPREMA FUE CLAVE EN CONFIRMACION DE CALVO

Ahora rechaza división entre “homosexuales y “heterosexuales”

Por A.R.

20 de enero, 2004 (OpusGay).- Importantes giros en torno a la homosexualidad ha experimentado el presidente de la Corte Suprema, Marcos Libedinsky, desde que explotó la denuncia sobre las visitas del juez Daniel Calvo a un sauna gay.

Mientras en un comienzo estuvo a favor de la remoción de Calvo y abogó por la clandestinidad de las prácticas gays (“usted puede ser homosexual mientras yo no sepa”), ayer Libedinsky fue clave para impedir la expulsión del magistrado del Poder Judicial, pues su voto favorable a la sanción máxima hubiera sumado los 11 exigidos por la Constitución para destituirlo.

Libedinsky incluso llegó hoy a aclarar, a través de Radio Cooperativa, que en los pronunciamientos que ha tenido la Corte Suprema en torno al Caso Calvo no han incido “sus gustos sexuales”.

La conducta de Calvo constituye una falta disciplinaria y “no es un problema de gustos sexuales, no hay aquí esa división como de homosexualidad, heterosexualidad o bisexualidad (…) podría haberse dado la situación de un juez que asistiera por ejemplo a un prostíbulo , entonces que no hubiera nada vinculado siquiera a homosexualidad y eso podría ser considerado también como una falta de comportamiento”, dijo Libedinsky.

El máximo representante del Poder Judicial también precisó las opiniones vertidas ayer, cuando señaló que en Calvo “hay algún problema que podríamos llamarlo de tipo psiquiátrico sexual, que está en tratamiento y que debido a la contribución del mismo ministro va a ser superado”.

La frase, que fue interpretada a nivel periodístico como una referencia a la homosexualidad, fue duramente criticada por el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, quien se preguntó “de dónde Libedinsky sacó su título de psicólogo o psiquiatra y se permite emitir falsas opiniones, pues hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a nuestra orientación sexual como una variación más de la sexualidad”.

Tras esas críticas, el presidente de la Corte Suprema hoy dejó entrever, sin embargo, que el “problema” sexual es de otro tipo y no guardaría relación con una supuesta orientación homosexual del juez Calvo. Lo que se busca, dijo, es enmendar una  situación anómala desde el punto de vista de su situación como juez” con el fin de tener “una vida como el común de la gente considera normal. A través de un tratamiento él puede tener, recobrar o llegar a tener alguna normalidad si es que hubiese padecido algún tipo de anomalía de tipo sexual. El se dio cuenta o le tomó el peso a este problema, y aparentemente antes no había consultado especialistas en la materia, pero se decidió a hacerlo ahora en vista de esta situación que puso de manifiesto que podía adolecer de algún problema de índole sexual”, explicó.

OTRAS PIEZAS CLAVES

La continuidad de Calvo en el Poder Judicial también dependió de un cambio en la magistrada Antonia Morales, quien el pasado 5 de diciembre estuvo por abrir el cuaderno de remoción del juez, y de las inasistencias a la votación de ayer por parte de Hernán Alvarez y Jorge Medina, quienes se habían pronunciado por la expulsión.

De esa manera 8 votaron en contra de la remoción (Libedinsky, Alberto Chaigneau, Enrique Cury, Orlando Alvarez, Urbano Marín, Domingo Kokisch, Nibaldo Segura y Antonia Morales) y 11 a favor (Eleodoro Ortiz, José Benquis, Enrique Tapia y Ricardo Gálvez, Jorge Rodríguez, Juan Luis Pérez, Domingo Yurac, Humberto Espejo, Milton Juica y Adalís Oyarzún).

Aunque tras la votación las prensa especuló que la continuidad de Calvo en el Poder Judicial todavía estaba en peligro, pues una mala calificación funcionaria en la próxima evaluación podría tener como sanción máxima la expulsión, Libendinky descartó hoy de plano esa posibilidad.

“En el Proceso de Calificación hay distintos rubros, cada ministro califica con una nota, después se saca un promedio y de acuerdo con eso se produce su inclusión en diversas listas. Es un proceso distinto, no se va estar votando por la remoción o no. No es que se vuelva a votar si se le remueve o no”, puntualizó.

Desde el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) se valoraron los cambios experimentados por Libedinsky en las últimas 24 horas, sin embargo, “lo concreto es que la Corte Suprema aún no ha sido completamente clara respecto a su postura frente a la existencia de funcionarios homosexuales, en especial si ellos deciden salir del clóset. Por otro lado, el hecho de que 10 votarán a favor de la remoción es una clara muestra de que la homofobia persiste en altos niveles del Poder Judicial, pues varios de esos ministros ya se han pronunciado en contra de la homosexualidad”.

Un ejemplo es José Benquis, quien aún cuando no votó el pasado 5 de diciembre si asistió a la sesión de ayer y tras señalar en la Revista Caras que “si yo no quiero que ninguno de mis nietos sea homosexual, tampoco me gustaría que mi otra familia, la judicial, estuviese integrada por homosexuales. (…) A ver, para ponerlo en un terreno más vulgar. Yo soy fanático de la Universidad de Chile y no me gustaría que en el Poder Judicial hubiera jueces colocolinos “.