CON HOMOFOBICO RECHAZO DE LA MUNICIPALIDAD DE SANTIAGO EL PRIMER FESTIVAL DE CINE SOBRE DIVERSIDAD SEXUAL SALIO A LA CALLE EN CHILE

En tres lugares se transmitió el Festival de Cine 2.0. Uno de ellos era una apuesta ambiciosa, pues buscó sacar la pantalla al aire libre. La Municipalidad de Santiago, dirigida por la Derecha, se opuso ferozmente por considerar inconveniente la salida a la calle. Finalmente, el cine llegó al aire libre, con proyector de 35 milímetros incluido, haciendo historia en los aportes culturales de las minorías sexuales.Por C.H y E.H

Cine LGTB en la calle

17 de diciembre, 2008 (OpusGay.cl).– En el último mes Santiago fue testigo de una de las más importantes apuestas culturales de las minorías sexuales organizadas, pues con un visible éxito se realizó Cine 2.0, el Primer Festival de Cine Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT).

Producido por el Movimiento de Integración y Liberación y Homosexual (Movilh) con el auspicio de los gobiernos de España y del Reino de los Países Bajos, los organizadores no querían que las 22 cintas transmitidas se quedaran sólo en salas cerradas. Muy por el contrario, deseaban que este primer Festival saliera a la calle con el objeto de dar una potente e histórica señal cultural contra la discriminación.

Pero la tarea no fue fácil. Dividido en tres etapas, las primeras funciones fueron en la Biblioteca de Santiago y luego en el Centro Cultural de España, instancias que quedaron más que satisfechas con el nivel de convocatoria y facilitaron sus salas de cine sin ningún inconveniente.

El problema se originó con la tercera y última etapa del Festival, aquella que buscaba sacar por tres días consecutivos el cine LGTB al aire libre. Al solicitarse el permiso respectivo a la Ilustre Municipalidad de Santiago, la respuesta fue una sola: no.

Como alternativa, el Movilh buscó el permiso en otra instancia, la Intendencia Metropolitana, cuya buena acogida permitió que Cine 2.0 terminará el fin de semana pasado con funciones en el Paseo Bulnes, frente a La Moneda.

OPOSICION DEL MUNICIPIO

Paseo Bulnes

Fue el 9 de septiembre pasado cuando el Movilh ingresó la solicitud de permiso a la Municipalidad. La idea original era ubicar la pantalla en el Parque Forestal, en específico en la Plaza Juan Sebastián Bach, frente al Museo de Arte Contemporáneo.

Las razones para seleccionar el lugar eran más que justificadas, sostienen en el Movilh. Junto con caracterizarse por ser un punto clave de expresión cultural, el espacio está enclavado en lo que ya es conocido como un Barrio Gay Friendly y por el mismo circulan miles de personas cada día, en especial los fines de semana, situación que garantizaba una gran afluencia de público durante las transmisiones.

“Dado que esta apuesta era pionera, no sabíamos como reaccionaría el público y este lugar era ideal, en especial porque ahí ya se habían realizado ciclos de cine con otras temáticas. Hacerlo en otro espacio era un riego demasiado grande”, recuerdan en el Movilh.

Sin embargo, el Municipio no escuchó razones y en carta firmada el 24 de septiembre anterior por el Director de Cultura, José Joaquín Valenzuela Portales, se indicó al presidente del Movilh, Rolando Jiménez, que “es inconveniente realizar un ciclo de cine con las temáticas presentadas en un espacio abierto a todo público, como lo es referido parque”.

“Esta argumentación fue claramente homofóbica. Ni siquiera sabían el contenido de las cintas. Sólo conocían que abordaban la temática LGTB. Nada más, ni nada menos que eso”, recuerda el productor del evento, Eduardo Ubilla, luego de enviarle la respectiva carta de repudio al recién saliente edil, Raúl Alcaíno.

A la misiva siguieron diversas reuniones, donde el Movilh insistió en lo homofóbico de la medida, pero el Municipio ya había dicho la última palabra. “Como el objetivo era sacar sí o sí el cine a la calle, como estrategia decidimos no denunciar el hecho públicamente. No queríamos armar un escándalo mayúsculo que boicoteara o retrasara los plazos del Festival, como nos había ocurrido en otra ocasión con un acto cultural”, añaden en el Movilh.

Silenciosamente la producción fue buscando otros lugares cuya permiso no dependiera de la Municipalidad y el más apto resultó ser el Paseo Bulnes, en especial por ubicarse frente a La Moneda, lo que otorgó un simbolismo de gran envergadura a la apuesta.

La autorización la dio la Intendencia Metropolitana y así, entre el 12 y 14 de noviembre pasado, el Cine LGTB logró por primera vez salir a la calle en Chile.

35 MM Y CINTA GANADORA

Y al final las cuentas fueron más que alegres. Contradiciendo el temor inicial, todas las sillas dispuestas para las funciones en la calle fueron ocupadas y durante tres noches parejas y amigos de gays, lesbianas y transexuales se dieron cita para disfrutar de los largometrajes y cortos.

“No puedo creer que estemos aquí, frente a La Moneda. Esto es como un sueño”, decía Carolina, una joven de 22 años que fue acompañada por quien define como “el amor de su vida”.

Cada función, y al igual como había ocurrido días antes en la Biblioteca de Santiago y el Centro Cultural de España, terminó con aplausos y agradecimientos por la iniciativa, que el Movilh se apresura en aclarar fue “impulsada desde sus inicios por la Fundación Triángulo de España, una instancia que con años de experiencia en esta materia nos animó a ejecutar esta travesía”.

Pero no sólo minorías sexuales hubo en el público. Matrimonios heterosexuales y parejas de abuelitos que pasaban por el Paseo Bulnes, muchos de ellos con sus mascotas, se acercaron tímidamente a lugar y no se movieron hasta terminar las funciones. Lo mismo hicieron algunos ciclistas.

Sin duda, uno de los episodios más atractivos para los transeúntes fue la película holandesa Simón, pues fue transmitida el pasado domingo en 35 mm. En el lugar se ubicó con majestuosidad el proyector de cine y no había persona que no quisiera acercarse a el para observarlo y fotografiarse.

“Esto es una reliquia, me acuerdo de cuando era joven”, dijo una mujer de unos 70 años, con la plena convicción de que proyectores de ese tipo ya no salen a la calle. “De hecho nos contó semanas encontrar una empresa que lo arrendara”, sostiene el activista del Movilh, Juan Hernández.

Fue justamente la película que abrió las trasmisiones al aire libre, la francesa “Un Amor a Taire”, del director Christian Faure, la que ganó el primer Festival criollo, donde mil 723 personas votaron con nota de uno a siete cada función.

En el caso de “Un Amor a Taire”, el 66.7 por ciento dio nota siete, el 11.1 por ciento, nota seis y el 22.2 por ciento, nota cinco, las calificaciones más altas.

Para incentivar la votación del público, el Movilh sorteó entre los participantes dos películas con temáticas LGTB, traídas del extranjero y sin exhibición en el país.

“Al terminar Cine 2.0 estamos felices, pues a diferencia de otros eventos, en estos podemos dialogar con las personas, acercarnos más a ellas y ampliar la sensibilidad sobre la defensa de derechos con un diálogo más cara a cara”, apuntó Ubilla.

CICLO TRANS Y CENTRO CULTURAL DE ESPAÑA

Biblioteca de Santiago

Cine 2.0 inició el 12 de noviembre con un ciclo de películas sobre transexuales que se extendió por tres días en la Biblioteca de Santiago. La temática, agradecida especialmente por el público transexual asistente, se pensó con el objetivo de “visibilizar especialmente la realidad de las personas con identidad de género diversa, de manera de contribuir a una mayor comprensión”.

Cada día, el público llegó puntual, pero acá Cine 2.0 debió pasar por otro problema. Justamente en los días que estaba previsto, los funcionarios del servicio público se fueron a paro y no había nadie dispuesto a hacerse cargo de la apuesta, a objeto de mantener abierto el recinto para los asistentes.

Las continuas llamadas telefónicas a la Biblioteca no daban resultada, pues nadie contestaba. En un medida extrema, Jiménez escribió un correo electrónico de urgencia al director de la Biblioteca, Gonzalo Oyarzún, para que ayudara en la implementación del Festival.

“Es que estas eran las primera funciones y no podíamos partir con aplazamientos. Eso sentaba un muy mal precedente para todo lo que venía”., apuntan en el Movilh.

Al final, fue el mismo director de la Biblioteca quien abrió y cerró el recinto durante los días de paro. “Estamos más que agradecidos con este compromiso de Gonzalo Oyarzún. Sabíamos que era difícil pasar la etapa, por el compromiso de los trabajadores con un paro, pero el director de la Biblioteca comprendió nuestra angustia y en un gesto de confianza colaboró con todo”, recuerda Jiménez.

Centro Cultural de España

Entre el 1 y 5 de diciembre, las funciones siguieron en el Centro Cultural de España, donde “se portaron de maravilla. Imprimieron una gigantografa que ubicaron en las afueras del recinto y difundieron ampliamente el Festival en todos los espacios posibles, lo que nos dio mucha más publicidad”, añade Ubilla.

Repitiendo la tendencia de funciones repletas, la última transmisión en el Centro Cultural de España terminó con un foro debate sobre la presencia de la diversidad sexual en el cine que contó con las exposiciones del director de la película Muñeca, Sebastián Arrau, y de la directora del corto también chileno “No Me pidas que no lo lamente”, Constanza Fernández.

Así, y con una experiencia que para el público asistente que no conoció de los problemas tras bambalinas fue impecable, Cine 2.0 llegó el 2008 a Santiago para quedarse, teniendo previsto extenderse a otras regiones en el transcurso del año próximo.

“Nuestros aplausos van para el público, para los actores y directores de estas cintas y, en especial, para todos los auspiciadores, patrocinadores y colaboradores, pues sin ellos, esto no hubiese podido ser posible. Y esto no son palabras de buena crianza, literalmente no hubiese sido posible”.

Cine 2.0 fue auspiciado por la Agencia Española de Cooperación Internacional, por la Embajada de España y por la Embajada de los Países Bajos, instancias que dieron su apoyo al instante.

El Festival, que es parte es parte de la Red Iberoamericana de Cine LGTB, contó también con la colaboración y el patrocinio de Fundación Triángulo, Lesgaicinemad, el Centro Cultural de España, el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) y la Biblioteca de Santiago, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) y el Grupo de Apoyo a Hombres Tran (GAHT).

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