EL TRANSFORMISMO DE BUGS BUNNY

El Conejo de la Suerte no es homosexual. Eso está claro. Pero de que le gusta besar a hombres y transformar su estética con prendas femeninas no existe duda. El personaje estuvo además por mucho tiempo sin novia y al igual que otros monitos, como Mickey y Donald, pudo sobrevivir por siempre sin el sexo.

Por Muranosuke

 

Bugs Bunny es a todas luces una de las caricaturas líderes en el arte del transformismo. Lo hemos disfrutado desnudo, pero también adornado con collares, pulseras y enormes sombreros simulando ser una novia o una señora.

Bugs Bunny

El gran Bugs Bunny, el grandioso e hilarante “conejito de la suerte”, ha animado incluso las relaciones de “cariño” y amistad entre dos hombres al hacer bailar hasta matarse a dos barbones sureños. ” Sigan bailando hasta la puerta.. jálale la barba& pícale los ojos”.

Aunque el ingenioso y delgadísimo personaje ha besado a los hombres que humilla y llegó a enamorarse perdidamente de una coneja mecánica, a la cual salvó de una jauría de perros, por mucho tiempo no logró concretar una “relación seria” y se mantuvo como un “mono soltero”.

Bugs Bunny es a todas luces una de las caricaturas líderes en el arte del transformismo. Lo hemos disfrutado desnudo, pero también adornado con collares, pulseras y enormes sombreros simulando ser una novia o una señora.

El gran Bugs Bunny, el grandioso e hilarante “conejito de la suerte”, ha animado incluso las relaciones de “cariño” y amistad entre dos hombres al hacer bailar hasta matarse a dos barbones sureños. ” Sigan bailando hasta la puerta.. jálale la barba… pícale los ojos”.

Aunque el ingenioso y delgadísimo personaje ha besado a los hombres que humilla y llegó a enamorarse perdidamente de una coneja mecánica, a la cual salvó de una jauría de perros, por mucho tiempo no logró concretar una “relación seria” y se mantuvo como un “mono soltero”.

Maldito el día en que llegó “Space Jam”. En esa cinta prescindible le crearon novia, una tal Lola Bunny, y lo hicieron correr tras ella, confundido y secundeando a Michael Jordan en incansables torneos de basketball.

Mal que mal, si un conejo es capaz de llenar con tierra el Gran Cañón, burlar a toda la milicia norteamericana y ser aceptado como recluta, el shock de verlo babeando por una coneja es fuerte… ¿o no?

Pero Bugs Bunny no fue el único que marcó, al menos en un comienzo, pequeña parte de su fama con el transformismo o la asexualidad.

De los asépticos personajes que llenaban la pantalla chica, y quizás hasta la aparición de Los Simpsons a mediados de los ’90, pocos eran los personajes que contaban con un matrimonio que incluyera todas las de la ley.

En creaciones de Hanna Barbera, como Los Picapiedras y Los Supersónicos, los progenitores de esas familia dormían en camas separadas y jamás practicaban relaciones sexuales. Si hasta Condorito se sumó a la movida asexual, conquistando y conquistando a Yayita por más de 50 años.

En los romances de Mickey-Minie, Donald-Daisy, Horacio-Clarabella, sólo vimos, en tanto, un abrazo o un beso sin lengua y sin sonido durante la infancia. La única excepción pareciera ser el ratón Jerry, quien siempre terminó quitándole las gatas al vengativo Tom. ¿Gatas con ratones? Que cosas… Y luego dicen que el raro es uno.