ABUSOS POLICIALES: ¿AMPARADOS POR LA LEY?

ABUSOS POLICIALES: ¿AMPARADOS POR LA LEY?

Dos jóvenes de 19 años se despidieron este mes con un beso en la mejilla en el Parque Forestal. El resultado de esa simple muestra de cariño fue dramático: la pareja fue detenida y golpeada por funcionarios de la Primera Comisaría de Santiago.

Amparados en el nuevamente mal aplicado artículo 373 del Código Penal, que sanciona en forma arbitraria las “ofensas a las buenas costumbres”, Carabineros decidió trasladar a los jóvenes desde la Primera Comisaría al Centro de Detención Preventiva de San Miguel, lugar donde estuvieron recluidos por más de 24 horas. Como era de esperarse, la justicia liberó a los afectados por falta de méritos, pero sin sancionar hasta ahora a los responsables de los atropellos, quienes además robaron dinero a los jóvenes y los obligaron a firmar declaraciones sin permitirles la lectura de las mismas.

A diferencia de decenas de situaciones similares ocurridas en los últimos 11 años, el caso fue derivado a la Fiscalía Militar gracias a la intervención del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh). Como consecuencia de esa acción, por primera vez un grupo de carabineros que violentaron los derechos básicos de los homosexuales debieron someterse a un careo con las víctimas y, por el momento, se espera una resolución sobre la materia.

A pesar de la terrible situación por la cual pasaron los jóvenes, su caso evidencia importantes avances en lo referido a la defensa de los derechos de las minorías sexuales. Ello porque además de ser derivada la investigación a la Fiscalía Militar, los afectados son uno de los pocos gays que han decidido no callar frente a los abusos y, por el contrario, luchar porque se sancione a los responsables.

Los inéditos hechos descritos, desencadenados al fin de cuentas por la valiente actitud de los jóvenes gays y por la asertiva intervención del Movilh, evidencian no sólo un cambio de mentalidad en un parte de la población homosexual no organizada, sino también en el entorno social, pues las víctimas han sido apoyadas incondicionalmente por sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Lo concreto es, sin embargo, que al margen de esas valiosas transformaciones culturales en la ciudadanía chilena aún persisten graves y profundas discriminaciones, siendo los homosexuales el sector social más afectado por esa realidad, según estudios de la Fundación IDEAS.

Es en ese contexto donde se ubica Carabineros de Chile, instancia que no ha realizado un proceso de reeducación de su personal para que este entienda, valore y respete la diversidad como un elemento central en una sociedad democrática que busca dar a cada uno de sus componentes el lugar que merecen, más allá de diferencias étnicas, políticas religiosa o sexuales.

Resulta imperioso que el Estado realice esfuerzos más consistentes en lo referido a la relación entre Carabineros y los sectores minoritarios, implementado políticas y apoyando las iniciativas de las organizaciones de la sociedad civil organizada, la cual presenta serias deficiencias económicas para la concreción oportuna de sus objetivos de profundización democrática.

No bastan las frases para el bronce. Es tiempo de acciones, al menos en los momentos más coyunturales y emblemáticos. Considerando que en todo el espectro político los fines sociales son los mismos en el papel y en los discursos, serán las conductas y actitudes las cuales finalmente demostrarán la verosimilitud y el compromiso real con la ciudadanía.

La acción más pertinente en la cual debe involucrarse el Estado para evitar los atropellos policiales es el diseño de estrategias y propuestas para derogar o modificar el artículo 373 del Código Penal, cuya aplicación arbitraria afecta principalmente a los sectores minoritarios o discriminados. Ya se avanzó con la eliminación de la “detención por sospecha”, pero lo cierto es que esa iniciativa se anula cada vez que otras normativas legitiman o amparan un actuar ilegítimo por parte de Carabineros.