Homenaje
10 de mayo 2003 (OpusGay).- Esta noche comenzarán bajo el alero de la Compañía Gran Circo Teatro las fiestas para celebrar el nacimiento del director Andrés Pérez, quien falleció el 3 de enero del 2002 luego de consolidarse como un maestro insuperable e incomparable en su arte. OpusGay recuerda al genio a través de sus propias palabras.

“Mi teatro entronca con la tradición del teatro de tema social, que es muy fuerte en Chile, igual que la tradición del circo. Por otro lado, los elementos de mi teatro que son considerados innovadores son también tradicionales: lo es el Kathakali de la India o la Comedia del Arte europea. Si tuviera que definir mi propio propósito, diría que estoy a favor de reclamar el respeto a las tradiciones, lo cual significa ser innovador en Chile, un país que tiene valores que deberían ser conservados y que sin embargo son destruidos”.

“Durante la Dictadura, la prensa estaba muy silenciada y entonces el teatro era una actividad subversiva, un lugar para el debate de ideas, un espacio donde se podía hablar y discutir”.

“Para mí la esencia del teatro callejero es que hay un llamado a repensar nuestro espíritu, desde los actores y hacia el público. Esto no es un arte para que la gente se acomode en el sillón. Si en la calle hablamos de dolores y horrores, hay un llamado a detenerse”.

“Lo que queremos es dar a la comunidad y a nuestro país un centro abierto que, con la gestión de los artistas, acepte las sugerencias vivas del entorno”, señaló el 2001 en referencia a su propósito de construir un espacio cultural en los terrenos de Matucana 100.

” En el teatro tenemos dos formas de equivocarnos, por ignorancia o porque decimos que hay un diablito que te hace tropezar de adrede. Yo creo que a veces hay en la política cultural del (actual) gobierno ese diablito (…) Reconocemos que existe un punto de vista oficialista sobre la gestión cultural. Sin embargo, creemos que en este siglo, y en democracia, la política cultural debe renovarse”, dijo Pérez luego que el gobierno del presidente Ricardo Lagos negara conferirle en comodato los terrenos de Matucana 100.

“Aprendí muy rápidamente que pertenezco a aquel sector de la sociedad al que no se le entrega ninguna agregaduría cultural oficial. Y rápidamente la envidia desapareció y me fui al mundo de lo no oficial”.

“Estoy en una etapa de mi vida especial. Hay cosas que indudablemente no voy a poder hacer porque ya se pasó el tiempo. Pero hay cosas que sí puedo hacer como dirigir ´La Huida´, obra que nadie quiso hacer antes. Parecía que el tema de la homosexualidad y el de (Carlos) Ibáñez alejaba a la gente”.

“Muchas veces pensé tener más hijos. Aún tengo ese sentimiento, pero no se ha dado. No se ha dado que me enamore tan fuertemente de una mujer, como amé a la Rosa, para perpetuar ese amor en un hijo. Cuando he tenido parejas hombres, los resultados han sido puestas en escena, otras creaciones, otros hijos”.
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