En todos los bancos del país se indaga sobre la presunta homosexualidad de las personas, mientras una parte importante de ellos prohíbe expresamente a los gays la donación de sangre. El Movilh responsabilizó directamente al Estado por la existencia de esas normas tras denunciar el hecho.
Por G.V y A.R

15 de junio, 2003 (OpusGay).- “No importa tu grupo, sólo tu compromiso” reza una campaña del Banco de Sangre del Hospital de Urgencia de Asistencia Pública (o Posta Central) que busca incrementar las donaciones. Ese llamado, sin embargo, no se refiere a grupos humanos, sino sólo a tipos de sangre, pues una parte de la población, los homosexuales, está expresamente marginada en su reglamento.
Y es que entre los diversos motivos por los cuales se está impedido de donar sangre, la Posta Central destaca como uno de los principales el hecho ” de tener relaciones o hacer el amor con personas del mismo sexo”.
La situación fue denunciada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), grupo que calificó a la norma como una de ” las más graves y atentatorias contra los derechos de las minorías sexuales ya que violenta la igualdad y la privacidad y daña la estabilidad psicológica de los gays”.
“Tras un seguimiento de dos meses a los bancos de sangre público y privados, nos dimos cuenta que todos indagan sobre la orientación sexual, mientras una gran parte prohíbe explícitamente las donaciones de homosexuales”, señaló el dirigente del Movilh, Juan Hernández.
Junto a la Posta Central, entre los centros de salud que “estigmatizan” a los homosexuales, se cuentan el Hospital San Juan Dios y la Clínica Santa María. Mientras el primero tiene pegado en sus dependencias un cartel que señala “están impedidos de donar la sangre los hombres que han tenido sexo con hombres” , el reglamento de la Clínica Santa María advierte que “s i usted pertenece o ha estado en contacto con personas que pertenezcan a cualquiera de los siguientes grupos NO DONE SANGRE: homosexuales, bisexuales, o parejas de algunos de ellos, drogadictos, prostitutas y alcohólicos”.
Hernández aclara ” que esas normas son antiguas, pero sólo conocimos su alcance a nivel nacional luego de recibir una denuncia que investigamos”. Agrega que por el momento es imposible precisar cuanta gente no ha podido donar sangre por el sólo hecho de ser homosexual o cuantos se han autoexcluido al conocer las reglas, sin embargo, “lo concreto es que existe un grave estigma contra los homosexuales en el sistema de salud y que a más de alguien ha afectado”.
EL ESTADO Y LA RESPUESTA DE LAS CLINICAS
Según las averiguaciones del Movilh en todos los Bancos de Sangre del país existe un cuestionario de 22 preguntas proveniente del Ministerio de Salud y que es aplicado a las personas. Dependiendo del centro asistencial, las interrogantes pueden ser más o menos, “pero ninguna deja al margen las indagaciones sobre la presunta homosexualidad de los donantes”.
Para Hernández el preguntar si alguien es o no homosexual ” es absolutamente irrelevante por cuanto lo que debe importar es si las personas han tenido o no relaciones sexuales sin precaución y porque, independiente de ello, toda la sangre es o debe ser analizada antes de ser utilizada”.
En los bancos de sangre del Hospital Barros Luco y del Hospital Clínico de la Universidad de Chile reconocieron que las normas y las encuestas sobre la materia son delimitadas por el Ministerio de Salud, mientras en algunas clínicas sostienen abiertamente que el rechazo a los homosexuales se deben a que ese sector de la población es “más promiscuo”.
En efecto, en la Clínica Santa María los responsables del Banco de Sangre afirman que ” debido a alta promiscuidad de los homosexuales” es ” una pérdida de tiempo y de recursos materiales” el permitirles donaciones. Sin embargo, uno de los tecnólogos médicos de ese centro médico reconoce que la normativa “es injusta y se basa en prejuicios”.
Rodrigo, un joven de 21 años afectado por la prohibición, comenta que “fui a la Clínica Las Lilas y me dijeron que no podía donar sangre. Cuando les pregunté por qué me dijeron que porque los gays son más promiscuos y me enumeró una serie de otras razones como asumiendo que tenía Sida”.
En Las Lilas reconocen que cuando se ven frente a una situación como la descrita de todas formas aceptan a los homosexuales donar sangre, sin embargo, “es muy probable que algún gay después leer el reglamento se hubiera ido porque en el reglamento no se permiten las donaciones de esas personas” .
Junto con responsabilizar a los centros públicos y privados sobre la “arbitraria aplicación ” del cuestionario de extracción, el Movilh critica directamente al Instituto de Salud Pública (ISP), por cuento ese el organismo encargado de regular a los bancos de sangre.
El ISP, que entró en funcionamiento en 1980 mediante el decreto 79 del Ministerio de Salud, afirma en sus documentos internos que uno de sus propósitos es “mantener el control y supervisión de los laboratorios clínicos y los bancos de sangre, efectuando diversos programas de referencia, vigilancia epidemiológica, investigación y desarrollo”.
POSIBLES ACCIONES LEGALES

El Movilh advierte que ya gestiona para la próxima semana una entrevista con el Ministro de Salud, Pedro García, para solucionar este problema “que es igual de grave a la penalización de la sodomía que rigió hasta 1998. De no conseguir la modificación mediante el diálogo iniciaremos acciones legales y los gays en masa acudiremos a donar sangre, efectuando a la par las manifestaciones correspondientes”.
El presidente del Movilh, Rolando Jiménez, aclara que inició contactos con la abogada Lidia Casas, de la Clínica de Interés Público de la Universidad Diego Portales, para recibir una orientación más precisa sobre las normas legales que se estarían vulnerando con las prohibición de los bancos de sangre.
En un primer análisis, Casas indica que tanto las indagaciones sobre la orientación sexual como las restricciones expresas a los gays vulneran ” los derecho a la igualdad y la vida privada garantizados en la Constitución. Para conocer bien este caso se debe estudiar el Código Sanitario e identificar cuales de sus normas podrían ser inconstitucionales” .
Explica que una vez definida esa situación, corresponderá a la Corte Suprema determinar definitivamente si una determinada indicación es o no inconstitucional, lo cual sólo tiene efectos precisos en el caso denunciado. Tras ello, es posible modificar la norma mediante “un acto legislativo”.
Casas, quien planteará la situación a su grupo de trabajo la próxima semana para orientar al Movilh y definir probables acciones conjuntas, considera que de todas formas las reglas de los Bancos de Sangre contra los homosexuales son “innecesarias” por cuanto para esos trámites no debe importar la orientación sexual de las personas sino los mecanismos de prevención de ETS utilizados por cualquier ser humano en sus relaciones sexuales.
CHILE NO ES EL UNICO
En Chile existen 105 bancos de sangre y gracias a campañas efectuadas por algunos hospitales para incrementar las bajas donaciones los puntos de extracción bordean los 200.
Las donaciones, que en el transcurso del 2002 ascendieron a 226 mil 119, se rigen por diversas reglas a fin de impedir la transmisión de enfermedades. Fue en 1983 cuando el Ministerio de Salud creó las Normas de Banco de Sangre, mientras en 1987 se determinó la detección obligatoria del VIH/SIDA y en 1996 se implementó igual medida para la hepatitis C.
Con el objeto de garantizar la aplicación correcta de las reglas de transfusión el 2001 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó a nivel mundial la campaña “Sangre Segura”. A comienzos de este año, en tanto, el organismo promovió una segunda iniciativa tendiente a capturar donadores, pues según estudios de la Organización Mundial de la Salud un país necesita colectar un número de unidades equivalente al 5 por ciento de su población y en América sólo Cuba llega a ese nivel.
“Las restricciones a los homosexuales sin duda contribuyen a los bajos niveles de donación, lo cual es una ridiculez porque se está impidiendo a un grupo de la población contribuir a la vida”, señala Juan Hernández, del Movilh.
“Los casos más dramáticos deben ser cuando el pariente de un homosexual requiera sangre. Si la persona gay no está asumida y desconoce los motivos reales por lo cual le está prohibido donar sangre, los efectos en su estabilidad emocional son sin duda desastrosos”, agrega.
Pero Chile no es el único país que prohíbe a los gays donar sangre. Sin ir más lejos España recién en abril anterior eliminó una norma similar que afectaba a dos de sus provincias, Cantabria y Murcia. En algunos Estados de Norteamérica la situación es similar, mientras el Mercado Común del Sur (Mercosur) tiene una regla precisa sobre la materia.
En su decreto 385/000 del Reglamento Técnico del Mercosur de Medicina Transfusional se indica expresamente que no pueden donar sangre “hombres que hayan tenido relaciones sexuales con otros hombres y las parejas sexuales de ellos”.
“Estas disposiciones son abominables y por eso desde hoy iniciamos una nueva batalla del movimiento homosexual que esperamos efectuar en alianza con otros grupos de Latinoamérica”, puntualizó el Movilh.