Movilh denuncia ante gobierno y Alto Mando de carabineros homofobia policial contra trabajador

Julio Vilchés, vendedor en una cafetería de Coquimbo, fue insultado y agredido en razón de su orientación sexual. Detenido por 20 horas,  fue obligado en tres oportunidades a desnudarse y a mostrar su ano. Luego lo llevaron a una fiscalía, donde nunca tuvo contacto con el fiscal, ni tampoco recibió citación alguna. Tampoco le devolvieron sus pertenencias.

El Movimiento de Integración y Liberación  Homosexual (Movilh) denunció hoy un nuevo caso de homofobia policial ante el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter,  el presidente de la Comisión Defensora Ciudadana, Alberto Precht y el general de director de Carabineros, Gustavo González.

Se “trata de un violento procedimiento de funcionarios de la Segunda Comisaría de Coquimbo que incluyó ofensas físicas y verbales contra el trabajador Julio Vilches (30) en razón de su orientación sexual, lo que repudiamos con toda nuestra fuerza”,  precisó el Movilh, tras denunciar que en este tipo de casos “existe claramente un modus operandi de carabineros homofóbicos”.

El organismo explicó que “en el marco de  fiscalizaciones rutinarias estos carabineros siempre abusan de poder, violencia que va  aumentando a niveles dramáticos si descubren que él o los civiles involucrados son lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, como claramente ocurrió el pasado 25 de octubre  a eso de las 12 del día en la cafetería Raccordo de Coquimbo, donde Vilches es vendedor”.

Al lugar llegó un funcionario de Carabineros para fiscalizar el local y tras tomar conocimiento sobre la orientación sexual del afectado inició una serie de atropellos que terminaron con la detención del vendedor por más de 20 horas.

En efecto, en un comienzo el funcionario acusó al trabajador de haber vendido un helado sin lavarse las manos, pero al comprobar que sí lo había hecho con alcohol y gel, Vilches solicitó al policía que se identificara y que le devolviera su cédula de identidad y la patente del local.

El funcionario policial no sólo se opuso a ello. Trató al vendedor de “fleto” y lo garabateó.  “Me dio mucha rabia. Le dije que no podía insultarme, que afuera estaba lleno de delincuentes  y que  venía a molestarme a mí que estaba trabajando.  Ahí volvió a sacarme la madre, lo que derivó en un forcejeo.  Caí al suelo y me tomé de lo primero que agarré, lo que fue el bolsillo de la camisa donde él tenía su placa, rajándole su camisa”, relató el afectado al Movilh.

Tras eso, el policía llamó a sus compañeros. “Me pusieron las esposas y además me las apretaron muy fuerte, hasta dejarme moradas las manos.  Ahora tengo la muñeca de la mano izquierda con dolor, no la  puedo mover y el dedo pulgar no tiene sensibilidad”, añadió el denunciante tras constatar lesiones en el Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU), donde además se le  diagnosticó estrés postraumático.

Una vez en la Comisaría, el afectado recibió continuas burlas de funcionarios policiales por su condición de homosexual y en tres oportunidades fue obligado a desnudarse y a mostrar su ano. Acto seguido fue encerrado durante 20 horas en un calabozo junto a cinco delincuentes, donde “tenías que comer, dormir y hacer tus necesidades”, precisó el trabajador.

Acusado falsamente por los funcionarios policiales de un robo jamás comprobado y además de daño fiscal, Vilches fue llevado a la mañana siguiente a la fiscalía, donde fue fotografiado y firmó un documento para ratificar su dirección particular.

Minutos después, y sin explicaciones de por medio, fue echado por carabineros por la puerta trasera de la fiscalía, sin sus pertenencias,  sin su carnet, sin citación y sin hablar nunca con algún fiscal.

En su denuncia ante las autoridades el Movilh precisó que “como puede apreciarse todo el procedimiento policial aquí expuesto es irregular:  a) rechazo a dar número de placa, b) información policial falsa sobre el origen del problema y razón de la detención, c) maltrato físico y verbal en razón de la orientación sexual  y d) traslado a fiscalía sin contacto alguno con fiscal, sin entrega de pertenencias y sin citación”.

Puntualizó que “al margen de la veracidad o no de la denuncia de carabineros contra el afectado, la cual es a todas luces falsa, nada justifica que una persona sea humillada y agredida física y verbalmente en razón de su orientación sexual, por lo que solicitamos una profunda investigación para determinar responsabilidades y sanciones”.

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