¡Vamos!, anímate perrita, anímate perrito. Así me gusta…, goza tu mejor sonrisa… ¡es primavera!
Por Baltazar
Tanto dolor pariendo en septiembre y nuestros dolores cotidianos también en parto. Tanta noticia con signos de muerte y tanto mensaje que promueve el desarrollo de nuestras vidas, sólo vinculado al cuánto y al qué tienes. Tanto de tanto ha terminado por cansarme.
¿Qué tal si pactamos un alto y largamos por la ventana todo aquello que la muerte no se puede llevar?. En particular la desidia de vivir en fantasía, anhelando aquello que -por ausente- termina siendo nuestra cárcel y experiencia de dolor.
¿Qué tal si pactamos un alto y recordamos aquella fuerza mágica de nuestros primeros pasos de mariquitas soñadores?. ¡Es primavera amigas!, ¡es primavera amigos!. Y no me vengan a joder el cuento, porque no hablo del carrete veraniego que se avecina. Es la de lo nuevo, que puede ser posible.
¿Qué tal si soñamos un poco y ya no afectan nuestras vidas ni cleros, ni reglas, historias añejas de drama, ni batallas por dar?
¿Qué tal si es posible el cielo cristiano para todos o la reencarnación budista para la libertad?
¿Qué tal si creemos nuevamente que ella o él, sí, nuestra mina, nuestro mino, está allí a un paso, casi de roce, pensando al igual que nosotros que alguien está para ella o él?
¿Qué tal si es posible aquél loco `para siempre te amo’ y que además agarramos de puta madre en la cama? y ¡que le importa una mierda que no seamos modelito de revista!… ni tampoco nos molesta que él o ella no lo sea.
¿Qué impide tejer guirnaldas de flores y correr en pelotas por una Alameda fantástica, sin descanso, más allá, hasta las olas que esperan, para renovarnos en su sensual vaivén?
¿Qué tal si reencontramos las palabras de Jesús, así medio haciéndonos la tonta, y logramos ser como niños o niñas según nos venga?
¿Qué tal si nos mandamos un buen palmazo en la cabeza pa’ despertar del individualismo ahogante que nos revienta más que la coca de alguna noche aturdida o más que el copete que trajo el llanto por lo ausente?
¿Qué tal si soñamos que es posible?, ¡sí!, amarnos. Es primavera, ¡cresta!, es primavera. Una más, quizás la última, con SIDA o sin el, porque `a las finales’ también el bichito es un accidente aunque le demos carácter de absoluto.
Ni Medinas, ni marketeo, ni lucha política. ¡A la punta con todo!, qué más da, si hoy ¡es primavera!. Y se descuelgan los colores, la vida. Esa misma que nos mueve en cada instante a ser esto o aquello, pero maravilloso por lo irrepetible.
¡Vamos!, anímate perrita, anímate perrito. Así me gusta, …goza tu mejor sonrisa … ¡es primavera!.