INEDITA CIRCULAR DE LA ORGANIZACION MUNDIAL DEL COMERCIO EN FAVOR DE MATRIMONIOS GAYS ES “UNA META MORAL PARA TODOS LOS PAISES”

Así lo sostuvo la Comisión Internacional de Derechos Humanos de Gays y Lesbianas (IGLHRC), coincidiendo con el análisis de destacados académicos de Europa. Los activistas estiman que la circular de la OMC puede ser una nueva herramienta de lucha para todos los países, aun cuando legalmente es válida sólo para pocos.

Por Catalina Herrera

16 de agosto, 2005.- (OpusGay).- La noticia fue apenas conocida en el mundo. En Chile nada se supo, mientras a nivel internacional la cobertura otorgada fue mínima. Sin embargo, el reciente reconocimiento de los matrimonios homosexuales por parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC) es considerado por instancias internacionales de minorías sexuales como un gran y significativo avance que marcará pauta para todos los países.

Fue a fines del mes pasado cuando cuando la OMC, de la cual Chile es parte desde 1995, emitió un instructivo donde iguala los derechos de los cónyuges heterosexuales y homosexuales, siempre y cuando este últimos hubieran contraído matrimonio en aquellos países donde el vínculo entre personas del mismo sexo ya es ley.

“Esto es una meta moral” para todos los países, indicó a OpusGay la Comisión Internacional de Derechos Humanos de Minorías Sexuales (IGLHRC), mientras el doctor en filosofía y destacado activista gay español, Javier Ugarte, estimó que la resolución es un claro “indicador de progreso”.

EL INSTRUCTIVO

“A fin de garantizar un trato igualitario a todos los funcionarios, la OMC reconocerá como “cónyuge”, a la persona que ha contraído matrimonio legalmente reconocido con un funcionario, con arreglo a la legislación del país donde se contrajo el matrimonio”, indica el instrutivo del organismo multilateral que será aplicable con efecto retroactivo desde el 1 de enero del 2005 en todos sus reglamentos y estatutos internos.

A juicio de la OMC la decisión de adoptó sin mayor conflicto por cuanto en todos sus memorándum administrativos sólo se hace referencia al cónyuge, pero en “ninguna de estos textos se define el término”.

La circular implica que ” el matrimonio, tanto heterosexual como entre personas del mismo sexo, se reconocerá siempre que tenga un fundamento jurídico en el país en que haya tenido lugar” .

Para hacer efectivo sus derechos y los de su pareja. el funcionario homosexual deberá presentar un documento que certifique el matrimonio en un país donde tal tipo de uniones están permitidas, como ya ocurre en España, Holanda, Bélgica, cinco provincias de Canadá y el estado norteamericano de Massachusetts.

Con esta norma, la OMS adhiere y se suma a las decisiones adoptadas por “muchos países que reconocen la validez jurídica de diferentes tipos de uniones conyugales, y varias organizaciones internacionales también han modificado sus políticas para reconocer esas uniones”.

En términos específicos, los cónyuges e hijos de los funcionarios homosexuales podrán reclamar prestaciones así como derechos en caso del fallecimiento de la pareja.

La OMC es la única organización internacional que, basada en los compromisos de sus 148 países miembros, rige las normas del comercio entre todas las naciones con el fin de ayudar a productores, exportadores e importadores en el éxito de sus tareas.

Creada en 1995, la OMC tiene sede en Ginebra, cuenta con una plantilla de 630 funcionarios y su presupuesto para el 2005 bordea los 109 millones de euros

“EFECTO EJEMPLIFICADOR”

Javier Ugarte
Javier Ugarte

A juicio del coordinador adjunto del Programa para América Latina y el Caribe de la ILLHRC, Marcelo Ernesto Ferreyra, con su circular la OMC ” no hace más que adecuar su normativa a los de los países de origen de sus funcionarios. Como organización internacional no puede desconocer un derecho que ha sido otorgado de esa manera”.

Aunque la circular de la OMC sólo es aplicable a los funcionarios de aquellos países donde existe el matrimonio homosexual, Ferreyra destacó el impacto en otras naciones por cuanto ” este tipo de reconocimientos siempre implica un indicador del sentido en el que progresan las normas y como tal sirve como meta moral para los países cuyas reglas expresan una vocación de respetar la igualdad jurídica de sus ciudadanos” .

Una opinión similar vertió el activista español de la Fundación Triángulo, Javier Ugarte, para quien hay un claro “efecto de tipo ejemplificador”. “La norma señala un camino a seguir para los Estados que no han reconocido este derecho. Si un organismo supranacional como éste ha dado este paso, esa decisión se convierte en un referente para los organismos nacionales, al menos aquellos que se sitúan en su mismo campo de acción y nivel competencial, como los bancos centrales, las bolsas, organismos reguladores del mercado, etc ” , sostuvo

El movimiento homosexual destacó también que con las normas que se van gestando en beneficio de las minorías sexuales, se está demostrando que nadie se ve afectado y, por el contrario, los sectores segregados ven efectivos derechos históricamente negados.

” Que una instancia como la Organización Internacional del Comercio, que responde a unos principios de mercado libre, haya concedido este derecho a los funcionarios homosexuales casados, indica lo poco que afecta en realidad esta regulación al funcionamiento de la sociedad. Es decir, se aplica sobre los homosexuales beneficiando su vida pero no perturba la vida del resto de la sociedad. Algunos ganan pero nadie pierde”, sostuvo Ugarte.

NUEVA HERRAMIENTA ANTIDISCRIMINATORIA

De los 148 países miembros de la OMC sólo cinco han reconocido en su totalidad, o en algunos de sus estados, el matrimonio entre personas del mismo sexo, mientras en otros, como Francia, Suiza, Suecia, Dinamarca, Alemania sólo existen leyes de unión civil y, en la mayoría, como Chile, hay sólo proyectos que apuntan a ese fin. Pese a ello, el movimiento homosexual internacional estima que la circular de la OMC constituye una nueva herramienta de presión para la lucha por la igualdad de derechos en todo el mundo.

“Una buena forma de sacar partido a nivel local de este tipo de normas es el evidenciar la contradicción existente entre la lesgislacion local y las reglas internacionales que un determinado país se ha comprometido a respetar y que protegen la igualdad de derechos de sus ciudadanos”, dice Ferreyra.

Sostiene que los gobiernos que desconozcan los avances, simplemente están ” violando las normas internacionales y pasan por alto un derecho que otros países y organizaciones como la OMC ya han reconocido”.


Desde una mirada más ética y cultural, Ugarte destaca que ” en Occidente las sociedades comparten valores comunes; de lo contrario no tendría sentido hablar del mundo o la cultura occidental. Prueba de ello es que se aceptan organismos internacionales que funcionan regulando las iniciativas y trabajos nacionales”.

De acuerdo a esa situación, “los colectivos que luchan por la igualdad en cada Estado pueden acudir a las decisiones de estos organismos (Parlamento Europeo, Naciones Unidas; ahora la OMC) para avalar su lucha. Cada decisión de este tipo es un ejemplo añadido a la argumentación a favor de la igualdad y la libertad”. ” Cada paso en esta dirección acorta el tiempo en el que se llegue al definitivo reconocimiento de que homosexuales y transexuales son ciudadanos como los demás, con los mismos derechos y obligaciones, no como hasta ahora que tienen/tenemos igualesdeberes pero diferentes derechos “, puntualizó.