TRANSEXUAL CHILENA ASPIRA A UNA CONCEJALIA TRAS UN DRAMATICO PASADO

Su madre la abandonó a temprana edad y su padre la expulsó del hogar. Desde los ocho años Juana consumió drogas, ejerció el comercio sexual y robó para sobrevivir. Hoy su vida es otra: lidera un grupo de transexuales, creó una compañía de teatro, elabora proyectos sociales y es una voz indiscutible del movimiento homosexual chileno.

Por Alberto Roa

 

"De Remolienda" es la segunda obra de teatro protagonizada por TravesNavia. Juana (de blusa rosa) intepretó a la dueña de un prostíbulo.

26 de octubre, 2003 (OpusGay). -Este año ha sido uno de los más gratificantes en la historia de Juana Iris Rubio y de TravesNavia, la organización de transexuales que preside. El aliento es tal que Rubio tiene entre sus planes convertirse en la primera concejala transgénero de Chile.

Los programas de reconversión laboral para quienes ejercen el comercio sexual y los proyectos de prevención de VIH/SIDA enarbolados por TravesNavia desde el 2001, derivaron en los últimos meses en un importante reconocimiento académico y mediático, al punto que Rubio ha sido la entrevistada principal de reportajes efectuados por Canal 13 y ha dado charlas en universidades.

La historia de Juana es dramática, llena de dolor, burlas y rechazo familiar. A los ocho años inició su vida en la calle, donde aprendió a ser una sobreviviente de las drogas, la prostitución, los robos y la cárcel.

Hoy, reconocida como una nueva líder del movimiento homosexual; Juana es un ejemplo para aquellas transexuales que han sentido perder todo a raíz de la pobreza y la homofobia. Por ello, con grandes esperanzas cuenta su historia…

EL COMERCIO DEL CUERPO

“Me di cuenta de mi homosexualidad a los ocho años, cuando tuve mi primera relación con un amigo. Antes de eso, no sabía que era hombre. Nadie me hablaba de sexo. Pensaba que todos éramos diferentes y que mi sexualidad era sólo eso, distinta” , recuerda Juana.

Hija de una evangélica y de un empleado público, Rubio ni siquiera sintió rechazo a su condición cuando su madre la abandonó a los cuatro años. “Sólo cuando tenía 25 años me encontré con mi mamá en la calle. Ella no me conoció. Le dije quien era, la abracé y lloré, pero me reprochó mi forma de ser alegando que había parido un hombre y no una mujer”.

Tras el abandono materno y su primera experiencia sexual, Juana fue sintiendo los primeros dardos de la homofobia, lanzados por su propio padre. ” A los ocho años mi papá me empezó a pegar. Me gritaba ´maricón culiado, maricón fatal, ándate de mi casa´. Entonces decidí irme”.

Sin el apoyo de ninguno de sus cuatro hermanos y en medio del desprecio de sus vecinos, Juana se apartó de la casa que la vio nacer por allá en 1971, año cuando su padre “armó en Cerro Navia una carpita en medio de una toma de terreno que luego dio paso a una población”.

Tras cortar abruptamente su infancia, Juana se fue haciendo sola, llegando a conocer en menos de un año todas las habilidades y destrezas del que sería su oficio diario por casi tres décadas: la prostitución.

Una vez en la calle la primera persona en acogerla fue una mujer con problemas de drogadicción. ” Ella era una señora de un poco más de 20 años que tenía hijos. Aunque era drogadicta y me daba trago y marihuana fue la primera persona que me aceptó tal como era. Me mostraba cariño y no le importaba que fuera homosexual”.

En sintonía con ese particular afecto, la señora Leticia no sólo permitió a Juana que fuera desarrollando su identidad transexual, sino que también “me regalaba sus pinturas y me ayudaba a pintarme y peinarme. Ello, sumado a los efectos de la marihuana, me hacía sentir en un mundo rico, en especial porque no tenía donde estar”.

Leticia fue también una de las llaves para la prostitución de Juana, luego que le presentará a su sobrino, “la Bambi”. “La Bambi, una de las primeras transexuales que murió de Sida en Chile, fue quien me enseñó a prostituirme cuando yo tenía nueve años. Comencé a trabajar en Guardia Vieja con 11 de Septiembre (Providencia). Yo era una niñita. No sabía nada y los viejos hacían lo que querían conmigo, sin pagarme muchas veces”.

Lo más traumático para Juana fue darse cuenta que los clientes le exigían en las relaciones sexuales comportase como hombre y no como mujer. “Yo ya tenía la mentalidad de que era mujer, pero los viejos te piden de todo y eso fue dramático”.

Para superar los malos ratos y mantener su mente en blanco durante sus peligrosas jornadas laborales, Juana utilizó la marihuana, la cocaína y el trago como vía de escape y olvido. El consumo de estupefacientes para soportar a sus clientes derivó en que muchas veces Juana conociera los amaneceres sola, sentada en la cuneta de alguna calle.

” Desde de los nueve años la prostitución fue continua y peor. Me independicé de la Bambi. Estaba más pulida, salía sola, sabía donde ir, sabía cuanto cobrar y tenía mis clientes. A los 13 años mi papá supo que me prostituía porque comencé a caer en la cárcel y él era el único autorizado para sacarme” , recuerda.

ENTRE DELITOS Y PAREJAS

Juana marchando por los derechos de las transexuales en el centro de Santiago
Juana marchando por los derechos de las transexuales en el centro de Santiago

Cada vez que era sacada de la 34 Comisaría de Menores, Juana volvía por un tiempo a su casa con la esperanza de algún cambio. ” Mi papá prometía a los carabineros que no me iba a pegar o echar, pero como a la semana abandonaba nuevamente la casa porque me seguía pegando y retando”. La historia continuó ese curso hasta los 18 años, cuando Juana se convirtió en mayor de edad y dejó de depender legalmente de su familia. Sin embargo, antes de pasar a la “adultez”, Rubio fue encarcelada por robo.

” A los 16 años robé por primera vez para comer y pagar la pieza donde comencé a vivir sola. Me pillaron y estuve presa durante un mes y medio en la cárcel de Puente Alto. Mi papá me fue a ver como al mes e inició los trámites para internarme en un hogar de menores, pero una jueza desaconsejó esa decisión porque como me veía como mujer, la pasaría muy mal en un internado de hombres”.

Entre sus idas y venidas a su casa, Juana fue participando de los robos que planeaban las transexuales que ejercen el comercio sexual en el barrio San Camilo .”Si no robaba o no consumía drogas era tachada de tonta por mis compañeras. Así que me puse a robar y aprendí los códigos de cómo hacerlo”

-¿Cómo se planeaban los robos?

Cuando tu llegabas a la Calle San Camilo generalmente el robo estaba planeado. Tú te enterabas de eso con la frase “prima, pánico”. Eso significaba que cuando parara un auto, una de nosotras se subía al vehículo y robaba las llaves, mientras una segunda por la otra ventana le sacaba al conductor sus anillos, collares o dinero.

– ¿Eso sigue pasando?

Sí, los transexuales que roban se disparan con el código “prima, pánico”.

En medio de un contexto social hostil, Juana conoció a sus primeras parejas en la cárcel. “Con uno duré como cinco años y con otro como cuatro meses, pero en ambos casos al final me di cuenta de que me estaban utilizando”.

-¿De qué manera?

Bueno, una les lleva comida y los atiende. Incluso muchas veces me dejé caer detenida para estar con mis parejas en la cárcel. Una de las relaciones que tuve fue tan tormentosa que cuando peleaba con mi pareja, él para llamar la atención se cortaba los brazos, las piernas y el estómago. Fue terrible. No me gusta mucho acordarme de eso y el pasado ya pasó.

LAS PRIMERAS LUCES

La primera señal de estabilidad que Juana tuvo en su vida provino de su actual pareja, un basurero con quien inició su relación nueve años atrás.

” A él lo conocí cuando participé en un circo que funcionaba en La Pintana y que incluía entre sus ofertas un espectáculo de transexuales. Mi pareja trabajaba en el circo y viví como cuatro meses con él ahí. Luego nos fuimos a vivir un tiempo a Calama porque sabía que mi familia no lo iba a aceptar”

Después de unos años, Juana decidió presentar la pareja a su familia. El padre se fue dando cuenta que su hija iba experimentando progresos gracias a esa relación. “Mi pareja es muy trabajadora y siempre ha estado preocupado por mí, el fue construyendo un hogar conmigo y fuimos comprando nuestras cosas”.

La aceptación familiar de la pareja fue tan importante que el padre les permitió construir una casa en el patio de su hogar. ” A mi pareja lo quieren tanto que cuando tenemos problemas mi papá me reta a mí y no a él. Aunque a veces me da rabia porque es injusto que tu padre se vaya en contra tuyo, la relación mejoró con mi familia tras conocer a mi pareja”.

Pero mientras Juana alcanzaba algún grado de estabilidad emocional, las drogas y el comercio sexual siguieron siendo su realidad diaria hasta el 2001, cuando cumplió 28 años. Hasta la entrada del nuevo siglo, Rubio jamás pensó en dar un vuelco definitivo, principalmente por qué no sabía cómo hacerlo.

Juana apoya en el Palacio Ariztía lanzamiento de campaña antidiscriminatoria elaborada por el Movilh en compañía de otras minorías
Juana apoya en el Palacio Ariztía lanzamiento de campaña antidiscriminatoria elaborada por el Movilh en compañía de otras minorías

Sería su interés por los otros, en especial por las transexuales, el factor que inició un paulatino cambio en su vida, al punto que desde hace dos años el ejercicio del comercio sexual ha ido en descenso. ” Antes me prostituía de lunes a domingo. Desde el 2001 lo hago sólo en las quincenas, pero desde hace tres meses que no me prostituyo. Quizá alguna vez lo vuelva a hacer, pero sólo si es por un problema económico que no pueda salvar por ninguna otra vía y jamás será un estilo de vida”.

En la actualidad Juana tampoco consume drogas e incluso asiste a un taller elaborado por la Fundación Credho y el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) que la transformará en los próximos meses en monitora de prevención de estupefacientes.

El perfeccionamiento de Rubio en las labores sociales ha sido tan rápido que en la actualidad ya cuenta entre sus logros el haberse capacitado en peluquería y corte y confección, gracias a propuestas efectuadas por ella misma a las autoridades municipales y de salud de la comuna de Cerro Navia.

En ese mismo espíritu, los más recientes esfuerzos de Juana se centran en la consolidación de la primera “Compañía de Teatro Transexual”, lanzada públicamente este mes con el estreno de la obra “De Remolienda” en el Cariola. La iniciativa, que cuenta con la activa colaboración del director y profesor de teatro Luis Galán, ha significado a las integrantes de Traves Navia, y en especial a su presidenta, una gran aceptación y valoración entre los habitantes de CerroNavia y entre la prensa masiva.

” Me gusta esta nueva realidad, pero me cuesta adaptarme. Siembre había pasado piola, pero ahora en mi comuna me saludan y me halagan. Me siento muy bien, pero rara”, indica.

EL DESPERTAR SOCIAL

¿Qué convirtió a Juana en actriz, peluquera, presidenta de una agrupación de transexuales y gestora de proyectos de prevención de VIH/SIDA y de reconversión laboral? ¿Cómo fue que en los últimos dos años su vida se transformó?.

Todo comenzó cuando Rubio supo sobre la fundación de la primera organización de travestis del país, TravesChile. Tras acercarse en el 2001 a colaborar con el grupo, Rubio se convirtió inmediatamente en secretaria del mismo, sin embargo ello no despertó el interés de las transexuales de CerroNavia.

Luego de padecer la discriminación en un consultorio de su comuna, ” donde fui mal tratada “, Juana denunció el hecho ante la Corporación de Salud y se entrevistó con la alcaldesa de Cerro Navia, Cristina Guirardi, quien la motivó a formar una agrupación de transexuales en la zona para enfrentar la homofobia. Rubio aceptó, pero la presidenta de TravesChile, Silvia Parada,  dijo que sólo me ayudaría si el nuevo grupo era dependiente del suyo”.

Las autoridades de CerroNavia aconsejaron en cambio a Juana que el nuevo referente transexual fuera independiente, pues eso facilitaba los trámites para la elaboración de proyectos sociales en la comuna. Y así se hizo. En 2001, TravesNavia adquirió su personalidad jurídica, y desde esa fecha, Juana comenzó a invitar a las transexuales a integrarse a su grupo, el cual suma hoy unas treinta personas.

En forma paralela la dirigente asistió a reuniones sobre prevención de VIH/SIDA, derechos humanos, discriminación y minorías efectuadas por las autoridades municipales u organizaciones sociales. “Al comienzo no entendía nada. Me aburría y pensaba que nada iba a resultar. Después fui puliendo mi vocabulario y ampliando mis conocimientos”, dice.

Juana estrenó su nuevo bagaje conceptual en el mundo académico este mes cuando se convirtió en la primera transexual del país en dar una charla en una casa de estudios superiores. Una vez superado el temor y la inseguridad, la experiencia social de Juana fue escuchada por estudiantes de psicología de la Universidad de Las Américas.

“Al comienzo pensé que era una broma la invitación que me cursaron para la universidad, pero era cierto. Cuando llegué a la charla, me tiré a los leones y hablé. Los estudiantes fueron muy respetuosos. Aunque me sentí bien, sé que debo prepararme para tener más argumentos, y en eso estoy ahora”.

“QUIERO SER CONCEJALA”

Aún cuando el trabajo de TravesNavia ya es conocido en el país, el grupo no tiene una sede donde funcionar. La adquisición de un espacio es una de las próximas metas de Rubio, para lo cual ya cuenta con un terreno que le cederá el municipio de CerroNavia. “Nos falta la casa y en eso nos está ayudando el Movilh. Espero que podamos contar con algo el próximo año, aunque sea una mediagua”, dice Rubio.

Para el futuro Juana también espera crear alguna microempresa en peluquería o corte y confección que permita a las transexuales autofinanciarse. ” Muchas de las que han hecho los cursos de reconversión laboral, aprenden pero no encuentran trabajo, por ello el autofinanciamiento es vital” , indica.

Y mientras sigue con sus proyectos sociales, participa en seminarios, asiste a exposiciones culturales con su grupo y denuncia y asesora los casos de discriminación que afectan a las transexuales, Juana tiene como uno de sus más ambiciosos objetivos ser la primera candidata a concejala que represente a las transgéneros.

“Sólo el año pasado terminé el octavo básico. Ahora quiero sacar el cuarto medio para poder postularme, aunque sea para las elecciones del 2008 porque para los comicios del próximo año ya no alcancé”, indica consciente de que el conocimiento de su persona en CerroNavia la haría obtener más de algún voto ciudadano.

Mientras tanto Juana, quien fue identificada por la conocida activista europea Carla Antonelli como una de las transexuales más importantes del mundo, sigue cultivando su nueva vida, muy distinta y más gratificante que su pasado.

“Soy más activa que años atrás, porque antes dormía más, era floja, era buena para las drogas y para la calle. Ahora soy perseverante, tengo mi autoestima alta. Soy una persona luchadora. Soy más feliz porque estoy haciendo algo que me llena de vida. Soy, simplemente, una persona más sana”, puntualiza la líder transexual.