Por A.K
Desde este mes está en el mercado nacional la primera película pornográfica gay producida en Chile, Compacto Caliente.
“Más que por una razón económica, hice esta porno para desafiar la autocensura que tenemos los chilenos en temas como este”, explicó el director de la película, Felipe Concha,quien además es dueño de Anastasia, una de las dos empresas productoras de la cinta. La segunda firma es Amsterdam S.A., la cual entregó un capital de 10 mil dólares y espera triplicar la cifra con la exhibición de la cinta dentro y fuera de Chile.
Concha aclara que su película será bien recibida en el circuito criollo porque “no hay muchos latinos protagonizando cintas pornográficas” y los consumidores buscan alternativas a las “producciones estadounidenses”.
Los creadores de Compacto Caliente tardaron ocho días en el casting (los escogidos no son actores y en 48 horas ganaron el equivalente promedio de sueldo de un ejecutivo joven), 10 días en la preproducción y quince en la post-producción.
La película ya está comprada por una empresa europea, con lo cual Concha no corre riesgos comerciales y puede darse el lujo de poner a prueba la apertura mental chilensis.
Compacto Caliente ya está en exhibición en Europa, mientras en Chile se retrasó su lanzamiento por razones estratégicas y comerciales. La cinta se venderá por internet dentro de un combo que incluye frutillas, crema, lubricante, flores y condones. Todo perfecto para una velada llena de “cultura”.