Minorías darán charla en Liceo, mientras ONU agradeció denuncia del Movilh
En realidad, de las 11 alumnas expulsadas del Internado Corina Urbina de San Felipe, sólo dos habrían sido afectada por lesbofobia, aunque nada garantiza que sean lesbianas.
Por Catalina Herrera
3 de agosto, 2006 (OpusGay).- Más que complejo resultó la denuncia sobre supuesta lesbofobia en el internado Corina Urbina de San Felipe, luego que 11 de sus 45 alumnas fueron expulsadas el anterior 10 de julio.
La presunción sobre lesbofobia nació de una denuncia anónima que una alumna hizo llegar a la directora provincial de Educación, Sandra Azagra. Según esta versión, algunas estudiantes fueron apartadas del internado, aunque no de clases, por tomarse una fotografía con besos lésbicos.
En respuesta, el 31 de julio el diario local El Trabajador divulgó la noticia como un hecho cierto. Un día más tarde lo mismo hizo La Cuarta y casi todos los canales de televisión. El caso ayer ya estaba en casi todos los diarios, mientras en uno de los canales el tema fue la pregunta del día.
Como efecto, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) pidió a altas autoridades de educación, tanto nacionales como regionales, que el caso se resolviera bajo el principio de la no discriminación.
Al mismo tiempo, el organismo alertó del hecho al relator especial de Educación de las Naciones Unidas, Vernor Muñoz, y al presidente del Consejo Asesor Presidencial de Educación, Juan Ignacio García-Huidobro.
Por su parte, y para aclarar definitivamente el caso, el Seremi de Educación de la Quinta Región, Cristián Rojo, concertó ayer una entrevista en el Liceo con todos los agentes involucrados, incluidos representantes del Municipio y la Gobernación.
Tras la cita, Rojo aclaró a la prensa, y también en una llamada telefónica Movilh, que no hubo discriminación en las expulsiones, pues sólo de adoptaron como medidas disciplinarias.
Los resultados de la cita fueron comunicados en una segunda carta dirigida por el Movilh a Vernor Muñoz. Hoy el relator de las Naciones Unidas agradeció la denuncia del Movilh indicando que “de todas maneras creo que los últimos acontecimientos habrán reforzado una sensibilidad en las autoridades que hace propicia su solicitud“, de no discriminación por orientación sexual en los establecimientos educacionales chilenos.
Y es la lesbofobia en el Liceo es aún un hecho que está por dilucidarse, por cuanto al menos dos alumnas estarían afectadas por esa situación, mientras que otra eventual denuncia sobre supuestos abusos deshonestos también estaría cruzada por ese fenómeno.
Por esa razón, el Movilh ya tiene concertada, con el respaldo de Rojo, una cita con alumnas y representantes del Liceo para orientar respecto a cómo resolver casos de lesbianismos sin que medie la discriminación. La fecha de la cita se mantiene en absoluta reserva, pues la idea es no seguir capturando la atención de la prensa.
UN CASO COMPLEJO
Según la versión divulgada inicialmente por la prensa la expulsión tuvo lugar luego que, en el marco de una investigación interna sobre robo de celulares, el inspector del establecimiento descubriera en uno de los teléfonos fotografías donde dos chicas figuraban en actitudes que fueron interpretadas como lésbicas.
La verdad es que la situación es tan extraña que ninguno de los involucrados sabe hasta hoy a ciencia cierta que fue exactamente lo que sucedió. Lo único concreto hasta ahora son tres hechos.
El primero es que dos de las 11 alumnas, una de 18 años y la otra de 19 años, están siendo investigadas por el Ministerio Público por presuntos abusos deshonestos contra dos menores de 15 años. El caso es seguido por el jefe de la Fiscalía de San Felipe, Jorge Alfaro.
Como resultado las menores de 15 años serán analizadas el próximo martes por un especialista de la Oficina de Protección de los Derechos del Niño del Sename, con el objeto de indagar si el eventual contacto que tuvieron con las mayores de edad puede o no considerarse un abuso, informó la jefa de esa instancia, Pamela Herrera.
En segundo lugar, efectivamente existieron que otras dos menores figuraban en las fotografías con escenas de afectividad mutua. Al respecto, una de las madres de las afectadas, Liliana Reyes, alegó que todo era un juego, al tiempo que acusa que su hija habría sido expulsada por tal motivo, en el marco de un procedimiento que afectó su integridad, toda vez que se hizo público. Esta versión fue compartida por la presidenta del Centro de Padres, Erica Contreras.
En consecuencia, la verdad es que sólo hay denuncia por lesbofobia en el caso de las dos alumnas que figuraban en las fotografías, mientras otras dos son investigadas por abusos deshonestos y las siete restantes fueron en realidad expulsadas por mala conducta.
“Estaremos, como hasta ahora, muy atentos a como se resolverán estos dos casos, (el de las fotografías y la denuncia por abusos), pues pueden ser un caldo de cultivo para conductas lesbofóbicas”, puntualizó la activista del Movilh, Sofía Velásquez.