La Conferencia Episcopal de Chile pidió a directores de variados liceos que rechacen las actividades programadas por la Brigada de Escolares del Movilh. Sostiene que los profesores deben procurar la conversión o la castidad de los estudiantes gays y lesbianas por cuanto la conducta homosexual es una “inmoralidad”, un “mal” y un “desorden” que no tiene espacio en el Reino de Dios.Por Daniel Ulloa

7 de junio, 2005 (OpusGay).- Hasta ahora todo marchaba como reloj para la Brigada de Estudiantes Gays y Lesbianas que lanzó oficialmente el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) el pasado 21 de mayo con una fiesta a la que asistieron unos 250 escolares, la mayoría menores de edad.

La Brigada, cuyo fin es aminorar la homofobia contra los escolares mediante foros en los liceos, recibió nada más ni nada menos que el respaldo del ministro de Educación (Mineduc), Sergio Bitar, para quien la iniciativa es “legítima” por cuanto “en democracias y en las sociedades modernas, en que se respeta la conciencia y la voluntad individual, se pueden expresar las diferencias”.

El beneplácito llegó a tal punto que la encargada de Educación Sexual del Mineduc, Débora Solís, planteó la posibilidad de establecer alianzas con la Brigada “porque nos importa promover las políticas de no discriminación”.

Junto al respaldo oficial, el Movilh tenía adelantada la conversación con diversos liceos para ejecutar los foros antidiscriminatorios, mientras que días antes de la creación de la Brigada, el 18 de abril, una comisión especial del Mineduc consideró en un documento por primera vez en la historia del país la necesidad de enfrentar la marginación por orientación sexual.

El panorama para la Brigada no podía, entonces, ser mejor. Pero las cosas cambiaron. La Iglesia Católica, a través del Area Educación de la Conferencia Episcopal de Chile (CECH), inició a fines del mes pasado una fuerte campaña en contra de los objetivos de la Brigada Escolar.

La Iglesia mantuvo el hecho en estricta reserva, si embargo el Movilh, gracias a contactos con directores de colegios católicos, conoció los alcances de la campaña, denunciándolos hoy públicamente con una especial fiereza.

“Calificamos a la Iglesia como una institución nefasta que mediante la falsedad y la perversión vomita basura para contaminar la democracia, la libertad, y la igualdad de derechos ante la ley”, dijo el Movilh en un comunicado.

LA MISIVA

La polémica carta de la Conferencia Episcopal comenzó a ser distribuida por el presidente del Area Educación y obispo de Arica, Héctor Vargas Bastidas, el pasado mes en establecimientos educacionales de todo el país.

En la misiva el obispo se preocupó de aclarar que la Brigada Gay/Lésbica es una iniciativa del Movilh y que en ningún caso nació desde el Mineduc.

Acto seguido, Vargas expresó su inquietud porque “los alumnos(as) que se encuentran en la preadolescencia o adolescencia estén en condiciones en esta etapa de su desarrollo evolutivo y de consolidación de su identidad sexual, de afirmar en forma definitiva que son homosexuales. Es también cierto que muchas veces esta percepción obedece, fundamentalmente, a confusiones o experiencias negativas tenidas en el campo de la sexualidad”.

El llamado a modificar la homosexualidad de los estudiantes, o mantenerla inactiva, quedó en evidencia cuando el obispo sostuvo que a los alumnos gays y lesbianas “resulta imprescindible invitarlos a reflexionar y revisar su posición a dejarse acompañar espiritual y profesionalmente con la esperanza siempre viva de poder cambiar la percepción que tienen de la identidad sexual y, por ende, de las conductas que se derivan”.

Para el Movilh “tal consejo recuerda los más brutales experimentos psicológicos y siquiátricos a los que fueron sometidas las minorías sexuales en el mundo para cambiar su identidad y que hoy gozan del repudio de la comunidad científica nacional e internacional”.

Pero la misiva del obispo, a la cual tuvo acceso OpusGay, no se queda ahí, pues expresa un evidente rechazo al hecho que los estudiantes asuman públicamente su homosexualidad, tal y cual como lo están viviendo los integrantes de la Brigada Escolar Gay/Lésbica.

“Lo que resultaría inaceptable, más aún en contexto escolar, es que alumnos que se autodeclaren públicamente como homosexuales pretendan desarrollar conductas promiscuas u organizarse con la finalidad de promover su condición como si fuese una opción de vida homologable a la heterosexual. Debe evitarse por ello cualquier instancia o actividad que, sin proponérselo, pueda terminar motivando, atrayendo o confundiendo a compañeros por la condición homosexual“, puntualizó la carta.

A juicio del presidente, Rolando Jiménez, y del vocero de los escolares gays y lesbianas, Danilo Fica, tal postura de la Iglesia “violenta claramente los derechos humanos y legales de opinión, reunión y libertad de expresión, por lo que solo podemos expresar nuestro más fuerte repudio, el cual es principalmente defensivo, a diferencia de las cúpulas del catolicismo que son en forma clara ofensivas”.

“DOCUMENTO RATZINGER”

Junto a la misiva, el obispo Vargas envió a los directores una copia íntegra del documento “Atención Pastoral a las Personas Homosexuales”, texto sacado a luz pública el 1 de octubre de 1986 por la Congregación de la Doctrina para la Fe del Vaticano y con la firma del entonces cardenal y actual Papa, Joseph Ratzinger.

El documento, que tiene fuertes calificativos contra las minorías sexuales, fue anexado por Vargas con el “objeto de enriquecer la reflexión a torno a esta temática”, de manera que sea usado como una especie de manual, indicó el obispo en su carta.

“Para nosotros este es una manual homofóbico. No tiene otra lectura. Las recomendaciones que da violentan nuestros más básicos derechos, pues llama los educadores a promover el odio a partir de grotescas subjetividades que ubican a los escolares gays y lesbianas como personas de ultima categoría”, sentenció la directora del Area Académica del Movilh, Sofía Velásquez.

Y es que el diagnóstico sobre las minorías sexuales en el texto, conocido como “Documento Ratzinger”, es a todas luces lapidario. Señala que la homosexualidad de una persona es un comportamiento “intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada” y “en ningún caso puede recibir aprobación”.

Agrega que el fin de esta “inclinación sexual desordenada” es la “auto-complacencia”. “Quienes se encuentran en esta condición deben, por tanto, ser objeto de una particular solicitud pastoral, para que no lleguen a creer que la realización concreta de tal tendencia en las relaciones homosexuales es una opción moralmente aceptable”.

El documento sostiene además que la “ homosexualidad amenaza seriamente la vida y el bienestar de un gran número de personas “ y que igualarla a la heterosexualidad sólo pone “seriamente en peligro” a la familia y la naturaleza.

Tras sostener que según los textos bíblicos el “comportamiento homosexual está excluido del pueblo de Dios”, pues es “una especie de ceguera en la que ha caído la humanidad”, el documento llama a impedir cualquier programa o proyecto que potencie la organización y autorrepresentación de las minorías sexuales.

“Ningún programa pastoral auténtico podrá incluir organizaciones en las que se asocien entre sí personas homosexuales, sin que se establezca claramente que la actividad homosexual es inmoral”, señala.

Puntualiza que “se deberá retirar todo apoyo a cualquier organización que busque subvertir la enseñanza de la Iglesia (…) Una especial atención se deberá tener en la práctica de la programación de celebraciones religiosas o en el uso de edificios pertenecientes a la Iglesia por parte de estos grupos, incluida la posibilidad de disponer de escuelas y de los institutos católicos de estudios superiores”, aspecto que se relaciona claramente con los objetivos de la Brigada Escolar Gay/Lésbica.

“MENTIRAS” Y MANIFESTACIONES

No sólo de “virulenta”, “tóxica” y “enfermiza” tachó el Movilh la campaña de la Iglesia contra los escolares, sino también de falsa. Y es que en su misiva el obispo Vargas informó a los directores que el ministro Bitar “en declaraciones a la prensa se ha pronunciado en pleno desacuerdo con esa iniciativa”.

“Esto es mentira. No existe ninguna declaración de Bitar en ese sentido. El ha valorado nuestra propuesta, siempre y cuando su fin no sea el proselitismo y claramente ese no es nuestro objetivo. Sólo buscamos aminorar la discriminación y contribuir al perfeccionamiento de la democracia“, dice Fica.

El Movilh sostuvo además que la campaña de la Iglesia “se ha desenvuelto de una manera silenciosa y rastrera, evidenciando una fuerte inmoralidad toda vez que sus pronunciamientos públicos sobre la Brigada han sido distintos”.

Para demostrar sus dichos el movimiento homosexual recordó opiniones dadas por el obispo Vargas el 6 de junio pasado al diario la Segunda, donde calificó de positiva la generación de la Brigada Escolar Gay/Lésbica.

“Es importante debatir el tema, conversarlo en la comunidad educativa porque creo que la mayor parte de los educadores no está preparado para asumir este tema. Es bueno que se ponga en el tapete (…) Si chiquillos que tienen esta condición desean organizarse para plantear el tema, hablar de su situación, generar respeto por sus personas y buscar ayuda, me parece positivo”, había dicho Vargas.

En función de lo expuesto, el Movilh afirmó que desde ahora “responsabilizaremos la Iglesia Católica de cualquier atropello que sufran los escolares homosexuales en el sistema educacional” y, al mismo tiempo, nos “mantendremos más firmes que nunca en nuestra decisión de desarrollar foros antidiscriminatorios en los colegios, pese a que las políticas de la Iglesia están dificultando nuestros planes”.

El Movilh anunció, por último, que está estudiando realizar una fuerte manifestación contra la Iglesia, donde se espera que gays y lesbianas católicos renuncien a su religión quemando en un lugar y fecha por definir sus certificados de bautismo y primera comunión.

Como se ve, una nueva batalla entre las cúpulas del catolicismo y el movimiento homosexual recién está comenzando y, sin duda, vendrán muchas más.

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