CON EL RECHAZO DE ESTADOS UNIDOS Y EL APOYO DE CHILE UNESCO APROBO CONVENCION QUE PROMUEVE DIVERSIDAD CULTURAL Y PROTEGE A LAS MINORIAS

El primer instrumento jurídico internacional sobre la diversidad entrará en vigor luego que sea ratificado por 30 países, pese al rechazo persistente de Estados Unidos. La norma contempla la creación de un fondo internacional y de un mecanismo de solución de litigios. En Chile, el movimiento homosexual expresó su satisfacción a la Cancillería por su voto positivo.

Por C.H

Sede la Unesco en Francia

24 de octubre, 2005 (OpusGay).- Entre débil y nulo fue el impacto que tuvo en Chile uno de los avances más significativos que se han dado en terreno internacional para contar con un instrumento jurídico que promueva la diversidad cultural y los derechos de las minorías, al margen de los cambios o exigencias o normas del comercio mundial.

Se trata de la “Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales” aprobada en París el pasado jueves en la 33 Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). La aprobación del texto por 148 votos a favor y las abstenciones de Australia, Nicaragua, Honduras y Liberia, ya desencadenó polémicas debido al rechazo expresado por Israel y, principalmente, por la oposición de Estados Unidos.

Para Washington la Convención sobre la Diversidad Cultural fue “redacta con prisa”, lo cual a su juicio “puede perjudicar la libre circulación de bienes y servicios y legitimar las violaciones a los derechos humanos”.

Estados Unidos, que regresó a la UNESCO en 2003 tras 19 años de ausencia por considerar a esa instancia como antiamericana, específico que Convención podría incluso legitimar la vulneración de otros acuerdos, como son los establecidos en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Y es que para la Convención “las actividades, bienes y servicios culturales (…) no deben ser tratados como si tuvieran un valor exclusivamente comercial” , por lo cual autoriza a los Estados a “adoptar las medidas que estimen apropiadas” para proteger su patrimonio. Disposición a todas luces preocupante para Estados Unidos, país que históricamente ha centrado su desarrollo en el tema comercial por sobre otros

En contraposición a este minoritario, pero importante rechazo los 148 países que votaron a favor de la norma expresaron su total alegría, en especial Francia que impulsó desde el 2003 la propuesta, sumando luego los apoyos de Canadá, Brasil y de todos los países de la Unión Europea, pese al inicial rechazo expresado por Inglaterra.

En un comunicado, el presidente francés, Jacques Chicac, aseguró que la Convención “abre la esperanza de una globalización más respetuosa con la identidad de los pueblos (..). Se trata de un progreso importante en un mundo que necesita proteger la diversidad cultural y organizar el diálogo de las culturas en el respeto de todos”.

La Unesco recordó en tanto que la Convención es “f ruto de un amplio proceso de maduración y de dos años de intensas negociaciones jalonados por numerosas reuniones de expertos independientes y gubernamentales (..) Por primera vez, la comunidad internacional se ha dotado de un instrumento normativo de gran envergadura para afirmar su convicción de que el respeto de la diversidad de las culturas y el diálogo intercultural constituyen una de las mejores garantías de desarrollo y de paz “.

El nuevo instrumento jurídico basa gran parte de sus principios en la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, la que fue aprobada por unanimidad poco después de los atentados que el 11 de septiembre del 2001 afectaron a Estados Unidos.

MINORIAS Y DERECHOS HUMANOS

La Convención sobre al Diversidad Cultural entrará en vigor tres meses después de su ratificación por 30 Estados, mientras Francia ya anunció que tiene el respaldo suficiente para dar las primeras noticias de avances más concretos en las próximas semanas.

A nivel ciudadano la alegría por la aprobación del tratado no se hizo esperar, pues en sus artículos contempla el fortalecimiento de la sociedad civil, así como el respeto hacia las minorías de todo tipo.

En efecto, junto con reconocer el insustituible papel que juega la sociedad civil en el mundo, los estados comprometieron su esfuerzo para incitar a la ciudadanía a “crear, producir, difundir y distribuir sus propias expresiones culturales, y tener acceso a ellas, prestando la debida atención a las circunstancias y necesidades especiales de las mujeres y de distintos grupos sociales, en particular las personas pertenecientes a minorías y los pueblos autóctonos “.

Igualmente se llama a “re conocer la importante contribución de los artistas, otras personas participantes en el proceso creativo, las comunidades culturales y las organizaciones que los apoyan en su trabajo, así como su papel fundamental de alimentar la diversidad de las expresiones culturales “.

El texto reafirma además el derecho soberano de los Estados para proteger y promover mediante sus políticas “ la diversidad cultural de las expresiones culturales”, creando “ las condiciones para que las culturas puedan prosperar y mantener interacciones libremente de forma mutua y provechosa”.

Mediante el denominado “ principio de apertura y equilibrio “, la Convención estipula que al adoptarse las medidas para libertad de expresiones, los Estados “procurarán promover de manera adecuada la apertura a otras culturas del mundo”, al punto que ninguna iniciativa que apunte a tales dones debe atentar contra los derechos humanos.

FONDO INTERNACIONAL Y LITIGIOS

El gobierno de Chirac impulsó la Convención

En el marco de la promoción de la cooperación internacional, cuya responsabilidad recae en gran parte en los países desarrollados, la Declaración prevé la creación de un Fondo Internacional para la Diversidad Cultural, “cuyos recursos provendrán de contribuciones voluntarias de las partes y recursos financieros asignados por la Conferencia General de la UNESCO, así como de diversas contribuciones, donaciones o legados”, sostuvo la instancia internacional

Para asegurar el correcto funcionamiento de la nueva Convención, se estableció un mecanismo no vinculante de solución de litigios. “ Este mecanismo alienta primero la negociación y luego el recurso a la mediación y a los buenos oficios. En última instancia, puede iniciarse un procedimiento de conciliación. La Convención no prevé ningún mecanismo de sanciones”, detalló la UNESCO.

Con el objeto de hacer sentir su voz e impedir incoherencias entre el nuevo instrumento y otros tratados internacionales, Estados Unidos logró incluir, por último, un artículo, que garantiza  potenciación mutua, complementariedad y no supeditación” de otras disposiciones con la Convención.

“Ninguna disposición de la presente Convención podrá interpretarse como una modificación de los derechos y obligaciones de las Partes que emanen de otros tratados internacionales en los que sean parte”, se sostuvo.

EL APOYO DE CHILE

La Unesco se compone de 191 estados, de los que 183 tienen derecho a voto por estar al día en sus cotizaciones Entre esos se cuenta Chile, país que votó a favor de la Convención Cultural sin efectuar ningún tipo de reservas o indicaciones, según confirmó la Cancillería al Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).

En conversación sostenida con el director de la política Multicultural de la Cancillería, Fidel Coloma, y el jefe de la División Jurídica de Relaciones Exteriores, Pedro Ortuza, el Movilh expresó su total agradecimiento por el respaldo dado por Chile a la Convención.

 Esta es una norma inédita en el mundo, que como bien lo indica en sus artículos involucra a todas las minorías, y aunque no menciona a ninguna específicamente, está claro que los derechos de gays, lesbianas, bisexuales, transgpeneros y transexuales también son parte de sus alcances” , dijo el secretario general del Movilh, Juan Hernández,.

El activista agregó que ya estudió la viabilidad de que Chile sea uno de los 30 países que ratifiquen la Convención, lo cual “ es bastante difícil porque el Ejecutivo debería enviar la propuesta al Congreso para su discusión”

Además, desde la Cancillería transcendió que Francia ya tiene las 30 ratificaciones necesarias, por lo cual no sería una prioridad del gobierno dar pasos en esa línea.