El diccionario es la base de la concepción que se tiene de cada palabra emitida. Hoy, y luego que la Real Academia Española (RAE) llegara tras casi 70 años a una definición menos prejuiciosa de la homosexualidad, el debate se centra en si el matrimonio es aplicable a las parejas constituidas por personas del mismo sexo. La discusión ya es polémica en España.
Por Daniel Ulloa
28 de enero, 2005 (OpusGay).- En momentos cuando el debate en torno a la unión entre personas del mismo sexo es hoy más fuerte que nunca en España, la Real Academia de la Lengua se involucró en la discusión encomendando a sus expertos dilucidar si es posible o no que el vocablo matrimonio sea aplicable a parejas homosexuales, lo cual llevaría a modificar su definición en el diccionario.
El debate de la Real Academia Española (RAE), originado por la promoción por parte del gobierno de un proyecto sobre matrimonio homosexual, tuvo lugar el pasado 20 de enero y sólo esta semana ha sido filtrado por la prensa internacional
El estudio sobre la palabra matrimonio fue encargado a los técnicos de la Academia que trabajan en el Instituto de Lexicografía. “La cuestión es ver si el uso que propone el Gobierno en su ley es adecuado o no a lo que es el español,” indicó el secretario de la RAE, Guillermo Rojo.
En su versión XXII, del 2001, el Diccionario de la RAE (DRAE) define al matrimonio con dos acepciones. Primero como la “unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos o formalidades legales” y segundo como “sacramento por el cual el hombre y la mujer se ligan perpetuamente con arreglo a las prescripciones de la Iglesia”.
Dado los fuertes cambios que experimenta España y el mundo en torno al reconocimiento de los derechos a las personas homosexuales “hemos pedido a nuestros técnicos que rastreen el uso de la palabra matrimonio en el español de todos los tiempos, que buceen en todos los Diccionarios y los de otras lenguas”, señaló Rojo..
Los resultados de ese estudio podrían dar lugar a un dictamen que eventualmente se emitirá al gobierno, agregó el académico en medio de una polémica desatada con el movimiento homosexual, luego que trascendiera que representantes de la RAE rechazarían de antemano que la palabra matrimonio involucre al sector que representan.
MOVIMIENTO V/S RAE
Según fuentes de la RAE consultadas por el medio ABC, la Real Academia en realidad ya tendría una visión preliminar desfavorable en torno a incluir la unión homosexual al concepto matrimonio .
“El sentido de la palabra no se puede modificar si el uso no lo aconseja. El término matrimonio es inadecuado desde el punto de vista léxico para designar las uniones entre homosexuales”, dijeron las fuentes.
Además, redondearon, “el término matrimonio está perfectamente definido en el diccionario y la función del Gobierno no puede consistir en alterar la lengua. Designar con la palabra matrimonio las uniones entre personas del mismo sexo es una impropiedad lingüística. Y en la propiedad lingüística no puede entrar el Gobierno”.
Aunque Rojo descartó que esas opiniones indiquen que el “tema está cerrado“, siendo la muestra de ello el estudio encomendado a los expertos de la RAE, la furia de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGT) no se hizo esperar.
La presidenta de la FELGT, Beatriz Gimeno, sostuvo que los trascendidos sobre el rechazo de la RAE a incluir a las parejas homosexuales en la definición del matrimonio, demuestra que la Academia “está muy por detrás de la realidad (…) La postura de la RAE roza el absurdo y el esperpento, ya que es lógico que dicha palabra no recoja una realidad que todavía no existe en España y que sólo muy recientemente se hace en otros países”.
“ Es el diccionario el que tiene que ir adaptándose a las nuevas realidades y nos las realidades las que tienen que adaptarse al diccionario”, dijo Gimeno junto con recordar que antes de aprobada la Ley de Divorcio la mayoría de los textos españoles definían al matrimonio como la unión indisoluble entre un hombre y una mujer.
La supuesta oposición de las fuentes de la RAE es similar al rechazo al matrimonio homosexual explicitado el miércoles anterior por el pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), instancia que por 11 votos a favor y nueve en contra puso en duda la constitucionalidad del proyecto de ley promovido por el gobierno.
Aunque el CGPJ apoya la regulación de las parejas constituidas por personas del mismo sexo, aclaró que “no hay una igualdad jurídica de las personas homosexuales respecto a las heterosexuales en relación con la institución matrimonial, puesto que ésta tiene una finalidad, una dimensión y una estructura distinta al modelo de convivencia”. En síntesis la palabra matrimonio no puede ser aplicable a gays y lesbianas.
¿UN NUEVO DICCIONARIO?
Con su investigación la RAE pretende tener una postura acabada en torno al matrimonio antes de que legalmente el concepto pueda aplicarse a las parejas homosexuales. Y es que de aprobarse el proyecto lo más probable es que la Academia se vea presionada por diversos sectores a modificar el diccionario que rige a los países de habla hispana, incluido Chile.
Rojo aclara que por ahora es imposible predecir si el cambio de la ley implicará una transformación automática del diccionario. “ No puedo anticipar la línea que seguirá la Academia porque hay que tener en cuenta lo que digan las Academias Hispanoamericanas.
No se inventa lo que los hablantes van codificando. Esto no es un alambique. El Pleno espera el informe del Instituto de Lexicografía para analizarlo detenidamente y darle el toque académico”, indicó.
Puntualizó que “la Academia no puede estar pendiente de los titulares de un organismo. Tiene que codificar el uso y el uso se hace con lo que se extiende en el español. El diccionario responde a condicionamientos sociales y lingüísticos”.
La RAE fue fundada en 1713 y su misión principal es “velar porque los cambios que experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico”.
Integrante de la Asociación de Academias de la Lengua Española (compuesta por 21 países, incluido Chile), la RAE ha modificado desde sus orígenes el significado del vocablo homosexual, experimentando una transformación similar al de las concepciones culturales respecto a gays y lesbianas, toda vez que pasó de la ignorancia, al prejuicio y de éste a una definición más imparcial.
En efecto, curiosamente en 1936 el DRAE definió por primera vez la palabra homosexual con dos acepciones: como sinónimo de sodomía y etimológicamente. Esto es, la conceptualizó como “hombre sexual”, de acuerdo a sus raíces en latín.
Fue en 1956 cuando la RAE advirtió que homo provenía del griego por lo que significaba “igual”, sin embargo, continuó asimilando la homosexualidad con la sodomía. 14 años después el DRAE definió al homosexual como aquel “que busca los placeres carnales con personas del mismo sexo” o como “una inclinación manifiesta y oculta hacia la relación erótica con individuos del mismo sexo”.
Actualmente, y de acuerdo a su última edición del 2001, el DRAE define al homosexual como “dicho de una persona con tendencia a la homosexualidad” o “dicho de una relación erótica que tiene lugar entre individuos del mismo sexo”.
Las transformaciones del DRAE desde 1936 a la fecha son, para el movimiento homosexual español, una clara muestra de que el concepto matrimonio también debe tener un significado neutro o imparcial, pero el debate sobre ello recién comienza y seguramente por mucho tiempo no tendrá lugar en la mayoría de los países que conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española.