La iniciativa de Sidaccion ha entregado documentación sobre la epidemia a unas 800 personas. Hasta ahora la campaña se ha efectuado en ocho playas del litoral central
Por Alvaro Ríos
Febrero, 2003 (OpusGay).- Sin la férrea oposición que manifestó el año anterior el párroco de Reñaca, Enrique Opaso, y con un gran entusiasmo por parte de los veraneantes se desarrolla desde el pasado 11 de enero la cuarta campaña informativa de Vih/Sida en las playas del litoral central.
La iniciativa, comandada por la Corporación Chilena de Prevención del Sida (Sidacion), ha lanzado a unos 25 voluntarios a las playas de Cartagena, San Antonio, El Tabo, El Quisco, Caleta Abarca, Viña del Mar, el Sol y Acapulco.
“Nuestros voluntarios dan consejerías, materiales educativos y preservativos a las personas. Estamos en movimiento, vamos de toalla en toalla cuando la gente está recostada en las playas”, comentó el encargado de Sidación en Valparaíso, Marcelo Aguilar.
La recepción de la campaña, que privilegia a personas cuyos rangos de edad van de los 18 a los 40 años, “ha sido excelente. La gente agradece las intervenciones en espacios públicos más masivos. Hemos conversado incluso con madres que luego transmiten la información que les damos al interior de sus hogares “, agregó.
Aguilar explicó que los voluntarios de la iniciativa recibieron una capacitación previa durante cinco días continuos con el objetivo de responder con mayor eficiencia a las consultas o dudas de los veraneantes.
OPASO
Cuando Sidaccion desarrolló su campaña el 2002 y repartió unos cuatro mil profilácticos, el párroco Opaso amenazó con quemar cualquier condón que pudiera ser distribuido en su jurisdicción eclesiástica.
Aunque en esa oportunidad no se repartieron preservativos en Reñaca en la jurisdicción de Opaso, este año Sidaccion tiene programado entrar a esa zona y a Los Marineros el próximo 15 de febrero, fecha cuando finalizará la campaña.
Aguilar considera poco probable que este año se desencadene la polémica del 2002, pues durante el verano pasado el párroco se opuso desde el comienzo a la campaña, aún cuando no consideraba Reñaca y, por lo tanto, ya habría manifestado su rechazo.