Dicen que son discriminados en su barrio
1 de octubre, 2003 (OpusGay).- “Mi hermano se está despidiendo para irse al otro mundo. Su estado es crítico, no sabemos que hacer”, se lamenta la familia de Marité, transexual que desde hace un mes está postrada en una cama a raíz de diversas enfermedades producidas por el Sida.
Aunque el caso se hizo público ayer en Chile gracias a una publicación del diario La Cuarta, Andrés (el hermano de la afectada) sentencia que hasta ahora ninguna organización estatal o no gubernamental especializada en el VIH “nos ha ofrecido ayuda. Incluso la nota de La Cuarta fue para peor porque ahora los vecinos de la población nos discriminan y sentencian”.
Marité, cuyo nombre legal es Juan Miguel Arancibia, vive desde hace cinco años con el virus VIH, pero sólo en el último mes las enfermedades oportunistas del Sida comenzaron a dañar con fiereza su cuerpo.
La afectada, de 25 años, ha visitado en las últimas semanas diversos hospitales y postas de Santiago, recibiendo sólo tratamientos menores que no contribuyen a aminorar su desnutrición, denuncia la madre de la afectada, Marta Muñoz.
“En el hospital San José y en la Posta Central me han dado la espalda. Sólo le ponen suero a mi hija y luego la envían a la casa”, ubicada en una población de Recoleta, se lamentatras aclarar que el estado de Marité se agrava debido a la silicona que su hija se implantó cuando tenía 16 años.
Los males de la familia Arancibia-Muñoz no terminan ahí, pues Marité desconocía hasta hoy sobre la existencia de grupos especializados en otorgar ayuda a las víctimas del VIH/SIDA y tiene nula idea sobre en que etapa de desarrollo del virus se encuentra.
“Sin embargo hoy iniciamos los trámites para internar al Juan en la Clínica Familia (de la Iglesia Católica) Espero que nos vaya bien, porque mi hermano se está despidiendo”, puntualizó Andrés al evidenciar sus últimas esperanzas.
TRATAMIENTOS EN CHILE
El 2 de junio anterior el presidente Ricardo Lagos anunció que las personas afectadas con el VIH/SIDA tendrían acceso gratuito y completo en los tratamientos para combatir el virus, tras conseguirse un aporte de 39 millones de dólares provenientes de las Naciones Unidas.
Según los compromisos, el aporte del Fondo Global por la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria sería liberado en un lapso de cinco años para beneficiar a todas aquellos pacientes que se atienden en los servicios de salud pública, en el marco de un universo de unas 28 mil personas que viven con el VIH/SIDA en Chile.
Atendiendo a esa realidad, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) inició gestiones ante la gubernamental Comisión Nacional del Sida (Conasida) de modo de que intervenga en el caso de Marité.
“En el Conasida nos dijeron que a través de organizaciones de travestis iniciaron la tramitación de antecedentes para proporcionar ayuda a Marité”, puntualizó el dirigente del Movilh, Juan Hernández.