El actor reconoce que su vida ha cambiado con su participación en la trilogía de “El Señor de los Anillos”. Fama y dinero son parte de los beneficios obtenidos, pero mantiene la calma y pide autógrafos a quienes valora. En su paso por Buenos Aires conversó con OpusGay y recordó su infancia en el vecino país, donde vivió desde los 2 hasta los 11 años.
Por Clara Fernández-Escudero, desde Buenos Aires.
16 de diciembre, (OpusGay).- A dos días de estrenarse “El Señor de los Anillos, el Retorno del Rey” el Círculo de Críticos de Cine de Nueva York, máxima expresión de las creaciones independientes, eligió ayer al filme como la mejor película del 2003, un reconocimiento poco habitual para cintas que son éxitos de taquilla.
Y es que la última parte de la saga de J.R.R Tolkien que el director neozelandés Peter Jackson llevó a la pantalla grande “parece que es la mejor de la trilogía: tiene lo mejor de la primera y de la segunda” , señaló a OpusGay el actor Viggo Mortensen en su paso por Buenos Aires, el último rincón de Sudamérica donde promocionó la película.
El protagonista del Señor de Los Anillos, quien el sábado anterior participó de la avant premier en Londres donde se reunieron unos 12 mil fanáticos, reconoce que tras el impacto de su personaje Aragorn existe un antes y un después en su vida, límite marcado hace 18 meses atrás en Nueva Zelandia cuando comenzaron a filmarse las tres cintas como una sola gran película.
“Sin duda hay un antes y un después de Aragorn, pero igual no quiero dejarme llevar por lo más obvio. Después de un año y medio de vestirme, cabalgar y parecerme a Aragorn, no te voy a negar que uno confunde los matices. Pero si lo que querés saber es si la gente me grita “¡Eh, Aragorn!” por la calle, no, eso todavía no me pasa”, dice el actor conservando el acento porteño heredado de su crianza en Argentina, país que no visitaba desde 1995.
Aunque nació en Estados Unidos, siente que la vecina nación es su casa. ” Las cosas cambiaron desde que yo era chico. Todo me parecía más grande. Pero cuando llegué (a Buenos Aires) me fui a caminar por la Recoleta y se largó a llover. El olor, las calles mojadas, todo me hizo acordar a cuando era chico y me encanta eso, ¿viste?”.
En Mortesen llama la atención su cordialidad con los periodistas y su aspecto terrenal, muy lejano al personaje que debe convertirse en rey de los hombres y muy distante a las poses de estrellas, aunque ya brilla con luz propia en la pantalla grande. Por ello, en su breve visita a Buenos Aires el mes pasado, se atrevió a pedir autógrafos a quienes considera líderes en el fútbol.
“Una de las cosas que pedí ni bien llegué fue ir a ver a San Lorenzo y lo logré. Fue una de las cosas más impresionantes estar con ellos y pedirles autógrafos, sacarme fotos con el Beto Acosta”, indicó.
“LO MEJOR FUE TRABAJAR CON PETER JACKSON”
La producción de la trilogía del Señor de los Anillos costó 300 millones de dólares al estudio New Line Cinema (de Time Warner Inc), sin embargo sus ganancias superan los mil 700 millones de dólares en todo el mundo, sólo considerando las dos primeras partes.
Con el Retorno de Rey, que dura tres horas y 20 minutos, la película no sólo incrementará las arcas de la trilogía, sino su reconocimiento, pues figura como el principal filme para obtener el codiciado Oscar. Lados primeras expresiones de la saga, suman seis estatuillas en categorías distintas a la de Mejor Película.
Para Mortensen el dinero y los reconocimientos son sólo uno de los beneficios de la trilogía. Así es como considera que “definitivamente lo mejor” de trabajar en El Señor de los Anillos ” fue Peter Jackson, un director de gran paciencia y capacidad de escuchar. Lo peor (en cambio) no fue para mí, sino para los extras, las escenas de batalla. Muy duras, muy cansadoras”.
De padre danés y madre estadounidense, a sus 45 años se ha desempeñado como fotógrafo, pintor, músico y actor de teatro y cine, recibiendo diversos reconocimientos tras su incursión en la pantalla grande con el filme “Testigo en Peligro” (1985). La primera nominación a algún galardón la obtuvo con “Un Crimen Perfecto”, trabajo por el cual postuló como mejor actor de reparto en el Blocksbuster Entertainment Award.
La Comunidad del Anillo (2002) y Las Dos Torres (2003) derivaron en su nominación como “mejor actor” y “mejor actor de reparto” con los galardones Empire Award y Golden Satelite Award, en forma respectiva.
Con esas cintas, Mortensen se convirtió en uno de los exponentes de la nueva generación de estrellas de Hollywood, lo cual ha incrementado sus compromisos y viajes alrededor del mundo. Sin embargo, siempre se ha considerado como una persona errante.
“Nací en Estados Unidos, pero como mi papá tenía trabajos por todos lados, viajábamos mucho. Viví en Venezuela, en Buenos Aires y en el Chaco -ahí aprendí a montar-, voy mucho a Dinamarca, donde tengo familia, vivo en Los Angeles, soy bastante raro ¿no?” , puntualiza con la seguridad de que su rareza en el algo le sirvió para el éxito.