La medida es un gran avance, pues se aprobó en Québec, localidad donde la Iglesia Católica mantiene una fuerte influencia.
Agencias

Legisladores canadienses aprobaron a fines del mes pasado un proyecto de ley que permite las uniones civiles entre parejas del mismo sexo y aprueba la adopción de hijos a los gays y lesbianas de Québec.
Los miembros de una unión homosexual, la cual es considerada distinta al matrimonio, podrán disfrutar de la mayoría de los beneficios de las parejas casadas, como los relacionados con el seguro médico, los impuestos y la garantías de derechos después de la muerte o el divorcio.
Las parejas de Québec que opten por la unión podrán divorciarse mediante la firma de un acuerdo ante un notario público, siempre y cuando no haya niños involucrados, lo cual es un gran avance cultural si se considera que los matrimonios tradicionales todavía deben recurrir a un tribunal para anular su unión.
“Estoy muy orgulloso porque no hay muchas sociedades que hayan alcanzado este nivel de comprensión y aceptación de la igualdad de todos, cualquiera que sea su orientación sexual “, dijo el fiscal general, Paul Bejín.
La nueva ley contrasta con las tradiciones religiosas históricamente conservadoras de Québec, donde la Iglesia Católica jugó un poderoso papel social y político durante más de 350 años hasta finales de la década de 1960
En Chile, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) ha dado los primeros pasos hacia las uniones entre personas del mismo sexo, pues elaboró un proyecto que garantiza a uno de los miembros de la pareja dejar sus bienes al sobreviviente de la relación, en caso de uno de ellos fallezca.