Al igual que en Chile las “discoteques gays” de España están padeciendo la represión policial que se traduce en maltratos físicos y psicológicos.

Agencias

Diversos grupos homosexuales españoles denunciaron este mes que la represión contra las discoteques gays de Barcelona ha incrementado notablemente, pues desde marzo anterior tres locales nocturnos han sido allanados una centena de veces.

Los locales “Acido Tóxico”, “Zeltas” y “Medusa” fueron violentados por más de 20 agentes policiales que registraron el nombre y las direcciones de los clientes y acusaron a sus propietarios de promover las “malas costumbres”.

Según versiones extraoficiales, los allanamientos se produjeron a raíz de diversas denuncias de los vecinos sobre “irregularidades morales”, lo cual es negado por los propietarios de las discoteques.

Los dueños de los locales nocturnos han alegado que son permanentemente hostigados por las fuerzas policiales, las cuales exigen continuamente modificaciones en la infraestructura de las discoteques, aún cuando esos espacios cuentan con todas las implementaciones exigidas por las leyes internas.

En estos momentos las discoteques iniciaron trámites legales, acogidos por la Defensoría del Pueblo, contra los responsables de los allanamientos, teniendo como prueba principal un registro visual donde se ve a los policías maltratando a las personas y quemando, en un claro acto de homofobia, la bandera del arcoiris, uno de los símbolos de las minorías sexuales.

Las clausuras o allanamientos arbitrarias de discoteques para homosexuales son prácticas comunes en diversos países del mundo. En Chile, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) ha denunciado la represión policial o municipal contra varios espacios de concurrencia gay y lésbica, como son las discoteques The Boss, Queen, Máscaras y Quásar.