CORTE DE APELACIONES SOMETE A TRAMITACIÓN CASO DE LESBOFOBIA

“Esto fue un montaje para figurar. No soy homofóbico”, alega en exclusivo el acusado
La acción judicial fue calificada como una “gran victoria”. Sin embargo la fuente de soda acusada de expulsar a dos lesbianas alega que “no tenemos problemas con los homosexuales. Acá vienen incluso travestis”. Aunque esa versión es corroborada por TravesChile, los denunciantes desmienten de plano el supuesto montaje.

Por Alberto Roa

1 de julio, 2003 (OpusGay).- La Corte de Apelaciones de Santiago declaró esta semana admisible un recurso de protección interpuesto por una pareja de lesbianas que acusan a la fuente de soda Pollísimo, ubicada en el centro de Santiago, de expulsarlas de su recinto al evidenciarse su orientación sexual.

La Corte, tras conocer la versión de los propietarios del Pollísimo, deberá decidir en los próximos días si acoge o no el recurso de protección redactado por el jurista y defensor de los derechos humanos Eduardo Contreras.

Para el abogado “este es gran un paso y una importante victoria porque la Corte consideró que hay méritos para tramitar el recurso”, el cual se basa en el artículo 19 de la Constitución Política que garantiza la igualdad ante la ley y sostiene que “ en Chile no hay personas ni grupos privilegiados”.

Desde el inicio del movimiento homosexual en Chile, se han presentado una decena de recursos de protección por casos de homofobia, siendo ejemplos los referidos a la clausura “arbitraria” de una discoteca gay/lésbica y la distribución de panfletos discriminatorios anónimos. Algunos de los recursos han sido rechazados, otros sometidos a tramitación y un bajo porcentaje acogidos, lo cual Karen y Paula esperan se repita en el caso del Pollísimo.

La acción judicial de esta semana tiene como antecedentes a una denuncia pública de Karen y Paula, quienes acusaron que el pasado 6 de junio fueron expulsadas del Pollísimo por una de las administradoras del local.

Esa mismo día el recién creado “Comité de Emergencia” efectuó una funa contra la fuente de soda, reeditando una manifestación similar el anterior 11 de junio. Desde esa fecha el propietario de la fuente de soda, Hugo Zapata, ha sido reacio a hablar con la prensa, sin embargo accedió a dar su versión de los hechos a OpusGay.

LA VERSIÓN DEL POLLISIMO

“Esto fue un montaje para figurar en la prensa. Fue una provocación. A mi local vienen muchos homosexuales, lesbianas, gays e incluso travestis” , son las primeras palabras que emite Zapata.

El microempresario argumenta que “en primer lugar no les pedimos a las chicas que se fueran del local. Mi administradora sólo les dijo que no se podían besar en la boca ante el resto de mis clientes. Entonces una de las niñas se levantó enfurecida y comenzó a gritar que la habíamos discriminado haciendo un gran escándalo”.

A su juicio el “montaje” se demuestra porque alas dos horas de ese incidente “un grupo de treinta personas se ubicó en las puertas de mi local con carteles y folletos dirigidos al Pollísimo. Además tengo entendido que una de las jóvenes (Karen Castillo) pertenece a una agrupación de lesbianas. Luego hicieron otra protesta sólo porque en la primera no hubo prensa. ¿Para que dos si no es por eso?”.

Aunque es efectivo que Castillo pertenece a la Colectiva Lésbica Universitaria, el Comité de Emergencia desmiente de raíz la versión del Pollísimo. ” Estas son pamplina y mentiras” , dice Erika, dirigente del Comité de Emergencia y directora de la revista lésbica Rompiendo El Silencio.

“Lo que pasó es que nosotros (el Comité de Emergencia) teníamos el 6 de junio programada una reunión para las 18:00 horas” en la sede del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales, ubicado a unas siete cuadras Pollísimo.

En ese lugar “estábamos esperando a Karen y Paula para comenzar la reunión. Las chiquillas llegaron pálidas y entonces decidimos hacer algo, pero no fue nada concertado. Lo único que imprimimos fueron dos folletos. Lo que pasa es que aquí sorprende que actuáramos tan rápido”.

Pero Zapata contraataca y señala “que si las chicas debían tener una reunión a las seis de tarde, ¿que hacían a esa hora dándose besos en mi local?”

Agrega que “al Pollísimo vienen muchos homosexuales, incluso las dirigentes travestis, como es Silvia Parada de TravesChile. Ella no conoce mi nombre, pero yo la conozco a ella por la televisión. ¿Cree que alguna vez me he acercado para decirle a las travestis que se vayan porque me desprestigian?”

La respuesta sale de boca de la misma Silvia Parada: “Yo voy siempre al Pollísimo y nunca he tenido un problema”.

Consultado por la versión del montaje, el abogado Contreras se limitó a señalar que “no tenía idea de ese antecedente. Es la primera vez que lo escucho”.

EL BESO

Zapata indica que “no nos oponemos a la manifestaciones de cariños de cualquier personas, sean homosexuales o no, pero otra cosa es besarse en la boca. Es cierto que no le pediría a una pareja heterosexual que dejara de besarse, pero debe comprenderse que ni mis clientes, ni la sociedad están preparados para ello. Lo importante es que a las chicas nos les pedimos que se fueran, sino que dejaran de besarse”.

Mientras la presidenta de TravesChile coincide con esa postura porque “para que estamos con cosas en este país no estamos preparados para ver algo así y puede ser medio chocante para algunas personas “, la directora de Rompiendo el Silencio indica que “un beso entre dos mujeres no es para nada una provocación”.

“Nosotros tenemos el derecho de expresar nuestros sentimientos. No tenemos porque ponernos por debajo de los heterosexuales y que sólo ellos tengan derecho a expresar lo que sienten. La misma administradora del Pollísimo decía que hay otros lugares para que las lesbianas se besen, porque en el suyo hay niños, pero no tenemos porque meternos en un guetto” , enfatiza Erika.

El abogado Contreras indica, por su lado, que “este es un país de juguete y todo es una provocación. Si hay personas que no soportan un beso de dos mujeres y se sienten molestos, que se retiren”.

Zapata remata al señalar que “entonces pierdo mi clientela y les pido a ellos, sean niños o abuelitos, que se vayan. Esto es ridículo”.