Por primera vez, en más de un década, la cuenta pública no hizo ninguna referencia a las diversidades sexuales y de género, ni a las demandas o propuestas relacionadas con el sector. Reacción del Movilh aquí:
«En su Cuenta Pública de ayer el presidente Gabriel Boric no realizó mención alguna a los derechos de las personas LGBTIQ+, profundizando así una preocupante omisión que ya acumula más de tres años de promesas incumplidas hacia las diversidades sexuales y de género. Todo esto ocurre en un contexto nacional e internacional donde nuestra población atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia reciente.
Solo en el último año, los casos y denuncias por homo/transfobia en Chile aumentaron un 78,7%, con un total de 2.847 abusos: la cifra más alta registrada hasta ahora. Por primera vez desde el retorno a la democracia, los derechos LGBTIQ+ no avanzan, sino que retroceden.
Hemos pasado de luchar por más derechos durante más de tres décadas a tener ahora que luchar para no retroceder, luchar para no perder lo previamente conquistado. Tristemente, este retroceso ha tenido lugar bajo la actual administración, que llegó al poder con entusiastas compromisos en materia de igualdad y derechos LGBTIQ+, pero no ha cumplido lo prometido.
En su cuenta anual el presidente ha hablado de desigualdades, pero olvidó la vulnerabilidades de las personas LGBTIQ+. Habló de niños y niñas, pero olvidó los derechos de niñas, niñas y adolescentes trans que se han visto erosionados bajo su administración
El programa presidencial contemplaba, entre otros puntos, la creación de un Cupo Laboral Trans y la modificación de la Ley de Identidad de Género para regular la rectificación de partida de nacimiento a menores de 14 años. Ninguna de estas medidas se ha concretado, al igual que otras promesas formuladas en anteriores cuentas públicas.
En la cuenta pública del 2024, el Presidente hizo un llamado al Congreso a aprobar diversas leyes, incluyendo dos históricamente demandadas por el movimiento LGBTIQ+: la reforma a la Ley Zamudio y la ley de convivencia escolar. Sin embargo, el Ejecutivo negoció en secreto la exclusión de toda mención a la diversidad sexual y de género en el proyecto de convivencia escolar, y la reforma a la Ley Zamudio permanece estancada. Con ello, el Gobierno rompe con una tradición iniciada en 2012, que aseguraba respaldo oficial para incluir la orientación sexual y la identidad de género como categorías protegidas en toda legislación o norma que hiciera mención antidiscriminación.
Tampoco el Gobierno ha gestionado el avance de un proyecto de ley de educación sexual integral
En el plano de las políticas públicas, que son de exclusiva responsabilidad del Ejecutivo y no del Congreso Nacional, la situación es igualmente crítica bajo este gobierno:
- El Minsal a través de su Circular N°7 recomendó suspender terapias de hormonización en menores trans, dejando a niños, niñas y adolescentes en la desprotección solo en razón de su identidad de género. Del mismo triste modo ,el Minsal no ha generado protocolos de transición para menores de 18 años y ha ignorado la exclusión de parejas lésbicas de programas de fertilización en el sistema público.
- El Ministerio de Defensa ha mostrado indiferencia ante graves denuncias de homofobia en el Ejército, mientras que Gendarmería no ha abordado con transparencia ni determinación los abusos homo/transfóbicos en las cárceles, a diferencia de lo ocurridos en pasados gobiernos.
- El INE excluyó a lesbianas, gays, bisexuales, y a las infancias y adolescencias trans del Censo 2024, retrocediendo respecto a los avances logrados en la consulta ciudadana de 2012.
- El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio ha mantenido su negativa a apoyar actividades históricas del movimiento LGBTIQ+, pese a promesas hechas en 2023 que hasta hoy no se han traducido en acciones concretas.
- Más grave aún, la Subsecretaría de Prevención del Delito eliminó el único programa que desde 2013 entregaba asesoría legal y psicológica gratuita a más del 90% de las personas que denuncian ser víctimas de LGBTIQ+fobia, poniendo fin a la primera política pública nacional en esta materia.
Retrocesos y más retrocesos están siendo la dolorosa herencia de quienes levantaron nuestras banderas para ganar votos, pero que ya en el poder han optado por bajarlas, omitiendo su existencia, sus demandas y necesidades.
Veremos qué ocurre en los últimos meses de gobierno. Pero si no hay cambios profundos y urgentes, el saldo será claro: las personas LGBTIQ+ estaremos en 2026 en peores condiciones que cuando esta administración comenzó»
Movilh.
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