Para Gabriela Mistral
Escrito de un lector dedicado a la Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral.
Por Matías
He oído cómo a mi amada
le gritan cosas y verdades a medias,
medios tintes, medias voces,
gritos ahogados de miserias.
Mentiras y flores mustias,
palabras, gestos y angustias,
que gritan mudas majaderías de bestias.
Veneno ponzoñoso de insectos
que con su labia infectan
los versos de mi amada,
mi grandiosa Gabriela.
Siempre la palabra fatal
del insecto, del intruso mal
que desfigura su gracia,
que destempla el verso
y como arma mortal
lanza dagas al cruel destino
que hilvanando veneno fino
deja una historia que no permite descansar
a mi amada Gabriela
que no hizo más que cantar.
A quién le importa si era su hijo?
O si llevaba su sangre y su apellido?
Si ella lo amó y crió en su regazo
Lo llevó en sus entrañas
Y suyo lo hizo
Como se crían todos los niños!
A quién le importa quién yacía a su lado?
O quién era su verdadero amado?
Era hombre o mujer su amigo o amiga,
que le consolaba en las lejanías
cuando lejos de Chile soñaba con los prados
de su valle, de su Chile,
de sus ríos y de sus años pasados.
A quién le importan estas cosas?
Si ella era mía, nuestra, hija de esta tierra
Hija del sol, de un Valle encantado
Y nos amó cantando
Nos dejó una herencia
Nos dejó su canto!