Gracias a ese “título” el supuesto hijo ha obtenido “privilegios” de tratamiento en locales nocturnos. Para muchos las “mentiras” del joven son clásicas en el “ambiente” y demuestran carencia de afecto, pero otros juran de guata que dice la verdad.
Por Sebastián Valenzuela
Curiosos y quizás graciosos rumores circulan desde hace unos cinco meses en diversos espacios de concurrencia homosexual. Se habla que el “hijo” mayor de la diputada Pía Guzmán es cliente de una discoteca y de un bar gay de la capital.
Las primeras versiones fueron conocidas través de diversos chat para homosexuales, donde una persona, que dice llamarse Martín, contaba sin censura los “terribles” problemas que atravesaba con su madre, la diputada Guzmán, debido a su orientación sexual.
Los rumores se personificaron cuando “Martín” comenzó a asistir a la discoteca Queen y al Bar de Willy y “confesó” a trabajadores de esos locales que “ soy hijo de Pía Guzmán. Mi madrina es María Angélica Cristi. Estoy pasando por una crisis porque mi mamá me echó de la casa cuando supo que era homosexual “.
Según “Martín”, la diputada Guzmán le exigió irse a Bélgica hasta que desistiera de su orientación homosexual. “Este joven, que para mí es evidentemente un fraude, me dijo incluso que debió suspender este año sus estudios en la Uniacc debido a los graves problemas producidos al interior de su familia “, señala Pablo, una de las personas que conoció a “Martín”.
Para otras fuentes, uno de los problemas principales radica en que “Martín” ha utilizado el “estatus” de ser hijo de la diputada para obtener privilegios de atención en los locales nocturnos gays.
En conversaciones sostenidas con dirigentes del movimiento homosexual la diputada restó importancia a tales versiones e indicó que ” me sorprende que la gente invente tales mentiras. Tengo tres hijos. Uno se llama Martín, pero tiene 13 años”. Tras esa declaración comenzó a quedar al descubierto que diversas informaciones proporcionadas por “Martín” en nada coinciden con el núcleo familiar de la diputada.
En efecto, los hijos de la diputada (José Ramón, Diego y Martín) se apellidan Infante, y no Fernández, como lo señala el “hijo gay”. El primogénito de la parlamentaria no pasa los 20 años, y “Martín”, que dice ser el hijo mayor, ha aclarado que tiene 21. Como si fuera poco, “Martín” ha señalado que se lleva pésimo con sus abuelos maternos, en circunstancias que el padre de Pía Guzmán falleció a los pocos meses del nacimiento (23-06-1957) de la parlamentaria.antena
“El DUEÑO DE LA CORFO TAMBIEN ES GAY”
“No sé si el ´Martín´ es hijo o no de la diputada, aunque me llamó la atención que a cada rato dijera que guardáramos ese secreto, pero al mismo tiempo se lo contaba a todo el mundo. En todo caso mentiras de este tipo son clásicas en el ambiente “ , indica Germán, un cliente de la discoteca Queen.
Para Germán un ejemplo público de las fantasías de algunas personas lo constituye ” el periodista Italo Passalacqua, quien no encontró nada mejor que sembrar dudas respecto a la heterosexualidad del actor Cristian De la Fuente y sólo porque le dijeron reina”.
Transformistas de discotecas aclararon, en tanto, que de vez en cuando efectivamente esos espacios son visitados por personajes públicos, sin embargo, en muchas ocasiones “ciertos gays” falsean informaciones y “vuelven homosexual a todo el mundo”.
“La mitomanía es cosa de todos los días. Algunos dicen que vienen a la disco directamente desde al aeropuerto o que han trabajado con personajes públicos importantes. Otros tienen casas de mármol o mamparas de cristal. Había incluso un compadre que se jactaba de ser el dueño de la CORFO y después lo vimos limpiando autos “, señala el artista de discotecas Paul Bichon (Paulette Favres).
P ara el transformista Marcelo Rojas (Heather) las fantasías de algunos gays ” se explican por carencia de afecto. Las personas no quieren asumir su realidad y entonces se presentan como gente de clase y renombre”.
Al margen de esas opiniones, lo cierto es que para muchos trabajadores o clientes de discotecas “Martín” es el primogénito de la diputada Guzmán y consideran que es un deber denunciar el doble estándar de una política que dice defender a la familia, pero al mismo tiempo discrimina sin asco a su “pobre hijo”. La parlamentaria, en tanto, no está ni ahí con el tema.