Más de 10 mil personas bailaron frente a La Moneda, en una actividad que el público calificó de emocionante. Pero no todo fue color de rosa. Antes de la fiesta el Movilh debió sortear muchos problemas. Son las historias secretas y curiosas de la Gay Parade Chile, evento donde todo quienes lo desearon fueron protagonistas.
Por D.U
3 de julio, 2006 (OpusGay).- “Esta fiesta está muy buena. Es emocionante Nunca había visto algo así. Vimos un espectáculo y ahora bailamos excelente música electrónica en la calle, frente al Palacio de La Moneda, con absoluta libertad”, indica Marcela, una de las más 10 mil personas, según cifras de Carabineros, que el pasado domingo participaron de la Primera Gay Parade de Chle
El evento, que celebró en el Paseo Bulnes los 15 años del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) se dividió, como estaba previsto, en dos momentos.
El primero una Fiesta Cultural donde bandas musicales, como MUA y Bipolar, los cantantes Giovanni Falchetti, Ayline Vicencio, Heather y Antu Liwen y danza de la juventud judía de Chile y del Ballet Municipal de La Granja, desplegaron todo su arte para un público que en algunos casos se componía de familias completas.
La Fiesta Cultural, animada por sexto año consecutivo por el transformista Paulette Fravres, tuvo uno de sus momentos más entusiastas con la veintena de artistas de la discoteca Naxos que se habían preparado durante días especialmente para la ocasión.
El destape de la Gay Parade Chile comenzó, sin embargo, con la Fiesta Electrónica, donde
12 destacados DJ ocuparon dos escenarios de manera simultánea pasando por estilos que iban desde el dance hasta el pesado hardcore, mientras en paralelo cubos de dos metros fueron el soporte para atrevidos gestos y vestimentas de unos 10 gogo-dancer que habían previamente participado de un casting.
Durante las siete horas seguidas del evento, hubo sólo dos intervenciones del presidente del Movilh, Rolando Jiménez, las cuales duraron menos de un minuto. La primera, donde Jiménez dijo “este el Chile que queremos”, finalizó con un “feliz cumpleaños querido Movilh” que coreó el público. En la segunda intervención, para el cierre del evento, Jiménez recibió un aplauso cerrado.
“El público, los dj, los artistas estaban felices con el evento y esa es nuestra máxima alegría. Generar espacios para todos, en alianza con personas heterosexuales y también con otros grupos discriminados, como las minorías étnicas, religiosas y las personas con discapacidad”, dice Jiménez.
Si bien varios de los momentos más chispeantes del evento se vivieron con la picardía y el humor de Paulette Favres y la actuación de los dj´s, hubo también otros que también quedarán en la memoria de muchos. Uno de ellos fue una besatón, donde decenas de parejas expresaron su efecto sin temor a ser detenidos, como ocurría de manera generalizada hasta hace unos tres años.
Sí, es cierto, la Gay Parade de Chile fue un éxito. Pero hay una parte de su historia no contada. Esa parte previa, que no fue diversión, sino sólo dolores de cabeza para los activistas del Movilh.
LO SECRETO
Por estresantes momentos pasó el Movilh desde el primer día que ideó producir la Primera Gay Parade de Chile con el objeto de celebrar sus 15 años de trayectoria.
Fueron cuatro meses de esfuerzos donde el primer problema fue la carencia de recursos económicos, dificultad clásica que afecta a toda organización sin fines de lucro cuya labor se sustenta en el trabajo voluntario.
El único aporte provino del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, sin embargo, este solo cubría el 15 por ciento del total necesario. Entonces, los activistas del Movilh se pusieron en campaña para conseguir gratis o a un muy bajo costo todo lo que faltaba: publicidad, artistas, generadores de electricidad, escenarios y equipos técnicos para dj, entre otros.
Aunque esta historia ya es más o menos conocida, hubo otro capítulo que hasta ahora es un “secreto” de la Primera Gay Parade de Chile.
En efecto, al momento de instalar el escenario la noche antes del evento, Carabineros impidió instalar los escenarios, pues de acuerdo a su interpretación, el acto sólo estaba autorizado para una reunión masiva.
“Esto era absurdo. ¿Como hacer una Gay Parade sin amplificación, sin escenarios?. Imposible. Se nos vino el mundo abajo. A las 23 horas del día antes, y en el Paseo Bulnes, hicimos varias llamadas telefónicas a las autoridades. Esperamos bastante tiempo y al final carabineros autorizó la instalación de los escenarios”, señala el activista Juan Hernández.
Sin embargo, las dificultades continuaron el día del evento, pues dispositivos de seguridad de la Ilustre Municipalidad de Santiago exigieron que la actividad se desarrollara sin amplificación o con volumen bajo, pues así, a su juicio, lo demandan los vecinos. Con lo que no contaba el Municipio, es que el Movilh tenía el respaldo de la Junta de Vecinos del sector. Otras llamadas más y el asunto nuevamente se solucionó.
“Nunca antes sentimos tanto estrés. Ahora que el evento es ya un hito en nuestra historia y se desarrolló de una manera sorprendentemente pacífica y respetuosa es que podemos decir que estamos relajados y, sobre todo, emocionados y felices. Lo mismo, que sintieron las más de diez mil personas que estuvieron presentes”, agrega Hernández.
LO CURIOSO
El dato más curioso de la Gay Parade es que a diversos medios de comunicación llegó un comunicado, proveniente de una fuente que hoy el Movilh investiga, donde se indicaba que la actividad no se realizaría en un espacio público, sino en un lugar cerrado.
“Los medios por suerte no confiaron en esa versión y la corroboraron con nosotros. Aquí hubo mala intención de parte de personas cuya identidad por ahora desconocemos. La maldad, en todo caso, no triunfó”, dice la activista trangénero Karin Avaria.
Anecdótico también es el hecho que durante todos los años anteriores el Movilh había celebrado su cumpleaños y el Día Internacional del Orgullo Gay en la Plaza de Armas el fin de semana anterior al 28 de julio.
Para la Gay Parade, debido al esfuerzo que requería, se decidió hacerlo el fin de semana posterior. Y por suerte, pues por primera vez en cinco años de celebraciones públicas de los cumpleaños del Movilh llovió en la clásica fecha que se festejaba el evento. En cambio, el domingo, el día de la Gay Parade, había un sol radiante.
“Yo siempre confié en que todo saldría bien. El hecho que lloviera el fin de semana que habíamos celebrado en los otros años para mí fue una muy buena señal”, dice la activista del Movilh, Sofía Velásquez.
Cierran el círculo de lo freak la venta de chapitas de la Gay Parade Chile que pequeños comerciantes diseñaron especialmente con el logo oficial del evento. A 400 pesos cada una y a tres por mil, “las chapitas se compraron como pan caliente”, dice una de las vendedoras que en ningún momento provocó algún tipo de molestia en el Movilh por usar una imagen inscrita legalmente.
Con todo, una de las más simpáticas fue la señora Ana, una vecina del sector, que bajó de uno de los edificios muy enojada por la música, pero una vez que llegó al lugar se quedó ahí. “Es que esto está muy entretenido”, puntualizó.
CONCURSO GAY PARADE
El Movilh y todos los artistas de la Gay Parade ya están pensando en la próxima versión del evento. Y para ello comenzaron un concurso para elegir la mejor foto de la actividad.
El premio: la fotógrafía ganadora será la imagen oficial de la próxima Gay Parade. El concurso se realizará a través de www.gayparadechile.cl.
“Con esto queremos involucrar a más personas de una manera más protagonista en la Gay Parade. Ahora, con toda la experiencia que acumulamos, sabemos muy bien que debemos hacer para no volver a pasar por los momentos estresantes que vivimos. Sólo nos falta, como siempre, el presupuesto, pero confiamos en que vendrá”, puntualizó Velásquez.