Chats serían peligrosos para la salud

El chat incrementaría las conductas sexuales de riesgo y perjudicaría notablemente las relaciones de pareja, advierten diversos estudios.

Agencias

El gobierno británico insistió el mes anterior en que los chats son peligrosos para la salud, pues promoverían las prácticas sexuales de riesgo entre los usuarios e incrementarían la transmisión del VIH.

Tras un estudio de dos años, basado en encuestas a dos mil 500 gays y bisexuales de Londres, el Ministerio de Salud de Gran Bretaña concluyó que “los chats incrementan las posibilidades de tener relaciones sexuales de alto riesgo. Por consiguiente hay que encontrar nuevas maneras de hacer llegar los mensajes de sexo seguro a los gays y bisexuales”.

Según la investigación dirigida por el representante del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad de Londres, Jonathan Elford, los contactos establecidos por chats podrían ser igual o más peligrosos que las relaciones sexuales efectuadas por gays que frecuentan bares, discoteques y saunas.

Organizaciones homosexuales de Inglaterra no desconocieron que los chats pueden ser dañinos para la salud, sin embargo, calificaron como un acto discriminatorio que el estudio se limitara a personas gays cuando los heterosexuales también acuerdan citas a través de Internet.

Investigaciones efectuadas en países como Argentina y Venezuela ya han revelado, por otra parte, que Internet puede tener efectos sobre la salud psíquica de los usuarios, pues muchas parejas homosexuales han fracasado en sus relaciones a raíz de los celos y desconfianzas que provoca el consumo de chats.

Algunos medios de comunicación homosexuales han publicado diversas opiniones sobre la materia emitidas por sus usuarios.

Uno de los tantos ejemplos es el testimonio de un venezolano publicado por www.gay.com donde se señala que “hace dos años tengo pareja y para nuestro aniversario él decidió poner Intenet en casa. Al comienzo, nos reímos mucho: buscamos sitios calientes, fotos, videos, información. Luego cambió un poco la cuestión: comencé a desear que mi novio no estuviera todo el tiempo en casa. Me encantaba jugar y pasaba horas conectado, comiendo rápido y teniendo que inventar excusas a la persona que estaba chateando conmigo para poder ir al baño. El “http” me hizo perder todo contacto con la realidad y comencé a pensar virtualmente”.