La postergación de la propuesta pro-minorías sexuales fue confirmada definitivamente hoy, luego de barajarse diversas fórmulas que buscaban votarla este año. El movimiento homosexual chileno no consideró al aplazamiento como una fracaso, sino como una “sabia decisión estratégica para triunfar el 2005”.
Por Daniel Ulloa
15 de abril, 2004 (OpusGay).- Mientras en el 2003 podían contarse con los dedos de la mano los grupos homosexuales que se movilizaron para asegurar en las Naciones Unidas el triunfo de la propuesta “Orientación Sexual y Derechos Humanos”, este año la campaña involucró a centenas de organizaciones gays, lésbicas ytransgéneros de todo el mundo.
El interés despertado fue inédito, pues la Comisión Internacional de Derechos Humanos de Gays y Lesbianas (IGLHRC) y la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA) formaron las delegaciones de representantes homosexuales más numerosas e importantes que hubieran participado hasta ahora en alguna sesión de la ONU.
La activa presencia de las minorías sexuales en la 60 Sesión de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas (ONU), que inició el pasado 15 de marzo y se extenderá hasta el próximo 22 de abril, fue insuficiente sin embargo para conseguir que la resolución favorable a los homosexuales fuera al menos discutida, pues finalmente se postergó por segunda vez para el próximo año.
Ante la presión de los países islámicos y del Vaticano y frente a la indecisión de las naciones latinoamericanas sobre el voto que darían a la propuesta elaborada por Brasil, el gobierno de Luiz Inacio Lula Da Silva estuvo desde comienzos de marzo pasado en una encrucijada que lo llevó a evaluar si era o no oportuno presentar la resolución en la ONU.
El 29 de marzo se conoció el primer retroceso brasileño, pues el gobierno carioca solicitó a las CDH de la ONU postergar la votación hasta el 2005, toda vez que el eventual fracaso este año hubiera impedido volver a presentar la resolución en la próxima sesión de las Naciones Unidas.
El movimiento homosexual no estaba del todo decidido a postergar la propuesta, al igual como diversos países de la Unión Europea. Por ello desde el 29 de marzo Brasil evaluó nuevas estrategias tendientes a votar su moción este año.
Desde Ginebra el presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez, resumió que “finalmente ninguna de las estrategias tuvo frutos decidiéndose oficial y definitivamentehoy que la propuesta sólo será vista el 2005”.
LOS ULTIMOS INTENTOS
El año pasado los países islámicos formaron un frente opositor que derivó en la postergación del voto sobre la moción brasileña para la actual sesión de la CDH de la ONU.
Contando con el beneplácito del Vaticano a varios de sus argumentos, la Organización de la Conferencia Islámica calificó como un atentado contra sus valores a la propuesta que llama a los Estados del mundo a “proteger los derechos humanos de todas las personas, cualquiera sea su orientación sexual” .
“No vamos a permitir que nos impongan esos sistemas de valores. Las orientaciones sexuales no deben ser consideradas por la Comisión porque crean un conjunto de derechos que actualmente no están previstos en ningún texto o instrumento sobre derechos humanos” Y porque violentan “directamente nuestra religión y nuestras leyes”, afirmó la Conferencia Islámica que reeditó su oposición este año.
El rechazo islámico, sumado a la fuerte resistencia de grupos ultraconservadores en diversos países, derivó en que muchos gobiernos rechazaran la iniciativa y/o no se pronunciaran respecto al voto que darían, pese al fuerte lobby de Brasil.
Al sacar cuentas desfavorables, el gobierno carioca evaluó retirar la propuesta, pero antes de eso analizó hasta esta semana diversas fórmulas. Una buscaba que la iniciativa fuese presentada por algún país europeo y la otra por Argentina.
En medio de estas negociaciones, grupos conservadores dieron por hecho el retiro de la propuesta y la filtraron a la prensa, considerando a la intención brasileña de postergar el análisis en la ONU como una decisión definitoria. Ello, pese al hermetismo que mantenían sobre las negociaciones sus responsables y los activistas homosexuales presentes en la ONU, quienes lucharon por reservar todos los alcances del lobby al menos hasta cuando la postergación fuese realmente definitiva.
La situación alcanzó alta complejidad cuando entre los mismos grupos favorables a la propuesta hubo diferencias respecto a la presentación de la iniciativa por parte de un país europeo.
Mientras algunos consideraban que la moción debía votarse de todas maneras (con la presentación de cualquier país), pues ” el nivel de rechazo no variará mucho de aquí hasta el próximo año” , otros estimaron que debía ser expuesta sólo por un país latinoamericano, pues ello mantenía el liderazgo sobre el tópico en la región y porque, al mismo tiempo, generaría en las Naciones Unidas menor rechazo.
LA POSTURA CHILENA
Desde el año pasado que el Movilh venía haciendo lobby para asegurar el voto positivo de Chile a la propuesta, obteniendo el apoyo de diversos diputados y senadores y de dos colectividades oficialistas, el Partido por la Democracia (PPD) y el Partido Socialista (PS).
En forma paralela el grupo dialogó en variadas oportunidades con la jefa del Departamento de Derechos Humanos de la Cancillería, Amira Esquivel, mientras lo mismo hizo Amnistía Internacional, la cual en conjunto con otros grupos homosexuales se reunió con esa funcionaria el pasado 17 de marzo.
El respaldo de Chile proveniente de una autoridad de alta jerarquía quedó finalmente claro el 18 de marzo pasado cuando el Movilh y los parlamentarios socialistas Isabel Allende, Fulvio Rossi, Juan Pablo Letelier y Juan Bustos se reunieron con el subsecretario de Relaciones Exteriores, Cristian Barros.
“Ningún país civilizado puede votar en contra de la propuesta brasileña”, indicó Barros. Sin embargo, el gobierno nunca hizo público su respaldo, aduciendo que el texto carioca estaba siendo sometido a algunas modificaciones.
Tras eso, y una vez Ginebra, el presidente del Movilh continuó con las negociaciones para asegurar el voto positivo del gobierno, reuniéndose con el embajador chileno Juan Martabbit y con Esquivel, quien al igual que Jiménez participa del 60 cónclave de la CDH de la ONU. Ambos funcionarios expresaron lo ya dicho por Barros, al señalar que Chile estaba a favor de votar la propuesta que garantiza la no discriminación a los homosexuales.
Tal postura resultó ser un gran avance al considerar que Chile se abstuvo de todos los pronunciamientos que hubo sobre la resolución en el 59 cónclave de la CDH de la ONU, celebrada en abril del 2003.
Cuando en el último mes estuvo en jaque la presentación de la propuesta, los representantes del gobierno chileno en Ginebra adhirieron al instante por el aplazamiento, recogiendo los argumentos de que la votación este año podría ser desfavorable.
Hoy, finalizado un nuevo capítulo de una moción considerada ” histórica” por el movimiento homosexual de todo el mundo, Jiménez indicó que ” esperamos que el próximo año el gobierno chileno cumpla su promesa y para ello mantendremos el lobby que iniciamos el 2003″.
El dirigente descartó que la postergación del voto ” sea una fracaso pues el tema fue muy discutido en todo el mundo, a diferencia del 2003, lo cual potenció el debate sobre los derechos humanos de nuestro sector”.
” De otro lado el aplazamiento es visto por nosotros como una muy buena y sabia decisión en términos estratégicos y por ello la apoyamos y respaldamos, confiando en que durante el 2005 obtengamos uno de los emblemáticos triunfos para las minorías sexuales”, puntualizó Jiménez, quien regresa a Chile a comienzos de mayo.
Los grupos conservadores, por su parte, de seguro también harán lo suyo para impedir que en el 2005 el voto chileno sea positivo.
En efecto, en respuesta a la indefinición pública del gobierno, los sectores contrarios a la resolución brasileña iniciaron su lobby este año enviando diversas misivas a la Cancillería y/o pronunciándose a través de la prensa.
Fue el caso de los ultraconservadores movimientos Crea Vida y Acción Familia y también del cardenal Francisco Javier Errazúriz.
En referencia a la propuesta brasileña, Errázuriz señaló al diario La Segunda que existen “proyectos inaceptables” encubiertos bajo términos de ” no discriminación por razón de la orientación sexual”.
” Están aquí en juego cosas sumamente importantes. Con mociones formuladas de modo ambiguo, nadie sabe qué se aprueba, ni cómo se interpretará más adelante lo aprobado. Chile tiene que ser muy riguroso en exigir precisión, y en evitar los peligros que no consideran la naturaleza de la persona, del matrimonio y de la familia” , señaló el Cardenal días después de que la Unión Demócrata Independiente (UDI) también expresara sus reparos a la propuesta.